Por: I.A. Camilo W. Echeverri Erk
Cali, Valle del Cauca

La evolución de la humanidad también trae consigo el desarrollo de nuevas enfermedades, tanto físicas como mentales. En una de mis columnas anteriores hice referencia a los comportamientos humanos que ya se están catalogando como enfermedades mentales asociadas a las comunicaciones a través de los teléfonos celulares e Internet. Mencioné en ese momento ejemplos como la “nomofobia” (el miedo a estar sin teléfono celular), el “síndrome de la llamada imaginaria” (creer que le sonó el teléfono), la “depresión del Facebook” (por exceso o falta de contactos en esta red), la dependencia excesiva del Internet (necesidad de estar “conectado” permanentemente) y la “cibercondria” (creer que tiene alguna enfermedad que encontró en Internet).

Recientemente leí un artículo publicado en el periódico El Tiempo, el cual habla de una nueva enfermedad mental que está causando preocupación en los círculos científicos. Se trata del “síndrome del pensamiento acelerado” (SPA) descrito por el siquiatra brasileño Augusto Cury, profesional con más de 25 años de experiencia y alrededor de 20.000 consultas médicas realizadas, quien ha calificado esta enfermedad como “el mal del siglo”, más que la depresión. Cury es autor de más de 40 libros sobre la ansiedad y otros temas de salud mental y creó la teoría de la Inteligencia Multifocal, una inteligencia que integra habilidades emocionales, sociales y cognitivas, y que comprende los aspectos conscientes de la construcción de pensamientos. 

En una entrevista de BBC Mundo publicada en el artículo en mención el doctor Cury hace las siguientes precisiones sobre la enfermedad:

  • Se trata de un tipo de ansiedad producida por el exceso de actividad, información, preocupaciones y presiones sociales (características de la era digital), las cuales llevan a la mente a funcionar a velocidades “aterradoras” y conducen a cambios muy serios en el proceso de construir pensamientos.
  • El exceso de información y la “intoxicación digital” hacen que el gatillo de la memoria dispare muchísimo, y que abra un gran número de ventanas en la memoria sin anclarse en ninguna, por lo que el individuo pierde el foco y la concentración.
  • El resultado es una velocidad espantosa y estéril de pensamientos (muchos pensamientos inútiles), dificultad para memorizar, aceleramiento intenso de la construcción de pensamientos, predisposición a trastornos emocionales, baja tolerancia al estrés, repetición de errores, infantilización de las emociones, fatiga y aburrimiento.
  • A diferencia de otros tipos de ansiedad que surgen a partir de conflictos durante la formación de la personalidad, el SPA proviene del estilo de vida estresante y agitado, muchas veces sin causas históricas en el comportamiento del individuo.
  • Millones de niños, adolescentes y adultos, a causa del exceso de información y de actividades, de redes sociales e “intoxicación digital”, editan la construcción de pensamientos y emociones de forma exagerada, sin necesidad de que tengan traumas.
  • Los síntomas incluyen falta de sueño, cansancio, nudos en la garganta, trastornos intestinales, aumento de la presión arterial, dolores de cabeza y musculares, entre otros.
  • Como consecuencia de la enfermedad, el doctor Cury ha encontrado que sus pacientes presentan irritabilidad, baja tolerancia a la frustración, déficit de memoria e intolerancia a los contratiempos. Una mente tensa e irritable predispone a las personas a una serie de trastornos emocionales como la depresión.
  • Los estudiantes no desarrollan un razonamiento profundo y esquemático, son mucho más reactivos y no pueden internalizar y trabajar sus conflictos de una manera más inteligente; tampoco tienen el coraje de pensar o debatir ideas. Un profesional ansioso tiene baja productividad; piensa mucho, pero sus pensamientos son más estériles y sus respuestas son menos inteligentes (les falta profundidad y asertividad).
  • El SPA genera insatisfacción crónica, característica de una era de “mendigos emocionales”, jóvenes y adultos que necesitan muchos estímulos para sentir migas de placer.

Para prevenir el SPA el doctor Cury recomienda aprender a contemplar y extasiarnos con lo bello que hay a nuestro alrededor. Hablar con los hijos o estudiantes para que entiendan que nadie sube al podio sin haber fracasado antes. Es necesario pasar de la era de la información a la era de administrar la mente humana para aprender a desafiar los pensamientos desconcertantes, criticar ideas y reciclar emociones asfixiantes. Pasar de la era de señalar los fracasos a la era del elogio, para aplaudir los éxitos de los hijos y los empleados.

El sicólogo colombiano Juan Carlos Álvarez Campillo, experto en liderazgo y orientador de grandes deportistas y de altos ejecutivos sostiene que la mente tiende a lo negativo, por lo cual se puede y debe entrenar para que piense a nuestro favor, al igual que se entrena el físico o una técnica en una profesión o deporte. Cuando no somos conscientes de lo que pensamos, y lo hacemos de forma rutinaria y automática, muchos pensamientos son improductivos y negativos, lo que nos acaba desgastando y generando estrés.

Para gestionar adecuadamente nuestros pensamientos el experto recomienda seguir estos cinco pasos:

1. Sea consciente de lo que está pensando:

Lo primero y más básico es determinar aquello que está pasando por nuestra mente.

2. Analice el signo de sus pensamientos:

Una vez identificados los pensamientos hay que ver si son positivos o negativos, si nos ayudan o perjudican, y qué emoción nos producen: enfado, alegría, ansiedad u otras.

3. Aléjese del “lado oscuro”:

Si nuestros pensamientos son positivos, debemos atesorarlos, potenciarlos. Si no es así, tenemos que recordar la emoción desagradable que nos producen, y el siguiente paso deberá consistir en tomar distancia diciendo: ‘esa persona no soy yo, es solo un estado de ánimo pasajero que tengo’.

4. Privilegie lo positivo:

Sustituir los pensamientos improductivos y negativos por otros que nos produzcan buenas sensaciones, y, con ello, que también mejoren nuestras emociones.

5. Ejercite su mente para fortalecerla:

Seremos dueños de nuestros pensamientos la mayor parte del tiempo, de una mente “en forma”, y, por tanto, de nuestro destino, si practicamos esto y lo reforzamos con ejercicios de relajación, atención y concentración que después nos ayuden a pensar y a sentir con más facilidad lo que deseamos.

Apreciado lector: Si usted ha llegado hasta acá y no ha entendido mucho, no se preocupe; esto no significa que está padeciendo de SPA. Si el tema le pareció interesante, tómese su tiempo para leerlo nuevamente y vaya practicando.

Hasta la próxima.