Por: I.A Alexandra Castillo T.
Universidad Nacional de Colombia
Arysta Lifescience.

 

La agroindustria floricultora en Colombia, que cuenta ya con una historia de más de 50 años, se ha sustentado no solo en las condiciones climáticas y geográficas en las que se desarrolla, sino también en el cúmulo de retos que a lo largo de su trayectoria ha superado con éxito y que hoy en día le permiten posicionarse como uno de los principales proveedores de flores a nivel global y con unos estándares de calidad que satisfacen a los mercados más exigentes.

En la actualidad, Colombia es el segundo exportador mundial de flores frescas cortadas después de Holanda, y es a su vez el mayor proveedor de flores para Estados Unidos, con una amplia variedad de especies, de las cuales los crisantemos ocupan el tercer lugar de los productos enviados después de la rosa y el clavel. El crisantemo tiene una participación del 11% de las exportaciones totales.

Sin embargo, los empresarios floricultores colombianos han querido siempre ir más allá, explorando nuevos mercados y asumiendo mayores retos. Es así como durante la última década encontraron la oportunidad de participar en unos nichos de mercado específicos, pero que trajeron consigo la necesidad de cumplir unos requerimientos especiales de calidad en términos de altura final, longitud de pedúnculo, grosor de tallo, peso del talloy número de flores, lo cual exige la implementación de manejos y herramientas para cumplir con ellos.

Según los datos de Trade Map, suministrados por Asocolflores, Colombia ha diversificado su canasta exportadora de crisantemos a mercados Premium y su incremento en ventas ha sido ostensible. Los destinos con la evolución más significativa son:

  • Reino Unido, pasando de $1,9 millones USD en 2008 a $12,44 millones USD en 2017.
  • Chile, pasando de $440.000 USD en el 2008 a $9,48 millones USD en el 2017.
  • Canadá, pasando de $3 millones USD en el 2008 a $6,9 millones USD en el 2017.
  • Australia, pasando de $39.000 USD en el 2011 a $2,6 millones USD en el 2017.
  • Japón pasando de $22.000 USD en el 2008 a $1,56 millones USD en el 2017.

Por supuesto, estos logros son fundamentalmente obtenidos por el excelente trabajo estratégico realizado por las compañías floricultoras, que han sabido adaptar sus procesos técnicos y logísticos para el cumplimiento de estos objetivos. No obstante, queremos resaltar en este artículo, la labor silenciosa y consistente de un elemento que ha jugado un papel clave para la obtención de esos atributos de calidad que han llevado al crisantemo a triunfar en esos mercados Premium.

Qué es B-Nine WG

B-Nine WG es un regulador de crecimiento (PGR) cuyo ingrediente activo es el daminozide, que fue uno de los primeros activos registrados para este uso hacia 1963.

Actualmente, B-Nine WG es uno de los productos comerciales más utilizados en Estados Unidos, Canadá y, por su puesto, Colombia. Esto se debe a su formulación como gránulos dispersables (WG) -se disuelve completamente en el agua hasta lograr una solución homogénea- y a que posee agentes humectantes que evitan la necesidad de mezclarlo con aditivos.

B-Nine WG actúa por vía sistémica, se absorbe a través de las hojas y se transloca al resto de la planta, inhibiendo la biosíntesis de giberelinas por imitación estructural del ácido 2- oxoglutarato.

Biosíntesis de giberelina

A nivel fisiológico, B-Nine WG tiene los siguientes efectos colaterales que benefician la calidad del crisantemo:

  • Disminuye la tasa de senescencia al reducir la disponibilidad de sustrato (poliaminas) para la biosíntesis de etileno aumentando el índice de vida poscosecha.
  • Se redireccionan carbohidratos hacia la raíz, estimulando el desarrollo radicular y la producción de citoquininas con un consecuente aumento en el desarrollo de cloroplastos, mejor coloración de follaje (verde intenso) y una mayor acumulación de materia seca en tallos.
  • Permite la acumulación de ácido abscísico, lo cual incrementa la tolerancia a condiciones de estrés por déficit hídrico.
  • El efecto inhibitorio sobre las giberelinas trae consigo un aumento en el número de tallos laterales y botones florales y, por supuesto, una disminución de la longitud entre nudos que permite tener tallos y plantas compactas, más fuertes y de mejor calibre.
  • En bancos de enraizamiento, las plantas tratadas tienen un mejor desarrollo radicular, proporcionando una mayor capacidad de extracción de nutrientes. Las plantas se marchitan menos y tienden a recuperarse más rápido del estrés del trasplante.

Recomendaciones para uso de B-Nine WG

Las giberelinas son sintetizadas en tejidos apicales de la planta; de allí la importancia de realizar aplicaciones dirigidas a la parte superior de la planta garantizando que todo el follaje quede cubierto para generar el efecto deseado en donde están ocurriendo los nuevos crecimientos.

Para obtener resultados consistentes, el tamaño de la gota debe estar entre 500 – 700 micras, con lo que se garantiza que B-Nine WG permanezca sobre la superficie de la hoja y seque despacio.

B-Nine tiene su mayor eficacia si se aplica con volúmenes de agua bajos, aproximadamente un litro de solución de B-Nine WG para un área de 10 metros cuadrados.

Se recomienda realizar la aplicación a primeras horas de la mañana o al terminar la tarde, cuando esté baja la intensidad lumínica y con una humedad relativa alta (>70%); el agua de solución debe tener un pH entre 5.5 y 6.5.

Las plantas tratadas con B-Nine WG deben estar con suelo húmedo y follaje seco, no aplicar productos a base de cobre siete días antes o después; no se debe realizar mezclas con fungicidas, insecticidas ni fertilizantes.

Las dosis recomendadas pueden variar de 2500 a 7000 ppm dependiendo de factores como la variedad, fisiología de la planta, la densidad de siembra, las noches de luz y el clima. Las plantas en producción pueden requerir más de una aplicación, la cual debe realizarse con intervalos de 7 a 14 días.

Es recomendable marcar una muestra de las plantas tratadas para monitorear semanalmente el crecimiento. Esto ayuda a observar el efecto del producto, a determinar el mejor momento para otra aplicación y a sembrar las variedades por grupo de crecimiento y/o días de luz que requieran para tratar las plantas con la misma estrategia de B-Nine.

Aspectos de Seguridad B-Nine WG

B-Nine WG cumple con los requisitos de los registros EPA, ICA y Licencia Ambiental ANLA para los metabolitos permisibles:

  • Registro ICA: 3766
  • Registro EPA: 400-478
  • Licencia ambiental: 0433

Su formulación es segura al manipular por los operarios encargados de la aplicación y no deja residuos contaminantes ni en follaje ni en equipos de aplicación.

Es completamente compatible con el cultivo sin riesgo de fitotoxicidad a dosis acumulativas estándar y cuenta con el respaldo y acompañamiento técnico de Arysta Lifescience.

Bibliografía

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  • B-Nine WG, Regulador de crecimiento para ornamentales. Guía de consulta. Uniroyal Chemical.
  • A.G. Esquivel-Pool, E. Villanueva-Couoh et al. El Daminozide aumenta el diámetro de la inflorescencia del crisantemo (Dendranthema grandiflora), cultivar Polaris White. Revista Chapingo serie Horticultura 11 (2): 361-364.
  • Lincon Taiz, Eduardo Zeiger, Ian Max Moller, Angus Murphy. Plant physiology and Development.Sixth Edition.
  • Erik Runkle, associate professor and floriculture extension specialist in Michigan State University’s, department of horticulture. Successful Use of the PGR Daminozide. Michigan State University, Extension Floriculture Team.