Por: Jorge Centanaro.

En la producción de flores de corte intervienen muchas variables que en algunos casos son difíciles de manejar: la luminosidad, la temperatura, la humedad, las concentraciones de CO2y, en general, las que intervienen en la ecuación de la fotosíntesis, que inciden directamente sobre la productividad de los cultivos, y el momento exacto de la venta de flor a mercados cada vez más exigentes que abren la ventana comercial en un tiempo específico. La producción que sale mucho antes o después de que se ha cerrado la ventana pierde significativamente valor respecto a la que sí logra llegar a tiempo.

Con el fin de lograr atenuar los efectos de estas variables, se ha hecho muy común el uso de los bioestimulantes, los cuales, enmarcados en un manejo adecuado de la fertilización, logran disminuir los efectos adversos de las variables anteriormente mencionadas.

Los bioestimulantes agrícolas se encuentran entre los productos más antiguos que se vienen utilizando en la agricultura. Siempre ha existido la necesidad de estimular el crecimiento de las plantas para aumentar los rendimientos y, tanto más, cuando el agricultor ve que su cosecha puede verse mermada, sobre todo después de haber pasado por una inclemencia meteorológica.

Los bioestimulantes son capaces de actuar en los procesos metabólicos y enzimáticos de las plantas para mejorar los niveles de producción y calidad de cultivos; estos productos son empleados en todos los cultivos. 

Ofrecer al mercado productos innovadores y eficaces ha sido la misión inspirada en la investigación, haciendo que los valores del Grupo ISAGRO se conviertan en productos. Es así como nace ERGOSTIM. Producto formulado con base en AATC (ácido N-acetilo-tiazodilina-4-carboxilo) y ácido fólico.

La L-cisteína mejora el contenido de L-prolina en los tejidos para mejorar la resistencia al estrés abiótico.

¿Como actúa?

Genera un incremento de la actividad enzimática y del metabolismo vegetal, con acentuación de los procesos de respiración, transpiración y síntesis.

Estimula la asimilación clorofílica optimizando la fotosíntesis, e intensifica el crecimiento del sistema radicular asegurando una mejor nutrición.

Aumenta el nivel de grupos tiólicos que proporcionan mayor actividad enzimática, y metabólica, estimulando los procesos bioquímicos ligados a la productividad y calidad de las cosechas.

¿Para qué aplicarlo?

  • Para obtener una maduración uniforme.
  • Para mantener el cultivo en producción durante un periodo más prolongado.
  • Para obtener incrementos cuantitativos y mejoras cualitativas como coloración de las flores, estabilización de aromas, y conservación del producto vegetal.
  • Para obtener mayor cantidad y calidad de cosecha.
  • Para obtener un desarrollo vegetativo más vigoroso.

Estrés abiótico (cambios de temperatura drásticos, salinidad, viento, exceso o falta de agua) no son excepciones. Los niveles de producción derivan del potencial de cultivo bajo situaciones ideales reflejadas en situaciones reales.