Por: Panagiotis Karanikas

 

El trabajo de un invernadero es proporcionar una estructura para el cultivo de plantas. Debe ser transparente a la luz solar, pero suficientemente cerrado para reducir la pérdida de calor. Parte de la radiación solar que viaja a través del material de recubrimiento produce calor, y parte de él se utiliza para la fotosíntesis.

Foto 1. Invernadero. Por Martha Silva vía Flickr

Los expertos descubrieron que las plantas no requieren todo el espectro de colores que se encuentran en la luz del día normal para crecer, y esto ha dado como resultado que los invernaderos de nueva generación usan longitudes de onda específicas de luz para estimular el crecimiento de las plantas  y cambios en el color y el sabor de los productos.

Es importante recordar que los seres humanos perciben la luz de manera diferente que las plantas. Nosotros tenemos la respuesta más fuerte a la luz en la parte verde/amarilla del espectro. Por otro lado, para la fotosíntesis, las plantas responden más fuerte a los espectros de luz azul y rojo, y a longitudes de onda de la luz roja e infrarroja.

Por ejemplo, los biólogos del Centro Tecnológico de Stockbridge (STC, por sus siglas en inglés) descubrieron que las plantas expuestas a un cóctel cuidadosamente calculado de luz roja y azul prosperaban en su centro de investigación de 929 metros cuadrados, cerca de Selby, en North Yorkshire. Descubrieron que pueden intervenir en el control de los hábitos de crecimiento de las plantas así como de aumentar el rendimiento, utilizando bombillos de colores. El centro utiliza luces azules, rojas y infrarrojas para controlar el crecimiento de las plantas.

La iluminación, como hemos dicho, cambia la forma de las plantas y sus hábitos. Las plantas compactas pueden mantenerse sin necesidad de químicos, y podemos cambiar el color como prefiramos. El caso de la lechuga es un buen ejemplo. Hay un mercado fuerte para la lechuga morada, pero durante los meses del invierno en el Reino Unido no hay bastante luz azul en el sol para que las plantas desarrollen las hojas moradas. Aplicando técnicas de iluminación en los cultivos se puede franquear este obstáculo natural.

El equipo de científicos del centro está motivado para crear nuevos métodos de cultivo, debido a la amenaza del cambio climático y también del crecimiento de la población mundial que necesita alimentación.

Aunque la luz es fundamental para la producción de invernadero, es uno de los parámetros más difíciles y costosos de regular. Los efectos climáticos de la luz deben considerarse en todos escenarios de diseño de invernaderos. La producción de cultivos y su control ambiental necesitan estrategias para aprovechar al máximo los beneficios de la luz y mitigar las consecuencias negativas asociadas con la variabilidad de la luz natural.