Los nematodos fitoparásitos representan una de las amenazas más complejas para los cultivos ornamentales, causando pérdidas significativas por sus efectos directos e indirectos sobre las plantas. Frente a esta realidad, el sector floricultor avanza hacia prácticas más sostenibles y eficientes, adoptando tecnologías basadas en extractos vegetales y microorganismos benéficos que ofrecen un control efectivo sin los impactos negativos de los agroquímicos tradicionales.