Por: I.A. Lucia Lotero Valencia
Especialista en Gerencia Comercial y Mercadeo

Esta semana, en el marco de una convivencia en el colegio donde estudian mis hijas, se abrió un espacio de conversación con una de ellas y me di cuenta de lo importante que ha sido poder mantener una comunicación abierta y cercana. Hicimos un test de 40 preguntas sobre diferentes temas de los que ya debería haber hablado con mi hija a su edad. Afortunadamente, de los 40 temas planteados, ya habíamos hablado en algún momento de 30 de ellos. De los 10 faltantes, uno en especial llamó mi atención por lo simple pero, a su vez, por lo complejo que puede llegar a ser definirlo. La pregunta fue: ¿le has contado a tu hij@ cuál era tu sueño? En ese instante la mente empieza a viajar al pasado intentando llegar a un sueño específico… ¿ese que has perseguido? ¿ese por el que has luchado tanto? y quizás encuentras un sueño que ya has hecho realidad, o encuentras ese sueño en el que sigues concentrado sin perder el rumbo, o ese que se te quedó en el olvido.  

Paulo Coelho dice: “La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante”. Tener un sueño hace que la vida tenga sentido. Al mirar atrás y buscando en tu memoria puedes encontrar que tienes la profesión que soñaste; seguramente hoy tienes un día a día lleno de campo, flores, gente y a lo mejor así lo imaginaste alguna vez. Por alguna experiencia vivida decidiste que tus días pasarían en un ambiente lleno de naturaleza, lleno de aire de campo y alejado del acoso de la gran ciudad.

Los sueños y objetivos de vida se van consiguiendo poco a poco, con esfuerzo diario y mucha entrega, paciencia y persistencia; pero, lo primero es parar y preguntarse ¿cuáles son mis sueños en esta etapa de mi vida? ¿Detrás de que voy? ¿Qué me está motivando y moviendo para hacer lo que estoy haciendo?

La principal razón por la que no logramos los sueños es porque no sabemos qué es lo que realmente queremos en la vida. Podemos tener ideas vagas de lo que queremos, pero realmente no lo tenemos definido de una forma clara y concisa en nuestra mente.

Por eso hoy quiero proponerte que revises estas tres preguntas para que hagas un alto al final de este año 2019 y entres al 2020 con pie firme, con sueños y metas definidos:

  1. ¿Qué es lo que me apasiona?
  • Haz una lista de las cosas que más te gusta hacer: por ejemplo, de las cosas que harías así no te pagaran.
  • Piensa en qué cosas haces los fines de semana y que te hacen muy feliz.
  • Piensa en aquellas actividades donde logras concentrarte con facilidad y que disfrutas tanto que sientes que se te pasa el tiempo volando.
  • ¿En qué soy realmente bueno?
  • Es decir, en lo que tienes resultados de una forma fácil y divertida.
  • ¿Qué hago y me diferencia de mis compañeros?
  • ¿En qué cosas me desempeño mejor?
  • ¿Qué atributos tengo y me han caracterizado siempre? Desde el colegio, en la universidad y en mi casa.
  • Compara tus respuestas y define si puedes vivir de lo que te apasiona. ¿Eres feliz y pleno en tu trabajo? ¡fantástico! O, por el contrario, ¿estás haciendo algo por ocupar tu tiempo y generar ingresos y cuando llega el fin de semana ves que la mayor parte de tu tiempo la ocupas en otra actividad que te hace más feliz?  A lo mejor si te organizas bien y te pones fechas y plazos puedes enmarcar mejor tu objetivo de dedicarte a eso que te llena el alma.

Muchos de los sueños no se cumplen porque sencillamente no los empiezas a realizar. Si tu sueño es cantar, pues inscríbete en un curso de técnica vocal y empieza a cantar los sábados en la noche en un bar de la ciudad; créeme hay muchos donde te pueden dar el chance si lo haces bien. Otras personas disfrutan mucho cocinando y lo hacen mejor que los demás, lo disfrutan tanto que pueden pasar todo un día haciendo platos para familia y amigos. ¿Qué pasaría si lo intentaran hacer todos los días pensando que su pasión puede ser gran idea de negocio y de ingresos?

A veces nuestra mente nos juega malas pasadas y nos limita, pero si le pones fe, constancia y mucha dedicación, vas a ver que puedes hacer los cambios necesarios para encontrar el camino de hacer tus sueños realidad.

¡Comienza a actuar en pro de tus sueños! Vivimos un momento en que hay demanda de tantas cosas… Sueña, crea, emprende y disfruta, que Dios y la Vida te mostrarán y te confirmarán el camino.