Por: I.A. Guillermo Cruz
Avgust Crop Protection Colombia
Gerente de Mercadeo
Paises Andinos & Centroamérica.
La actividad fisiológica que genera la interacción biológica entre la planta, el medioambiente, el agua y el suelo, les permiten a las moléculas fungicidas moverse superficial e internamente en los tejidos vegetales, movimientos que producen un comportamiento biológico de las moléculas en la planta.
Cada molécula tiene unas características físicas y químicas propias, por lo cual su comportamiento biológico en la planta también es diferencial, así como la velocidad y tiempos dentro de los cuales mantiene sus propiedades fungicidas y su capacidad de ejercer control sobre los patógenos.
La dinámica poblacional de las enfermedades es igualmente cambiante, dada su naturaleza biológica y su dependencia absoluta de las condiciones medioambientales cambiantes, de las condiciones naturales y adquiridas del sustrato en el cual se desarrolla la planta, y de la favorabilidad que ella genera para que se desarrolle o se imposibilite el proceso infectivo en sus tejidos vegetales.
La especificidad del fungicida y las características fisicoquímicas son propias de cada molécula, por lo tanto, teniendo en cuenta las razones anteriormente expuestas, no se puede asociar el espectro de acción de los fungicidas a las diferentes clases de patógenos que controlan los mismos por su Mecanismo (MeA) y Modo (MoA) de Acción. Hay que tener en cuenta e incluir en el análisis de la molécula y en el momento de la selección del fungicida, para aplicación solo y/o en mezcla, su especificidad en la sensibilidad sobre los patógenos.
El comportamiento biológico en la planta (Modo de Movimiento), la eficacia fungicida, las fases de los procesos fisiológicos de las moléculas, así como los procesos de degradación de las moléculas fungicidas, los cuales determinan el mantenimiento y la persistencia de la actividad fungicida de las mismas, son propias de cada molécula. Esto quiere decir que así sea que se esté aplicando un fungicida solo, en mezcla de tanque, o mezclado químicamente, cada molécula conserva sus características, propiedades, efecto y actividad diferencialmente, y el efecto sobre el hongo es complementario y/o aditivo al sumar la actividad de cada uno de ellos
En todos los casos, al aplicar un fungicida solo, en mezcla física o mezclado químicamente, cada molécula mantiene intactas sus propiedades fisicoquímicas, el comportamiento biológico en la planta y, lógicamente, y de manera independiente, su actividad biológica sobre la enfermedad. Es por esta razón que, al implementar el uso de fungicidas para el control de enfermedades, se debe tener en cuenta la mínima proporción de ingrediente activo que debe distribuirse en una unidad de área para que controle un mínimo porcentaje de población del patógeno, pero analizado independientemente para cada molécula.
Todas estas consideraciones técnicas surgen de un análisis pormenorizado al considerar que tanto la planta como los patógenos son dinámicos y cambiantes dada su naturaleza de estar vivos, mientras que las moléculas fungicidas son ingredientes activos de síntesis química diferencial y, por lo tanto, sus características se mantienen, así como sus propiedades fungicidas, comportamiento biológico, eficiencia y eficacia sobre el control de enfermedades.
El objetivo entonces se logra, considerando estos conceptos asociados a la fisiología de la planta, a las condiciones medioambientales y a las propiedades fisicoquímicas de cada molécula, en la asertividad de la selección del fungicida, el momento oportuno de aplicación teniendo en cuenta el estado de desarrollo de la enfermedad y, lo más importante, la favorabilidad y estado fisiológico de ese ser maravilloso llamado la planta.