Por:

Carlos Mario Mejía Baena
Ing. Agrónomo de la U. Católica de Oriente (Antióquia)

Leopoldo Ospina
Ing. Agrónomo de la U. Católica de Oriente (Antióquia).

Magda M. Palacio
Proyecto Ornamentales Antioquia. Instituto Colombiano Agropecuario (ICA)

Samir J. Calvo
Grupo de Investigación de Agronomía y Zootecnia. Facultad de Ciencias Agropecuarias, Universidad Católica de Oriente.

Carlos E. Giraldo
Grupo de Investigación de Sanidad Vegetal. Facultad de Ciencias Agropecuarias, Universidad Católica de Oriente.

 

Resumen

Colombia ocupa el segundo lugar a nivel mundial en exportaciones de flor de corte después de Holanda, y esta actividad representa más del 7% del PIB agropecuario nacional. Particularmente, el cultivo de crisantemo es uno de los productos de exportación más importantes del país y genera una gran cantidad de divisas al sector floricultor. Sin embargo, la exportación corre el riesgo de verse afectada por las constantes interceptaciones de insectos plagas. Los trips son sin duda la plaga más limitante en la producción nacional de ornamentales en la actualidad, no solo por su importancia cuarentenaria limitante en la exportación, sino también por el daño indirecto ocasionado a las plantas al ser vector de virus y por el daño estético directo ocasionado al alimentarse. Para controlarlos, se aplican repetidas dosis de pesticidas por ciclo productivo, sin embargo, dada la gran cantidad de casos de resistencia reportados en el mundo para estos insectos, se requiere de estrictas herramientas de evaluación de la efectividad de las medidas de control implementadas.

En crisantemo, el monitoreo de trips se realiza empleando métodos directos (conteos sobre las plantas) e indirectos (trampas pegajosas de color) y aunque ambos métodos parecen ser útiles, el monitoreo directo es al menos cuatro veces más costoso que el indirecto. A la fecha, las investigaciones no han logrado determinar la relación entre ambos tipos de monitoreo para crisantemo, por lo cual encontrarla reduciría los costos de producción y mejoraría la evaluación de medidas de manejo. Este trabajo se realizó con el fin de evaluar la relación existente entre el método de monitoreo directo e indirecto en un cultivo comercial de crisantemo del Oriente Antioqueño, buscando la correlación entre las variables y evaluando distintos modelos descriptivos de dicha relación. Los resultados muestran que la comparación del promedio trips/placa/cama y trips/cama, arrojó una relación lineal simple significativa. Con esto se construyó una ecuación linear de primer orden que relaciona ambos tipos de monitoreo en el campo usando la captura del monitoreo indirecto (promedio trips/trampa/cama), como predictor de las capturas en el monitoreo directo (trips/cama). Los resultados de este trabajo permitirán, a futuro, estandarizar ambos métodos de monitoreo de trips en crisantemo, reduciendo los costos de producción asociados al monitoreo directo y la descarga desmedida de pesticidas al medio ambiente.

 

Palabras clave: Nivel de daño económico, entomología, monitoreo, crisantemo, dinámica poblacional.

 

Introducción

Colombia ocupa el segundo lugar a nivel mundial en exportaciones de flor después de Holanda. Esta actividad representa más del 7% del PIB agropecuario nacional (García-Romero, 2016). En 2017, se generaron divisas por $1.306,44 millones de dólares y se estima que la cifra continúa en aumento, con un incremento en volumen de 5,2% en entre el 2016 y 2017 (Asocolflores, 2017). Las exportaciones de flores proveen 95.000 empleos directos, de los cuales el 60% son mujeres, y 85.000 empleos indirectos. Así pues, este sector se constituye en un renglón productivo, no sólo de importancia económica sino también de tejido social para el país y la región.

El cultivo de crisantemo constituye una de las especies ornamentales más cultivadas en todo el mundo (Pandya & Saxena, 2001) y Colombia ocupa el primer lugar en exportaciones de este producto. El 99% de la producción exportada se siembra en Antioquia y Cundinamarca, con 889 hectáreas (Sisfito ICA, 2017) y constituye el 10,9% de las exportaciones de ornamentales en Colombia (Asocolflores, 2017). No obstante, aun cuando se ocupa un lugar privilegiado en exportaciones en el mundo, en este proceso son frecuentes las interceptaciones de insectos plaga de importancia cuarentenaria, como los trips (Insecta: Thysanoptera) (Pizzol, et al., 2010).

Los trips son sin duda la plaga más limitante en la producción nacional de ornamentales en la actualidad, no solo por su importancia cuarentenaria limitante en la exportación, sino también por el daño indirecto ocasionado a las plantas al ser vector de virus (Jones, 2005) y por el daño estético directo ocasionado al alimentarse (Lesur, 2006). Actualmente se conocen alrededor de 5500 especies de trips, de las cuales, menos del 1% son consideradas plagas de importancia económica (Santos-Amaya, 2010). Sin embargo, éstos han sido relativamente poco estudiados en el país y los últimos estudios al respecto se remontan a más de dos décadas atrás (Posada, 1976; Figueroa, 1977; Corredor & Cárdenas, 1993). El ciclo biológico de estos insectos es muy variado, no obstante, las especies fitófagas plagas parecen pasar siempre por los estados de huevo, larvas, pre pupa, pupa y adulto (Daughtrey et al., 1997).

Los trips causan una herida en el tejido de la planta a través de la cual succionan la savia, deformando hojas y flores (Lesur, 2006). Los daños directos en el cultivo lo producen las larvas y los adultos al picar y al succionar el contenido celular de los tejidos (Van Dijken et al., 1994; Childers & Achor, 1995). Ataques severos pueden producir defoliación, aborto de flores y deformación de hojas y frutos (Loera, 2013). Para controlarlos, los floricultores aplican repetidas dosis de pesticidas por ciclo productivo, no obstante, se han reportado numerosos casos de resistencia (Macintyre Allen et al., 2005; Foster et al., 2010; Lebedev et al., 2013; Nazemi et al., 2015), incluyendo más de 280 casos para las dos especies de mayor importancia económica, F. occidentalis (Pergande) y Thrips tabaci (Lindeman) (Michigan State University, 2017).

El panorama no es alentador dado los altos costos generados en el control de estos insectos y las implicaciones directas del uso de pesticidas en el medio ambiente y la salud humana (Weisenburger, 1993; Puentes-Gómez, 2015), por lo cual los programas de Manejo de Integrado de Plagas (MIP) son una práctica indispensable.

El MIP es una herramienta que incluye como primer paso los muestreos y monitoreos de las poblaciones plagas. En el caso de los trips en crisantemo, el monitoreo se realiza empleando métodos directos e indirectos (Puentes-Gómez, 2015). El monitoreo indirecto consiste en capturar los insectos por medio de trampas pegajosas de color (amarillo o azul), beneficiándose de la atracción que presentan trips por una variedad de longitudes de onda (Walker, 1974; Vernon & Gillespie, 1990). Estas trampas se disponen sobre las plantas y se realizan conteos semanales de los trips capturados en ellas. El monitoreo directo, por su parte, se enfoca en las yemas más jóvenes y las flores, agitando las mismas sobre superficies contrastantes y realizando los conteos de los individuos visualizados (Valerio, 2014).

Aunque los estudios realizados a nivel mundial han demostrado la utilidad de ambos métodos de monitoreo (Hsu & Quarles, 1995; Jacobson, 1997; Shipp, et al. 2000), a la fecha las investigaciones no han logrado determinar la relación entre los conteos realizados mediante los dos tipos de monitoreo en cultivos de crisantemo (Cloyd, 2009; SIFLOR, Cloyd, 2016). Los costos generados al implementar ambos tipos de monitoreo son elevados, por lo cual encontrar la relación entre ambos tipos de monitoreo reduciría los costos de producción y mejoraría la evaluación de medidas de manejo implementadas.

Este trabajo se realizó con el fin de evaluar la relación existente entre el método de monitoreo directo (# trips/planta) y el monitoreo indirecto (# trips/trampa), en un cultivo comercial de crisantemo del Oriente Antioqueño. Para ello se realizó un monitoreo directo e indirecto diez veces más intenso que el usado en los cultivos comerciales. Los resultados de este trabajo aportan fundamentos técnicos para la estandarización de ambos métodos de monitoreo de trips en cultivos de crisantemo, y a futuro, permitirán establecer nuevos umbrales de daño económico para esta plaga. Ambos aspectos representan una prioridad para el sector floricultor en la región, el país y otros países productores de flor en el mundo.

Metodología

 El ensayo fue realizado en un cultivo comercial de crisantemo del grupo Vegaflor, en el Oriente Antioqueño, ubicado en la vereda Llanogrande del municipio de Rionegro (6.142182°N; -75.417759° O; altitud   2100 m.s.n.m; 2000 mm de lluvia anual; 20ºC temperatura promedio).

Se seleccionaron 3 camas (1,35 m de ancho por 38 m de largo) de las variedades más susceptibles al ataque de trips en el cultivo donde se evaluaron ambos métodos de monitoreo.

Para el monitoreo indirecto se dispusieron 27 placas semanales de 10×10 cm., siguiendo lo propuesto por Carrizo (2008), impregnadas con pegante comercial (biopegante). Estas se dispusieron a 7 cm. de altura del ápice de las plantas durante todo el ciclo de cultivo y fueron reemplazadas semanalmente. Los colores más atractivos para los trips fueron seleccionados de ensayos previos realizados en el mismo cultivo (Ospina et al. en prep). Los conteos de los trips capturados en las placas fueron realizados en el laboratorio de entomología de la Universidad Católica de Oriente, usando un esteromicroscopio Nikon Modelo C- DSS115. El método directo de monitoreo se realizó en 30 sitios de la cama (cada uno con un área aproximada de 1.70 m2), durante 8 semanas en un ciclo productivo del cultivo hasta la cosecha. El conteo incluyó tanto larvas como adultos de trips. Los datos de ambos monitoreos fueron digitalizados en hojas de cálculo para su posterior análisis.

El análisis estadístico fue realizado empleando los programas R studio 1.0.143 (R Core Team, 2013) y Past 3.13 (Hammer et al., 2001). Se realizaron diferentes niveles de comparación entre los métodos de monitoreo y finalmente se seleccionaron los datos de la densidad total de trips por cama (en el monitoreo directo) y el promedio de captura de trips por trampa en cada cama (en el método indirecto).

Se realizó un análisis de correlación, entre las variables (#trips/cama y promedio- trips/trampa/cama) y un modelo linear generalizado (GLM). Finalmente, se construyó una ecuación linear de primer orden, la cual relaciona ambos tipos de monitoreo en el campo.

Resultados

Durante el ensayo se capturaron un total de 663 individuos, principalmente adultos, en las trampas de color y se contaron 766 larvas y 477 adultos durante el monitoreo directo (tabla 1). El promedio de captura semanal fue de 82.85 trips (± 50,09), en el monitoreo indirecto, y de 414,33 (± 115,79) individuos, en el conteo directo. Un pico poblacional se presentó durante las semanas 4 y 5, y se reflejó en ambos métodos de monitoreo (Figura 1) con un máximo de captura de 269 trips/trampa/cama y 583 trips/cama. El conteo de larvas en el monitoreo directo representó el 61,62% del total de los individuos registrados en este tipo de monitoreo.

Figura 1. Resultados de monitoreo semanal para ambos métodos de monitoreo. Los cuadros negros representan las capturas del monitoreo directo en las camas, escala sobre el eje primario (izquierda); los círculos vacíos representan las capturas del monitoreo indirecto en las trampas de color, escala sobre el eje secundario (derecha).

Tabla 1. Capturas de totales de trips mediante ambos métodos de monitoreo, durante el ciclo productivo de crisantemo.

De las diferentes comparaciones realizadas entre ambos métodos de monitoreo (Anexo 1), solo la comparación de promedio trips/placa/cama y trips/cama, mostró una relación lineal simple significativa para dos de las comparaciones (Figura 2). La primera comparación que se realizó fue el total de individuos contados por cama (directo) y el promedio de captura por trampa (indirecto), con una relación lineal significativa (p < 0.01) (Figura 2a). La segunda, fue el total de larvas (directo) y el total de captura por trampa (indirecto), igualmente con una relación lineal significativa (p < 0.01) (Figura 2b). Finalmente, la comparación del total de trips adultos/cama (directo) y los trips/trampa (indirecto), no fue significativo (p= 0,24) (Figura 2c). La figura 2, muestra la relación lineal existente (p < 0.01) entre los conteos de larvas y el total de trips/cama encontrados en el monitoreo directo.

Figura 2. Graficas de los GLM relacionando los monitoreos directo (eje x) e indirecto (eje y). (a) monitoreo indirecto vs. monitoreo directo; (b) monitoreo indirecto vs. larvas, (c) monitoreo indirecto vs. adultos, (d) monitoreo directo total vs. directo larvas.

Discusión

Los resultados de esta investigación revelan una relación lineal significativa existente entre los dos métodos de monitoreo de trips empleados actualmente en los cultivos comerciales de crisantemo. Esto contradice lo reportado previamente para este cultivo (Cloyd, 2009), pero concuerda con lo encontrado para otros cultivos ornamentales sembrados bajo invernadero como rosa (Pizzol et al., 2010) y clavel (Robb, 1989; Cloyd & Sadof, 2003).

Los datos recopilados reflejan que existe una abundancia mucho mayor de larvas de trips que de adultos en el monitoreo directo. Esta diferencia, puede deberse al comportamiento tigmotáxico natural de los trips (Hansen, et al., 2003), que podría generar el desplazamiento de las formas adultas y la permanencia de los inmaduros en las plantas al momento del monitoreo. De esta forma, los resultados sugieren que discriminar la abundancia de los diferentes estados de desarrollo del insecto en el monitoreo directo es una medida innecesaria que incrementa el tiempo del monitoreo y los costos del mismo.

El aumento de las capturas de trips en las semanas 4 y 5 coincide con la aparición de botón floral en las plantas de las variedades evaluadas. Dicho incremento concuerda con lo encontrado en trabajos previos realizados en el mismo predio y con otros trabajos realizados en otros cultivos de crisantemo hace casi tres décadas (Cárdenas & Corredor, 1989). Aunque estos autores indican que el decremento poblacional podría explicarse por el descenso de número de huevos por hembra después de la quinta semana, los resultados aquí presentados sugieren una dinámica sincrónica en los diferentes estados de desarrollo, con una reducción poblacional fuerte después de la quinta semana del cultivo. Este análisis, sugiere que las poblaciones de trips en crisantemo parecen seguir un patrón asociado a la fenología del crisantemo, independiente del tipo de monitoreo y las medidas de control empleadas.

Las reducciones poblacionales posteriores a la semana cinco, podrían explicarse por la aparición de sustancias anti estimulantes producidas durante la floración, como las piretrinas identificadas en plantas de piretro (Chrysanthemum coronarium L.), (Asteraceae) (Pascual-Villalobos, 1996), y a partir de las cuales se sintetizaron inicialmente los piretroides, uno de los insecticidas de síntesis química más empleados en el control de plagas en muchos cultivos, incluido, particularmente, el crisantemo.

Otra posible explicación al desestímulo es que la modificación anatómica de las plantas al florecer puede exponer los individuos obligándolos a buscar fuentes alternativas de refugio debido a su comportamiento tigmotáxico (Hansen, et al., 2003). Lo anterior abre nuevos panoramas para la investigación de trips en cultivos de crisantemo, haciendo necesario evaluar las sustancias propias originadas en cada etapa fenológica del ciclo productivo del cultivo y determinando cómo esto puede alterar la incidencia de trips en la planta. Además, se requiere evaluar el comportamiento y la reproducción de las diferentes especies de trips asociadas al cultivo para establecer la estructura de la comunidad en incurrir en prácticas de manejo más especializadas.

Es de notar que este trabajo estudió los trips como comunidad (poblaciones de las distintas especies) y no como poblaciones de las distintas especies en el cultivo, como fue realizado en trabajos previos (Hue & Quarles, 1995; Jacobson, 1997; Shipp et al., 2000) y registrado en revisiones posteriores (Cloyd, 2009). Este puede haber sido el factor diferencial entre los resultados, permitiendo por primera vez relacionar cuantitativamente los monitoreos de trips en cultivos de crisantemo. Aunque el monitoreo a nivel de comunidad pierde resolución taxonómica y no permite la identificación y abundancia relativa de las especies, los alcances del monitoreo en cultivos comerciales y las interceptaciones ocasionadas por la presencia de trips en los cargamentos de exportación, trabajan también en esta resolución taxonómica. De esta manera, la relación aquí presentada entre ambos métodos de monitoreo de trips, a nivel de comunidad y dejando de lado la estructura de la misma, ayuda en gran medida al manejo de estos insectos en cultivos comerciales de exportación.

Robb (1989) sugiere que las trampas de color cerca del invernadero ayudan a predecir la población de Frankliniella occidentalis (Pergande) en cultivos ornamentales bajo invernadero. No obstante, menciona que la eficiencia del método depende de la ubicación y del color de la trampa como ha sido sugerido por otros autores (Yudin et al., 1987; Brødsgaard, 1989; Vernon & Gillespie1990; Hoddle et al. 2002). Estos factores, deben también tenerse en cuenta a la hora de estandarizar los métodos de monitoreo en cultivos de ornamentales de exportación del departamento y el país, para incurrir en mejores estrategias de manejo integrado.

Bajo las condiciones de este trabajo, podría emplearse la captura del monitoreo indirecto (promedio trips/trampa/cama), como predictor de las capturas en el monitoreo directo (trips/cama), siguiendo la ecuación:

Y = 1.2946 X + 16.035 (Figura 3)

Donde:

Y: es el conteo de trips en 90 plantas por cama

X: es el promedio de trips capturados en 9 trampas de color estandarizado (450 nm; 10% reflectancia)

Coeficiente de correlación: 0.63865; p= 0.0007829

Intervalo de confianza de la pendiente “a”: (0.64523, 2.282); error: 0.33255

Intervalo de confianza del intercepto “b”: (-7.7459, 36.391); error: 11.168

Figura 3. Relación lineal entre monitoreo indirecto (eje x) y monitoreo directo (eje y), con uso potencial para monitoreos predictivos en los cultivos.

Para este caso, se puede decir que la presencia de un trips en promedio por trampa de color estandarizado (9 trampas/cama), puede predecir la presencia de aproximadamente 17 trips por cama (90 plantas/evaluadas), siguiendo la ecuación presentada. Si el valor del monitoreo directo es extrapolado a la densidad real de las camas de cultivo (3600 plantas/cama), se podría decir por cada trips promedio capturado en trampas, se esperan entre 667 y 732 trips por cama, sin tomar en cuenta la variación estimada de la población inicial (intercepto “b”).

Pizzol et al., (2010), mencionan que el monitoreo directo representa más del doble de tiempo que el monitoreo mediante trampas de color, por lo cual estimaron umbral de daño/acción de 6,7 trips por trampa para trips en rosas, usando el monitoreo indirecto. Para clavel se establecieron umbrales de acción (UA) de 20 trips/trampa/semana (Cloyd & Sadof, 2003), no obstante, los umbrales pueden variar de 10 a 40 trips/trampa/semana para F. occidentalis, dependiendo de la susceptibilidad a virus encontrada en los cultivos (Frey, 1993; van Dijken et. al., 1994). Sin embargo, cabe resaltar que densidad de placas usadas pocas veces es establecida, aun así, para los resultados aquí presentados los UA se habrían alcanzado en las diferentes muestras tomadas en el cultivo. Así pues, los UA usados actualmente en crisantemo para los cultivos de la región, cuando se usan, son establecidos por cada compañía productora y parecen no seguir un patrón establecido, tomando medidas de control químico periódicas sin tener en cuenta en los UA en la toma de decisión.

Lo anterior sugiere la necesidad de establecer nuevos índices de Nivel de Daño Económico (NDE) y UA para estos insectos y contribuir así a mejores prácticas MIP en los cultivos de crisantemo de la región y el país. Los resultados de este trabajo permitirán, a futuro, estandarizar ambos métodos de monitoreo de trips en crisantemo, reduciendo los costos de producción asociados al monitoreo directo y la descarga indiscriminada de pesticidas al medio ambiente.

Agradecimientos

En memoria del profesor Rodrigo Vergara Ruiz, promotor de la entomología en Colombia, quien dedicó su vida con pasión y paciencia a la formación de quienes fuimos sus estudiantes. Un agradecimiento especial al personal de “CI Flores de la Vega” por la asistencia en el trabajo de campo y el acceso al cultivo. Este trabajo fue apoyado por el Sistema de Investigación y Desarrollo, convocatoria 2017 de la Universidad Católica de Oriente, Antioquia-Colombia.

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