Por: Angélica María Pardo López
Directora y jefe de redacción de la Revista Metroflor

En un momento en que las rentas petroleras del país han caído de modo dramático, el aumento y la diversificación de las exportaciones en el sector agrícola parece una alternativa mucho más racional que empeñarse en alargar la disponibilidad de aquel mineral mediante procesos altamente hostiles al medio ambiente como lo es el fracking.

El cannabis, el té, el arándano, el aguacate y frutas exóticas como la gulupa son buenos ejemplos de cómo se puede aprovechar el potencial agrícola del país generando empleo y respetando nuestros más preciados recursos. 

El primero de los proyectos mencionados, el cannabis, ha tomado especial interés durante los dos últimos años en Colombia. Un marco normativo favorable, acuerdos de libre comercio ya vigentes y las innumerables virtudes climáticas de nuestro país son las condiciones que proyectan a Colombia como una potencia en lo que toca a la hierba

El negocio del cannabis, que por el momento estará orientado casi exclusivamente a la exportación y del que se estima un valor de mercado para 2025 de más de 146.000 millones de dólares, ya empezó a andar en nuestro país, con cientos de productores inscritos y siembras en Cundinamarca (Guatavita, Funza y Cogua), Antioquia (Rionegro), Tolima, Huila y Quindío. El objetivo es exportar la hierba, tanto para fines medicinales como industriales y recreativos, a los países donde uno u otro de tales usos ha sido legalizado, como por ejemplo, Canadá, Holanda, Brasil, Uruguay y varios estados de los Estados Unidos. Empresarios de flores, frutas, café, construcción y hasta minería, han incursionado en el negocio. 

Aún sin que empiecen las cosechas (pues el proceso administrativo, el montaje de la infraestructura y las pruebas de cultivo toman mucho tiempo), ya empiezan a asociarse los productores inscritos, surgen los vínculos con las universidades, algunas de las empresas ya han salido a la bolsa de valores y son decenas las compañías colombianas que han sido compradas por firmas extranjeras – especialmente canadienses -. El cannabis medicinal, del que se han comprobado importantes usos para la paliación del dolor y el control de enfermedades tan serias como el reumatismo, la epilepsia y la esquizofrenia, tiene excelentes perspectivas. Con un cupo de más del 40% del mercado mundial aprobado para Colombia por la Junta Internacional para la Fiscalización de Estupefacientes de las Naciones Unidas, se puede decir que el panorama que se ofrece es mucho más que optimista. 

Auguramos éxito a todas estas nuevas iniciativas y esperamos que con ellas el sector agrícola termine favorecido y tome, por fin, la importancia que siempre ha debido tener.