Por:  Rodrigo Vergara Ruiz
I.A., M.Sc. Entomología – Consultor

1.Introducción

Los insectos exhiben una característica que es propia de cada especie: su capacidad de dispersión. Bien sea en agroecosistemas o en zonas silvestres realizan movimientos en busca de alimentos, sitios de oviposición, refugios, hospederos y otros recursos necesarios para su desarrollo. Algunas especies invierten más energía que otras para alcanzar este objetivo. Como se conoce los artrópodos (ácaros e insectos) constituyen un filum numeroso en especies y quizás el más biodiverso del reino animal. Están adaptados a vivir en todos los sitios del planeta agua, aire, suelo, dentro o fuera de construcciones, libros, árboles animales, etc, etc. Poseen piezas articuladas que conforman los apéndices, que en especial los del tórax sirven para andar y nadar. Poseen patas especializadas para cumplir funciones de desplazamiento y mediante sus alas algunas especies cubren espacios distantes. Su poder colonizador es admirable. Un tema que es el motivo de este artículo lo constituyen los movimientos migratorios. En la Ecología y Biología de insectos son reconocidas las migraciones de libélulas, ortópteros, mariposas, moscas, abejas, coleópteros y otros taxones. Pero, quizás las más llamativas se consideran las migraciones de Lepidópteros como Uranidae (Urania fulgens); Pieridae (Ascia monuste), Nymphalidae (Danaus plexippus) y Libellulidae (Pantala spp). (Figura 1).

Los insectos son la forma de vida dominante de la Tierra. Millones de ellos pueden existir en una sola hectárea de superficie. Se han catalogados más de un millón de especies. De todas las criaturas que pueblan el planeta, los insectos son los principales consumidores de plantas; de ahí surge la amenaza que plantean para la agricultura.

Los insectos son criaturas extraordinariamente flexibles, habiéndose adaptado a vivir en casi todos los nichos ecológicos del planeta. Algunas características de los insectos explican esta extraordinaria adaptabilidad: su liviano y resistente esqueleto externo (exoesqueleto), que les aísla efectivamente del medio, su pequeño tamaño y la capacidad de volar, que les permite alejarse de sus enemigos y colonizar nuevos hábitats. La ecología es el estudio de las interrelaciones entre los organismos y su medio ambiente. Este medio ambiente puede ser descrito en términos de temperatura, humedad, viento, luz y factores biológicos, tales como otros individuos de la misma especie, fuentes de alimento, enemigos y competidores (individuos que utilizan el mismo espacio o fuente de alimentación).

Figura 1. Adultos de Urania fulgens, Ascia monuste, Danaus plexippus y Pantala spp

Dada su gran adaptabilidad, estos organismos han logrado colonizar prácticamente todos los rincones del planeta. Los desplazamientos de insectos, tanto por sus propios medios como acompañando movimientos humanos y/o animales, han estado siempre presentes (Alba, 2004).

2. Acerca de las migraciones

La palabra migración, aplicada a los desplazamientos de insectos, suele reservarse a los movimientos que estos pequeños animales realizan por sus propios medios. El estudio de este tipo de cambios de hábitat reviste particular interés en el caso de insectos plaga. Existen ejemplos realmente sorprendentes en lo que se refiere a la capacidad de desplazarse de numerosas especies de hexapodos.
Una de las formas de movimiento de los insectos es la que se define como migración dinámica, influida por viento o corrientes y en la cual no es esencial que los “viajeros” desarrollen capacidad de navegación, o sea que sean capaces de dirigirse a un sitio determinado. Como un ejemplo de esto se citan movimientos registrados de langosta desértica (Schistocerca gregaria), (Figura 2) natural de zonas áridas del norte de África, que ha sido encontrada en el Caribe y costas nororientales de América del Sur: un vuelo de 4.500 km sobe mar abierto.

Por supuesto se trata de algo excepcional, favorecido por particulares condiciones atmosféricas – los viajeros se desplazaron empujados por un frente huracanado – pero no deja de ser un hecho. Los desplazamientos de insectos de este tipo suelen efectuarse en los dos kilómetros inferiores de la atmósfera; muchos insectos prueban volar a diferentes alturas hasta que encuentran una corriente de aire que les empuja en la dirección deseada.

Figura 2. Migración de adultos de Schistocerca gregaria

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A diferencia de las anteriores, las migraciones homeostáticas son movimientos de ida y vuelta, en los cuales los migrantes o sus descendientes retornan al lugar de origen. Por lo tanto, requieren habilidades de navegación. Una de las formas más frecuentes de desplazamientos de insectos, que les ha servido para superar barreras de otra forma absoluta, como océanos o montañas, es acompañando a productos vegetales que el Hombre transporta en su comercio o deambular, como semillas, plantas ornamentales, frutas, maderas, etc. No se trata de un fenómeno nuevo, pero con la intensificación de las comunicaciones y del comercio, actualmente ha tomado proporciones globales.

Muy a menudo los viajeros llegan a horcajadas del comercio internacional. El organismo en cuestión parasita una planta en su lugar de origen, y al ser exportada ésta o sus partes, alcanza las costas del país de destino. Allí, la planta huésped puede también ser cultivada, existir naturalmente como planta sub-espontánea, o el organismo ser capaz de parasitar o alimentarse de otras plantas locales. Estos hechos biológicos, acompañados de las condiciones medioambientales, pueden determinar que un recién llegado pueda o no sobrevivir, que se convierta en una verdadera amenaza económica o que no sobrepase el nivel de curiosidad. Hay que tener en cuenta que cuando se habla de daños económicos, no sólo deben contabilizarse los perjuicios directos, sino también los que pueden surgir del cierre de fronteras, de socios comerciales, alarmados por la presencia de la plaga en regiones de donde obtienen importaciones (Alba, 2004).

Los insectos son los únicos invertebrados alados. La posición de las alas es una característica ventajosa en su lucha por la existencia, afirman Metcalf y Flint (1984). Las alas los capacitan para (1) movilizarse ampliamente. En la búsqueda de alimentos (2) para evadir enemigos naturales (3) para realizar encuentros con el sexo contrario y buscar sitios de oviposición (4) con frecuencia para hallar sitios de albergue y protección. Los insectos alados están presentes en el planeta desde el período carbonífero y es casi seguro que en las épocas Devoniana y Siluriana. Las alas en los insectos proporcionan a estos organismos fuerza elevadora, fuerza motora y un eficiente aparato guía, capacitándolos para elevarse con sorprendente rapidez; para cambiar de rumbo con agilidad; para cambiar de lado de vuelo; para lavarse en el agua; para mantenerse en equilibrio de vuelo. Según la especie de insecto, la velocidad de vuelo es diferente y constituye el medio de movilización más efectivo de estos artrópodos. Mediante el vuelo los insectos migratorios cubren distancias incalculables y la operatividad de su mecanismo de vuelo coopera en el logro de colonizar nuevos lugares.

El vuelo del insecto puede ser extremadamente rápido, maniobrable y versátil. Este vuelo es posible debido a la forma cambiante, extraordinario control y movimiento del ala del insecto. Los órdenes de los insectos utilizan diferentes mecanismos de vuelo, por ejemplo, el vuelo de una mariposa se puede explicar con estados estacionarios, no transitorios aerodinámicos y fina teoría aerodinámica. Los movimientos de las alas de los insectos son extremadamente complejos. Incluyen, en general, las acciones de elevación, depresión, extensión, flexión, torsión (pronación y supinación), así como los cambios de su forma (por plegado etc)… La elevación y depresión se rigen en general por los músculos de las alas indirectos y de los músculos accesorios indirectos de las alas. Los de extensión, torsión y flexión se rigen en cambio por los músculos directos de las alas. Los músculos indirectos de las alas se agrupan en dos grupos funcionales, el dorsal y esternal de respaldo, que actúan en oposición a la primera. Los músculos de las alas de accesorios indirectos se distinguen en la parte de atrás-pleural, pleuro-esternal, de ida y vuelta-coxali trocanterici. En general, los músculos indirectos deforman la caja torácica en la cual se transmite la deformación a sus expansiones, resultando por tanto en una elevación o depresión de las alas (Wikipedia 71051, 2016).

Treinta y siete especies de insectos migratorios llegan a Colombia. Existe poca información sobre este tema en el país y la que hay es fragmentaria. Hasta el momento, se ha confirmado la presencia de especies de cinco familias de dos órdenes de Hexapoda que presentan hábitos migratorios en el país. Libélulas (Familia Libellulidae, orden Odonata) y mariposas y polillas (Familias Nymphalidae, Pieridae, Papilionidae y Uraniidae, del orden Lepidoptera) (Figura 3).

Figura 3. La distribución geográfica de las especies pertenecientes a las cinco familias identificadas con comportamientos migratorios en Colombia, es bastante dispar. Por ejemplo, la especie Pantala flavescens, perteneciente a la familia Libellulidae, tiene distribución mundial, mientras que las poblaciones de Tramea calverti, que pertenece a esta misma familia, tienen distribución neotropical. Otra de las especies bien conocida por sus hábitos migratorios es la polilla Urania fulgens, perteneciente a la familia Uraniidae, que sólo se distribuye en el neotrópico.

Las familias Nymphalidae, Pieridae y Papilionidae se distribuyen en todo el mundo; en América, esta familia se distribuye desde Canadá hasta Argentina y en Colombia se pueden encontrar en todo el territorio nacional.

Las especies pertenecientes a la familia Libellulidae presentan varias rutas de migración. Enjambres de estos animales se desplazan por las costas del mar Caribe y entran en el país por los departamentos del norte. Algunos de estos enjambres migran desde Panamá y Venezuela, aunque también se han registrado enjambres que se desplazan desde Ecuador y Perú. De manera similar, algunas de las especies de la familia Nymphalidae migran desde Norteamérica a través de Centroamérica y el Caribe. Otras especies migran desde las selvas del Amazonas brasilero hasta el Amazonas colombiano y desde los llanos venezolanos hasta los llanos colombianos. Eurytides orabilis (familia Papilionidae) migra a través de los valles interandinos y sus zonas de concentración se ubican en la costa del litoral Pacífico. Urania fulgens entra al país por la costa Pacífica durante su ruta de migración y se puede encontrar desde el nivel del mar hasta 500 m de elevación. Algunos ejemplares vienen desde Costa Rica o Panamá y en algunos casos continúan hacia las costas ecuatorianas. Por último, las especies de la familia Pieridae, migran desde Norteamérica a través del mar Caribe y Centroamérica (Bermúdez, 2009).

En cuanto al tipo de migración al que están asociadas las especies de insectos presente en Colombia y teniendo en cuenta las rutas de migración ya mencionadas, se establece que las especies de las familias Libellulidae, Uraniidae y Pieridae presentan una migración predominante de tipo latitudinal transfronteriza. El grupo de Nymphalidae por su parte presenta migraciones por lo menos de dos tipos. Algunas especies migran localmente mientras otras presentan migración transfronteriza. En el caso de Eurytides orabilis se presenta una migración de tipo local. (Figura 4).

Figura 4. Adulto de Eurytides spp.

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Anderson (2009) naturalista británico que vive en las islas Maldiva, sostiene que la libélula Pantala flavescens podría reclamar el récord de la migración más larga del mundo de los insectos. Si su teoría se confirma, significaría que este tipo de libélula, que no mide más de cinco centímetros, migra desde el Sur de India hacia África, y otra vez de vuelta, un viaje de 12 mil millas. A las Maldivas llegan las libélulas cada octubre, en enjambres formados por millones de ellas. Aunque este fenómeno se produce todos los años, los naturalistas lo encuentran extraño porque las Maldivas, que es una franja conformada por más de 1.200 atolones de coral, posee sólo una pequeña cantidad de agua dulce en su superficie. Y el agua dulce es esencial en el ciclo de vida de las libélulas. Anderson descubrió que los enjambres de estos insectos llegaban a las islas luego de que enjambres similares aparecieran al Sur de India.

De allí que el naturalista cree que las libélulas se mueven desde India hacia el Sur y el Este de África. En su trabajo, publicado en el Journal of Tropical Ecology, Anderson (2009) sostiene que estos insectos están haciendo la mayor parte de la llamada Zona de Convergencia Intertropical, la cual se mueve cada año hacia el Sur en dirección a las Maldivas a una altura de más de tres mil pies. El viaje de las libélulas no sólo se aprovecha de los sistemas climáticos relacionados con la lluvia que crean piscinas temporales de agua dulce en las que las larvas pueden crecer, sino que además el ciclo de vida de los insectos ha sido modificado para permitirles hacer este viaje. Se trata de un viaje impresionante por la distancia que cubren, pero tiene precedente en el mundo de los insectos. Durante años, hubo un misterio rondando la migración de la mariposa Monarca, que se encuentra en grandes números en el Noroeste de los Estados Unidos y el Sur de Canadá. Hasta que en 1975 los científicos descubrieron que estas mariposas llegaban hasta el Sur de México, cubrieron una distancia de más de 4.500 millas. En Odonata hay distribuidos por todos los continentes, se refleja un aislamiento geográfico y una estrecha relación con la variabilidad climática. Para Sánchez-Herrera y Ware (2012), estos factores han contribuido a una considerable especiación y endemismo, durante algo más de 300 millones de años. Entre los Odonata existen especies altamente móviles y tienen varios niveles de capacidad de dispersión. Pueden mencionarse Anax junius Drury que se halla en Norte América, pero migra 2800 km al sur; Pantala tiene dispersión pasiva por todos los continentes y también son migratorias Sympetrum corruptum Hagen, (Figura 5), Erythrodiplax umbrata Brauer, Tramea spp y Libellula quadrimaculata Linaeus.

Figura 5. Adultos de Sympetrum corruptum Hagen, Erythrodiplax umbrata Brauer y Tramea spp

Para Stefanescu et al. (2012), la mariposa de los cardos es un ejemplo de una especie migratoria. Afirman estos autores que desde hace tiempo se conoce que una parte de las especies insectiles de Cataluña son migradoras. Que cada año colonizan el país, procedentes del continente africano. De estas, la mariposa de los cardos Vanessa cardui Linnaeus es el ejemplo más conocido (Figura 6).

Figura 6. Pupa y adulto de Vanessa cardui L.

En el 2012 gracias al análisis de más de 60.000 observaciones procedentes de más de 60 países de África y Europa, se ha podido comprobar que el ciclo anual de la mariposa de los cardos conlleva un viaje intercontinental épico, que implica a seis generaciones de mariposas. El estudio, en el que participan el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales y el Museo de Ciencias Naturales de Granollers, ha detectado a cientos de millones de mariposas que se desplazan en un viaje de ida y vuelta, en parte invisible y a grandes alturas.

“Las mariposas pueden hacer estas enormes distancias porque utilizan vientos favorables a gran altura, entre 200-500 m, e incluso más arriba. Con la ayuda de estos vientos, pueden desplazarse a velocidades de 40-50 km/h y, en casos extremos, atravesar tramos del océano de más de un millar de kilómetros en poco más de un día”, explica Constanti Stefanescu, investigador del Museo de Ciencias Naturales de Granoller y del CREAF. Según sus resultados, que publica en la revista científica Ecography, estos movimientos migratorios pueden llegar a ser, en total, del orden de 6500 kilómetros (unos 60 º de latitud), desde países como Ghana y Senegal hasta el norte de Noruega o Islandia.

Los investigadores han observado que la colonización del continente europeo tiene lugar en dos fases: la región mediterránea en primavera, y el centro y norte de Europa en verano, por parte de la descendencia de las migradoras primaverales. A finales de verano y durante el otoño, la nueva generación europea inicia un vuelo de regreso a África, fundamentalmente a gran altura y que pasa desapercibido por los observadores de tierra.

Todo indica que algunas mariposas no se detienen en el norte de África, sino que siguen un vuelo larguísimo hasta la zona del Sahel, que durante el mes de septiembre y octubre ofrece unas condiciones óptimas para la reproducción después de la época de lluvias. Durante el invierno la mariposa se concentra sobre todo en el sur del Magreb y en las islas Canarias, antes de volver a colonizar la zona mediterránea en primavera.

Sin la trascendencia de las migraciones de lepidópteros y odonatos, Berres y Behrend (2015) han estudiado la dispersión de dípteros de importancia en salud pública. Afirman que contrariamente a la opinión popular, la razón principal para la propagación de los mosquitos no es el cambio climático, es la globalización. De viajar ampliamente, los insectos dependen de los seres humanos. Dentro de sus cortos periodos de vida, que a menudo duran sólo unas pocas semanas, tienen poco tiempo para recorrer grandes distancias. De hecho, con frecuencia mueren dentro de unos pocos kilómetros de donde nacieron. Sus huevos, por el contrario, pueden cruzar continentes enteros y océanos.

También en Alemania, donde el clima es más frío, los científicos han encontrado asimismo ejemplares del insecto tropical, cuyo nombre científico es Aedes albopictus. El hecho de que estos hallazgos son cada vez más frecuentes es una señal de advertencia de un desarrollo que está causando gran preocupación entre los investigadores: Un número creciente de especies de mosquitos están haciendo el camino de Asia a Europa. Y muchos de ellos son transmisores eficaces de virus peligrosos. Para propagar una enfermedad en una región donde la enfermedad nunca antes se había visto, a menudo es suficiente para este tipo de mosquitos que pican a alguien que está llevando el virus, como ocurrió en Italia.

Hoy en día, cuatro especies de mosquitos nativas de otros continentes viven ahora en Europa. Uno de ellos es el mosquito de la fiebre amarilla (Aedes aegypti), que transmite el virus Zika (Figura 7). Actualmente difusión en Brasil. Las especies de insectos actualmente están en propagación hacia el oeste de la costa este del Mar Negro. “Eso, sin embargo, es un mosquito que le gusta mucho climas cálidos”, dice Kampen. “Los alemanes no van a tener un problema con él en las próximas décadas”.

Figura 7. Adultos de mosquitos de importancia en salud pública.

Como tal, los investigadores creen que el mayor peligro para el norte de Europa se presenta por el mosquito tigre asiático, que tomó el largo camino hacia Europa. En 1985, los investigadores descubrieron el mosquito, junto con huevos y larvas, en los Estados Unidos. Allí, el insecto parece que se ha adaptado al clima más frío.

En poco tiempo, sus huevos eran incluso capaces de soportar temperaturas bajo cero – y su viaje continuó hacia adelante a Europa. A principios de 1990, las especies invasoras aparecieron por primera vez en el norte de Italia y desde entonces ha sido encontrado en 29 países, y afianzado en 19 de ellos. “Cuando un mosquito ha sobrevivido a uno o dos inviernos, se puede asumir que se queda”, dice Kampen. “En una población tan grande, siempre hay un número pequeño que puede sobrevivir a condiciones extremas y luego se multiplica”.

“Hay indicios claros de que el mosquito ya ha logrado hibernación en Alemania”, dice Kampen. En 2014, los investigadores encontraron que los insectos en un cementerio al este de Friburgo, en la esquina suroeste de Alemania. En 2015, los mosquitos estaban allí de nuevo, a pesar de que no hay una parada en las inmediaciones del resto de la carretera. “Pero eso fue un invierno suave. No está claro si iban a desaparecer de nuevo en un invierno severo” dice Kampen.

La dispersión en Europa, de mosquitos de importancia en salud pública, relatada por Berres y Behrend (2016) es, guardando sus diferencias muy similar a la de las abejas africanizadas. Rinderer, Oldroyd y Sheppard (1994), comentan que en Octubre de 1990 las abejas melíferas (Figura 8) africanizadas cruzaron la frontera mexicana y penetraron en territorio estadounidense. Desde Sao Paulo (Brasil) migraron hacia el Norte hasta alcanzar el Sur de Texas. Para 1994 ocupaban un área de distribución de 20 millones de kilómetros cuadrados, abarcando en alto porcentaje los territorios de Sur y Centroamérica. Antes se habían expandido hasta Asia Menor, Europa y África, logrando diversificarse a 20 o más subespecies.

Figura 8. Especímenes de abeja africanizada.

Cuando las condiciones ambientales son favorables, los áfidos migrantes, se dispersan e inician sus ataques a plantas leguminosas y crucíferas, y luego colonizan árboles frutales. Se desplazan en nubes que conforman millones de adultos. Awasthi (2001) también registra las migraciones de la langosta Schistocerca gregaria desde África hacia la India, vía Pakistán. Estos insectos a través de su ruta destruyen todo tipo de plantas, ya que son polífagas. Afirma Awasthi (2001) que la migración se ha comprobado en 18 órdenes de insectos, tales como: Odonata, Orthoptera, Isoptera, Heteroptera, Lepidoptera, Coleoptera, Diptera, Hymenoptera y Hemiptera. Las especies insectiles se movilizan tanto de día como de noche y se presenta liberación de feromonas de agregación para constituir las “masas” de grandes densidades de adultos.

3. Migraciones de lepidópteros

Además de la mariposa de los cardos, la literatura documenta los casos de Danaus plexippus (Lin) y de Urania fulgens (L.), dos lepidópteros migratorios. De estos se tratará en los siguientes párrafos.

CASO 1: Urania fulgens (L.) (Uraniidae)

Durante años se ha observado la migración de la mariposa Urania fulgens (L.) en Costa Rica. Sin embargo, no todos los años es igual de evidente pues ocurre con diferentes intensidades. La distribución de las poblaciones está determinada por la presencia de su planta hospedera Omphalea spp. (Euphorbiaceae) (Smith, 1983). La descripción de los estados inmaduros está detallada en Smith (1992).

Las migraciones de U. fulgens han sido estudiadas por Smith (1983) en Panamá, quien propone que las migraciones están determinadas por ciclos de toxicidad alta y baja de la planta hospedera (Figura 9). Los niveles de la toxina, a su vez, se ven estimulados por el ataque de las larvas a sus hojas, resultando en un ciclo con media de 5.8 años entre cada migración masiva (Smith, 1983). Sin embargo, este patrón puede variar con las condiciones particulares de cada año.

Figura 9. Adultos migratorios de Urania fulgens.

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U. fulgens no es muy abundante en Costa Rica cuando no se encuentra realizando movimientos migratorios, e incluso cuando lo está, la mayoría de los años se observan pocos. En Costa Rica, U. fulgens posee poblaciones no migratorias por debajo de los 600 m. de altitud en toda la vertiente Atlántica y en el centro y sur de la vertiente Pacífica. Los adultos se pueden encontrar usualmente en hábitats húmedos, volando entre la vegetación densa. A los machos se les puede observar tomando agua o absorbiendo minerales durante los días calientes en los charcos en las calles y en arena a la orilla de los ríos. Para descansar los adultos se posan en la cara adaxial de las hojas, con la cabeza apuntando hacia abajo y con las alas completamente abiertas (Murillo-Hiller, 2008).

Debido a procesos antrópicos el hospedero Omphalea spp ha desaparecido en diversas zonas y quizás por ello se han observado adultos alimentándose de flores de Inga spp (Mimosaceae). Croton spp (Euphorbiaceae); Lantana camara L. (Verbenaceae) y Acnistus arborescens (L) Schltdl (Solanaceae) y cientos de larvas consumiendo follaje de Manihot sculenta Crantz (Euphorbiaceae)

Para Meerman y Boomsma (1997) Urania fulgens Walker, es un lepidóptero de hábitos diurnos y es factible identificarla erróneamente con un Papilionidae. En su estado larval se alimenta de Omphalea spp (Euphorbiaceae). Se han registrado poblaciones reproductivas desde Veracruz (México) hasta Guatemala y El Salvador, pero también desde Costa Rica y Panamá. Estos autores consideran la captura de un adulto en el Centro de la ciudad de Belize en Agosto 10 de 1995, como la primera colecta. Cuantificaron poblaciones encontrando resultados de 1 a 2 millones de adultos, entre Agosto 31 a Septiembre 5. En número promedio de mariposas fue de 5 por minuto. Al disectar los adultos se hallaron entre 5 a 80 huevos (promedio 41) por abdomen de hembra. Estos datos constituyen la primera información de Urania a través de Belize.

La migración de Papilionoidea, Hesperidae, también es registrada por Meerman y Boomsma (1997), en diferentes sitios de observación en Belize. Identificaron las especies: Anteos maerula Fabricius, Aphrissa spp, Marpesia spp; Eunica alemena (Doubleday) e Historius spp (Figura 10). En promedio cuantificaron de 5 a 10 mariposas por minuto; y durante todo el período de observación una densidad de 10 a 50 millones de adultos. De los Hesperidae, se hallaron dos especies, que parecen son Calpodes ethlius (Stoll).

Figura 10. Adulto de Urania fulgens

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Plantea Smith (1992) que el género Urania es estrictamente del llamado Nuevo Mundo, donde se alimentan las larvas de plantas euforbiaceas. Este autor ha sugerido que Urania presenta dos tipos de migración: a) La normal y b) la sedentaria. Influyen en estos movimientos la calidad del alimento que determina el crecimiento y desarrollo larval y determinan si los adultos serán migrantes o no. Esta situación dicotómica entre aspectos genéticos y medioambientales, puede ayudar a dilucidar este enigma. En los comportamientos influye la planta Omphalea lo mismo que en su ciclo de vida. Una hembra coloca sus huevos en masas, que incuban entre 3 a 4 días. Las larvas transcurren por siete instares. Los adultos se reúnen para su vuelo migratorio, constituyendo grupos que superan los de la mariposa monarca.

CASO 2: Danaux plexippus

Harmon (2016) explica las razones por las cuales, los adultos de Danaus plexippus, pueden sobrevivir en su viaje migratorio. Afirma que esto se explica por cuanto varios órganos cumplen un papel esencial así:

Cerebro

Los relojes circadianos de las mariposas les permiten percibir el acortamiento del día, hecho que desencadena la migración, afirma Steven Reppert, neurobiólogo de la Universidad de Massachusetts y uno de los autores del estudio. El genoma reveló nuevos datos sobre el control molecular de estos mecanismos.

Antenas

Las mariposas poseen un gran número de genes de receptores olfativos, los cuales, al activarse en las antenas, podrían ayudarles a interactuar con otras mariposas monarca para encontrar su lugar de destino.

Ojos

Los genes implicados en el desarrollo de los ojos permitirían que las mariposas detectaran pequeños cambios en la posición del sol, así como patrones de luz polarizada. Estas sutiles diferencias tal vez les ayuden a no perder la orientación en su ruta hacia los lejanos bosques de abetos.

Órganos reproductores

No todas las mariposas monarca migra, pero las que lo hacen carecen de una enzima clave que da lugar a la hormona juvenil, la cual estimula los órganos reproductores. Ello hace que las mariposas no se desarrollen completamente ni muestren interés por el apareamiento, de modo que puedan centrarse en el largo viaje.

Morse (1985) explica que las larvas de Danaus plexippus se alimentan del follaje de la asclepia (Asclepia syriaca L.) y almacenan los alcaloides de las plantas en sus tejidos. Esto hace incomestible la mariposa adulta para aves depredadoras. Existen otras mariposas que mimetizan la apariencia de la mariposa real, se benefician de sus defensas químicas, aunque ellas no se alimenten de las asclepias y no posean el nocivo alcaloide (Figura 11).

Figura 11. Larvas y migración de Danaus plexippus

Anotaciones finales

En la Biología, el movimiento de los insectos es trascendental. Durante millones de años se han movilizado superando todo tipo de obstáculos. Hoy en día, las especies nocivas se conocen, como las plagas transfronterizas. En la historia de la humanidad se encuentran referencias sobre la colecta y posterior liberación de especies insectiles benéficas. El proceso de colonización realizado por los insectos nocivos los ha llevado a adueñarse de extensos territorios. Quizás entre los ejemplos más destacados está el del Picudo del algodonero en América, pero también los recorridos efectuados por insectos de importancia en Salud Pública, alcanzan tal grado de interés que hacen de estas especies verdaderos fenómenos bioecológicos.

Su capacidad de vuelo, de moverse ha llevado a diversas especies a constituirse en problemas serios, pero también en comportarse como extraordinarios sucesos de impacto ecológico. Comparar la dispersión de la mosca Tse-Tsé con la migración de la mariposa monarca Danaus plexippus es un espectáculo de connotaciones biológicas incomparables. Desde su punto de vista de interés el hombre se sentirá atraído por esta dispersión. El estudio del tema de las migraciones, tiene muchos interrogantes. Unos de tipo ecológico, otros de interés biológico y muchos de ellos, de otros temas por aclarar. Para los conservacionistas la muerte de millones de mariposas, libélulas y otros insectos, en su trasegar parece ser una gran tragedia, pero para el ecólogo en el tributo por la persistencia como seres vivos en un planeta que en cada actividad representa un riesgo (Figura 12).

Figura 12. Conjuntos de adultos de la mariposa monarca.

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