Esta entrega de nuestra ya acostumbrada columna sobre las mujeres notables de la floricultura colombiana tiene algo de particular, y es que la entrevistada se desempeña actualmente en el sector público, en contraste con todas nuestras anteriores protagonistas, quienes laboran en diferentes compañías del sector privado.

Se trata de Ángela María Ruiz Bolívar, ingeniera agrónoma manizalita, madre de tres hijos, abuela de una nieta y líder del Proyecto de Ornamentales del Instituto Colombiano Agropecuario -ICA, seccional Cundinamarca.

Trayectoria profesional

Ángela María Ruiz recibió su título de agrónoma de la Universidad de Caldas. Es además especialista en gestión de proyectos y tiene una amplia experiencia tanto en el sector privado (rosas) como en el sector público.

El primer trabajo de Ángela María tuvo lugar en el Departamento de Caldas, en Riosucio. El Centro de Capacitación Indígena Ingrumá la contrató para que participara en un proyecto liderado por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar -ICBF. La labor de Ángela María consistía en capacitar los miembros de tres comunidades indígenas en el manejo de especies menores y el desarrollo de huertas caseras. Este trabajo no duró mucho, pues un año después de haber ingresado, encontró un puesto en Rosas y Flores y, por lo tanto, vino a Bogotá. Desde entonces su carrera profesional se ha forjado en estas tierras.

Ángela María fue jefe de producción de rosas en Rosas y Flores. Más tarde pasó al grupo Chía (MG Consultores y Tandil), a Debor Nurseries (Mocarí) y a Flores de las Indias. En las dos primeras compañías se desempeñó también como jefe de producción, y en Flores de las Indias como directora de cultivo. Durante estos 17 años adquirió una amplia experiencia en rosas, alstroemerias, pompón y estatice.

Instituto Colombiano Agropecuario

En 2011 Ángela María pasó a formar parte del proyecto de ornamentales del ICA. En esa época se había declarado una emergencia nacional cuyo motivo fueron las lluvias que arreciaban al país sin cesar. Las inundaciones causadas por la ola invernal propiciaron una serie de condiciones que ponían en riesgo la calidad fitosanitaria del Departamento.

Desde entonces, Ángela María se ocupa de la sanidad de 5900 hectáreas de flores de corte y follaje en Cundinamarca y de la de 340 hectáreas de algodón existentes en Girardot.

Concretamente, Ángela María es responsable de que se cumplan las metas del plan estratégico de sanidad del ICA, por lo cual es su labor hacer las visitas de vigilancia y registro a los productores y exportadores de ornamentales en general y vigilar que se cumplan los protocolos para la roya blanca del crisantemo. Ángela María y su equipo verifican que se tomen medidas en contra de todas las prácticas que puedan conllevar a la existencia de problemas fitosanitarios (malezas, plásticos rotos, etc.). Las Resoluciones 0492 de 2008, 20008 de 2016, 3440 de 1995 y 2641 de 2008 son sus principales instrumentos de trabajo, pues se trata de la normatividad que consagra los estándares de sanidad que ella verifica.

Salto al sector público

Preguntamos a nuestra entrevistada cómo le había parecido su paso del sector privado al sector público en términos de ritmo del trabajo, eficiencia laboral y aprendizaje.

Para Ángela María el paso al sector público ha tenido un valor de complementariedad en su carrera, pues supone entender el proceso productivo desde el otro lado. Ahora que su labor es de verificación y vigilancia, ha llegado a entender por completo que las medidas que se exigen tienen una razón de ser y que cumplir con los requisitos es de la mayor importancia.

En cuanto al ritmo de trabajo, no ha sentido un cambio muy grande toda vez que el proyecto de ornamentales está compuesto por personas que en su mayoría provienen del sector privado (flores) y, quizá debido a ello, conservan una disciplina que genera que los procesos al interior del proyecto fluyan.

Lo que probablemente sí representa una dificultad es la escasa destinación presupuestaria que sufre el sector agrícola durante las últimas vigencias fiscales. El proyecto de ornamentales, por ejemplo, sufrió varias bajas de personal recientemente, sin perjuicio de que las hectáreas de producción y las empresas productoras y exportadoras a vigilar siguen siendo las mismas (6000 ha y 350 empresas aproximadamente).

Opinión sobre el sector de las flores

Ángela María Ruiz dice estar enamorada del sector floricultor colombiano. Para ella, la floricultura es y ha sido la cara bonita de Colombia a nivel internacional por más de 40 años, durante los cuales se ha destacado y mantenido. Se trata de una industria pujante, innovadora, disciplinada, tecnificada y donde se despliegan esfuerzos persistentemente, un lugar para trabajar cuyas especiales características son muy difíciles de encontrar en el sector agrícola nacional.