Por: Vidal Romero
Periodista y Storyteller

Cada vez es más difícil hablar sobre marihuana y legalización en un país donde diariamente vemos cómo se vulneran los derechos de la sociedad; sin embargo, al mismo tiempo, es increíble ver cómo a pesar de las dificultades es cada vez más sencillo conseguir todo lo que necesitas para cultivar tu propia marihuana.  

Cultivar tu propia marihuana no es nada nuevo y no es ilegal, de hecho, es una de las mejores opciones para que los consumidores recreativos no incurran en problemas legales cuando deben ir a comprar. 

Y es que según el decreto 2467, emitido por el Ministerio de Salud y Protección Social en diciembre de 2015, el mismo año que se legalizó la marihuana para uso medicinal, el autocultivo es una “actividad que da lugar a una pluralidad de plantas de cannabis en número no superior a veinte (20) unidades, de las que pueden extraerse estupefacientes o psicotrópicos y que se destina exclusivamente al uso personal, para lo cual no se requerirá licencia de cultivo”.

Pese a esto, actualmente son pocas los consumidores recreativos que autocultivan en su hogar, algunas veces por desconocimiento o simplemente por que no tienen claro cómo hacerlo. Lo curioso es que este es quizá una de las mejores herramientas para combatir el narcotráfico, acabar con las llamadas “ollas”, y alejar del consumo a los jóvenes y niños en Colombia. 

Porque como lo he manifestado en columnas anteriores, no estoy de acuerdo en el consumo de menores de edad, que sumado a las pocas oportunidades laborales y educativas que tienen en Colombia, está dejando sin futuro a las próximas generaciones. 

Basta ver cómo en algunos lugares donde se concentran manifestantes, en este momento de paro nacional en Colombia, cuando no hay marchas y las instituciones no tienen el control de la zona, los vendedores, que muchas veces son jóvenes que forma parte de un grupo más grande, salen a vender, convirtiendo los espacios en pequeños mercados ilegales, donde cualquiera, muchas veces sin importar su edad, puede comprar marihuana.

Es por eso que el autocultivo puede ser una gran solución para matar varios pájaros de un solo tiro, con el gran beneficio, de que una persona que cultiva puede escoger la semilla que quiere cultivar y, por ende, enfocarse en los beneficios que quiere encontrar en una u otra. Es decir, si quiere que lo relaje o lo psicoestimule, cultive sativa, o si quiere tener un efecto relajante, cultive índica. Sin hablar de que, en estos dos grandes grupos de semillas hay una gran cantidad de plantas con diferentes valores de CBD o THC. Mi favorita, la AK47. Una cepa híbrida de dominancia sativa, que mezcla variedades colombianas, mexicanas, tailandesas y afganas, reuniendo una compleja combinación de sabores y efectos.

Y para los que no lo saben, en Colombia, en varias ciudades del país, existen muchas tiendas que venden todo lo necesario para ayudar a cultivar en casa. En gran parte, porque los cultivos más potentes no se hacen en el exterior, se hacen en sitios cerrados, utilizando carpas que no permiten salir el olor, luces que reemplazan la luz del sol, sistemas de riego para que la planta reciba la cantidad de agua perfecta y fertilizantes y sustratos para un crecimiento efectivo. 

Es decir, un pequeño universo que permite a los colombianos seguir disfrutando la marihuana de la mejor manera, incluso si lo que desea es cultivar para problemas de salud, sin arriesgar su vida ni incurrir en problemas de legalidad.