Por: Alfonso Martínez Sánchez-Sicilia
CEBE (Centro de Estudios de Bioseguridad) – Sucursal COLOMBIA

 

En la actualidad la agricultura debe hacer frente a una serie de desafíos como son la degradación y la pérdida de fertilidad de los suelos. Por una parte, el sector agrícola contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero y, por otra, se ve afectado negativamente por las consecuencias del cambio climático (incremento de temperatura, aumento de la aridez, etc.). Se ha conseguido aumentar el rendimiento de los cultivos principalmente mediante prácticas desmedidas y poco sostenibles a largo plazo, tales como el manejo abusivo del suelo y el uso excesivo de fertilizantes, todo ello a expensas de la disminución de la calidad del suelo y del aumento de su contaminación. Esto hace imprescindible implementar en el sector agrícola estrategias realmente sostenibles que aumenten el rendimiento de los cultivos, sin aumentar el impacto sobre el área cultivada, y que reduzcan a su vez las emisiones de gases de efecto invernadero.

Las mezclas peroxiacéticas (MPAs) de CEBE son una fuente versátil de liberación de oxígeno a lo largo del tiempo, con capacidad para ofrecer tratamiento ambiental rentable en aplicaciones de aguas residuales, fangos y terrenos contaminados o pobres en su nivel de oxígeno. Las características de éstas MPAs, con los núcleos CEBE, le confieren la capacidad potencial de mejorar las propiedades del suelo y aumentar la productividad de los cultivos, lo que convierte a las MPAs de CEBE en una herramienta eficaz.

Los efectos que las MPAs de CEBE en suelo varían en función del tipo y de la dosificación de las MPAs que, a su vez, dependen del método de fabricación para su estabilización así como de los productos utilizados para ello. Esto explica que las respuestas de los cultivos a la adición de las MPAs sean variables. La mayoría de los ensayos se han basado en analizar los efectos de las MPAs sobre la producción agrícola, sin profundizar en nada más.

Se han realizado ensayos tanto en condiciones controladas (cámara de cultivo e invernadero) como en campo, usando diferentes MPAs, con distintos núcleos, distintas dosis de aplicación y especies agronómicas: berenjena (Solanum melongena L.), pimiento (Capsicum annuum L.), tomate (Solanum lycopersicum L.) y melón (Cucumis melo).

La utilización de MPAs de CEBE redujo la densidad y la compactación del suelo, ante las mejoras inducidas por el incremento de oxigenación, e influyeron en la disponibilidad de nutrientes en el suelo.

Los cambios promovidos por las MPAs de CEBE sobre las propiedades de los suelos afectaron la morfología de la raíz. En general, con la adición de MPAs, aumentó la longitud específica de la raíz. La aplicación de MPAs ejerció un impacto real sobre el estado hídrico de las plantas e incrementó la producción de biomasa en su parte aérea, lo que promovió el crecimiento, la producción vegetal y la calidad de lo producido, con la consiguiente mejora en la vida útil del fruto. Tanto en las aplicaciones de MPAs en invernadero, como en las de campo, encontramos una relación efectiva y significativa entre la longitud específica de la raíz y la producción vegetal, lo que sugiere que el aumento de la proliferación de raíz fina, tras la adición de MPAs, aumenta notablemente el rendimiento del cultivo. Esto se relaciona principalmente con un mayor acceso a los recursos disponibles, favorecido tanto por un mayor volumen de exploración como una mayor interacción de las MPAs en la raíz. Otro hecho a destacar es que las aplicaciones con MPAs, junto con una fertilización, siempre mejoran los rendimientos obtenidos respecto a aplicar solamente la fertilización, mejorando la eficacia del fertilizante añadido.

Es de vital importancia asegurar una correcta incorporación de las MPAs en el suelo. De ahí que aconsejemos que, previa a sus aplicaciones, el terreno se encuentre con un gran nivel de humedad. Los resultados de nuestros ensayos mostraron que se puede estimar el contenido de MPAs en el suelo mediante una técnica sencilla que consiste en una categorización visual en el campo basada en el “efecto efervescente” que las MPAs confieren al suelo.

En resumen, las MPAs pueden ser usadas para mejorar la calidad de los suelos, ampliando la eficacia de los fertilizantes y para obtener una mejora significativa de la producción en muchos cultivos. Pero no olvidemos que la eficacia de las MPAs depende de la correcta elección de unas u otras MPAs de acuerdo con las propiedades del suelo, las condiciones de cultivo y el estadío del cultivo.

Las MPAs de CEBE aportan mejoras para promover una agricultura sostenible a corto, medio y largo plazo. La implementación de productos más sostenibles, enclavados dentro del concepto “Química Verde”, es fundamental para evitar y reducir la contaminación y mejorar la calidad del suelo y el rendimiento de los cultivos.

El uso de MPAs como enmienda de suelo puede ser una solución viable para la mejora de la calidad del suelo.

Estudio y origen de las MPAs

El concepto de MPAs es relativamente reciente pero vienen despertando un gran interés por su aplicación en el agro.

Características de las MPAs

Como hemos mencionado con anterioridad, las características de cada MPAs pueden variar considerablemente dependiendo de su composición, del método de fabricación y de los productos empleados para su estabilización. Las MPAs de CEBE, con sus núcleos CEBE, cuentan con una serie de propiedades diferenciales que se detallan a continuación:

  • Proporciona oxígeno al medio radical de la planta >20 %
  • Baja fitotoxicidad
  • No altera las propiedades organolépticas del producto
  • Alta homogeneidad en el tratamiento
  • Pueden ser aplicadas en cualquier momento de la cosecha
  • No corrosivo a las dosis de uso
  • Elimina y previene la formación de lama/biofilm y algas
  • Previene la formación de depósitos calcáreos
  • Pueden ser aplicados sin cultivo y a a lo largo del cultivo
  • Pueden ser combinados entre sí
  • Incrementa vida postcosecha del producto hasta un 45%

En la actualidad, diferentes organizaciones han propuesto un conjunto de características con el objetivo de definir la calidad de las MPAs autorizadas o no, para su uso en agricultura. En particular, se ha definido la no utilización de determinados elementos para su fabricación como son, entre otros el nitrato de plata, ácido sulfúrico, percloratos y determinados fosfatos.

Las propiedades de las MPAs de CEBE lo convierten, también, en un producto interesante como acondicionador de suelos.

Las MPAs también pueden resultar beneficiosas como enmienda de suelos contaminados. Numerosos estudios han demostrado la capacidad de las MPAs de CEBE para oxidar pesticidas, herbicidas y metales pesados, reduciendo su disponibilidad para las plantas.

Destacamos la necesidad de realizar una caracterización previa y completa de las MPAs, de modo que dependiendo del objetivo a conseguir y de las propiedades del suelo, sería aconsejable el uso de un determinado tipo de MPAs.

Análisis de los efectos de las MPAs sobre los cultivos: aumento del crecimiento vegetal

La reacción de diferentes especies vegetales en respuesta a la adición de MPAs ha sido generalmente positiva. La adicción de MPAs aumenta el crecimiento vegetal; pero lógicamente, los resultados son muy variables dependiendo del tipo de MPAs, tipo de suelo, clima y de la especie de estudio.

La observación de los rasgos funcionales en las plantas nos pueden servir como predictores de éstas frente a los cambios inducidos por las MPAs sobre las mejoras en el suelo.

Muchos autores consideran que la raíz es la responsable de la absorción de agua y nutrientes del suelo y que su configuración está caracterizada por rasgos funcionales que reflejan la disponibilidad de recursos para la planta durante su crecimiento. El rasgo morfológico más importante es la longitud de la raíz y es considerado un buen indicador de los cambios experimentados en el suelo (disponibilidad de agua y nutrientes, pH, salinidad, etc.).

Los cambios experimentados en las características de la raíz pueden llevar aparejados cambios en la parte aérea de la planta (la hoja es el órgano de la parte aérea encargado de la fotosíntesis y la transpiración). Uno de los rasgos morfológicos más importantes de la hoja es el área específica foliar que relaciona la superficie foliar con su masa y está relacionado con el crecimiento de la planta.

Otros de los rasgos funcionales importantes serían:

  • El contenido relativo de agua de la hoja, como indicador de su estado hídrico.
  • El contenido de materia seca de la hoja, asociado a la composición química de la hoja.
  • La fertilidad del suelo.

Estos rasgos se relacionan con el crecimiento y la producción de la planta, de modo que su estudio nos aporta un mejor juicio sobre el comportamiento de las plantas a la adición de MPAs.

Importancia del estudio de las MPAs en el suelo

Las aplicaciones efectuadas con MPAs en campo nos aportan una aproximación más realista de su impacto sobre las propiedades del suelo y el desarrollo de los cultivos. Desde un punto de vista práctico y económico, y considerando la naturaleza y la calidad agro de las MPAs, es conveniente repetir la aplicación de MPAs año tras año y de forma continuada. Esto es, no sólo con aplicaciones sin cultivo sino que, nuestra recomendación será también aplicarlas durante el desarrollo del cultivo a través del agua de riego. De modo que se evalúe el efecto residual de la aplicación de MPAs a corto, medio y largo plazo, y su importancia sobre su efectividad agronómica.

Evaluamos los efectos de la adición de MPAs de CEBE sobre las características del suelo y sus implicaciones sobre el crecimiento y la producción vegetal:

Experimentos en macetas

Primer objetivo: conocer los efectos de las aplicaciones de MPAs (sobre el suelo, la raíz y la producción), en maceta (evaluación de los efectos sobre el cultivo y su comportamiento entre diferentes especies de interés agronómico).

Experimentos en campo

Segundo objetivo: evaluar si los resultados obtenidos, en experimentos realizados en maceta, se pueden extrapolar en condiciones reales de cultivo (evaluación de los efectos de las MPAs sobre la producción del cultivo y su crecimiento teniendo en cuenta los rasgos funcionales más importantes del cultivo).

La adición de MPAs varían las características del suelo

Entre los resultados más importantes que se pueden extraer están la reducción de la densidad aparente y la compactación del suelo con la adición de MPAs de CEBE. La reducción de la densidad aparente la podemos asociar con la elevada aportación de oxígeno. Estas características también explicarían la reducción de la compactación que observamos en las aplicaciones de campo.

Desde un punto de vista agronómico, la mejora de la compactación y reducción aparente de la densidad, por su mejora de oxígeno, viene a favorecer la aireación del suelo y aumenta la capacidad de infiltración de agua, lo que beneficia al desarrollo de la raíz y de los microorganismos del suelo. Esto puede resultar decisivo en suelos que por sus características físicas tienden a la compactación, lo que constituye un factor restrictivo para el desarrollo de los cultivos.

Cabe destacar los óptimos resultados en suelos pesados. Textura pesada y un estrecho margen entre el estrés hídrico y el exceso de agua. El encharcamiento es un factor importante, ya que reduce el periodo para el desarrollo vegetal. Podríamos afirmar que la mejora de las propiedades físicas de estos suelos, como la que viene a aportar la adición de MPAs de CEBE, puede influir muy positivamente sobre la producción del cultivo.

Las propiedades químicas de las MPAs de CEBE, dentro de la “química verde”, son claves para entender los principales efectos de las MPAs en el suelo.

La adición de MPAs-CEBE mejora la disponibilidad de nutrientes del suelo

Otro resultado interesante que se puede observar, es que las MPAs de CEBE mejoran la eficiencia del fertilizante añadido. Así, el rendimiento de cultivo obtenido cuando las MPAs se aplicaron de forma combinada con una fertilización fue siempre superior al obtenido sólo con la fertilización.

El aumento que hemos encontrado en el contenido disponible de oxígeno y nutrientes y en la eficiencia del fertilizante tras la adición de MPAs de CEBE puede promover una agricultura más sostenible a largo plazo. El uso de fertilizantes supone una gran inversión económica por parte de los agricultores, de modo que el aumento de su eficiencia con la adición de MPAs podría optimizar la tasa de aplicación de fertilizantes, disminuyendo el coste y los impactos negativos medioambientales derivados del uso excesivo de fertilizantes.

Los cambios en el suelo explican las respuestas de la raíz a la adición de MPAs

El estudio de las interacciones entre la raíz y las MPAs de CEBE nos ha proporcionado una información más completa acerca de los efectos de las MPAs sobre el suelo (variables físicas y disponibilidad de nutrientes) y de sus implicaciones sobre el desarrollo de las plantas.

CONCLUSIONES:

  • Mejora significativa de la eficacia en la oxigena- ción y oxidación de suelos/sustratos.
  • Fitotoxicidad inferior que la observada con el Metam sodio.
  • Las semillas germinadas demostraron un mayor desarrollo radicular que las del fumigante.
  • El período de seguridad/espera se reduce de 45 a 5 días con el uso del producto de CEBE.
  • Las concentraciones usadas han sido muy bajas con respecto al Metam sodio (CEBE 200 Litros/Ha).

En general, las MPAs de CEBE también afectan a la longitud específica de la raíz, aunque la magnitud de sus efectos también dependió de las condiciones particulares de cada ensayo. Considerando los resultados en las distintas especies, encontramos que muchas de ellas aumentaron con la adición de MPAs.

Además, estos ajustes en la morfología de la raíz podrían explicar el efecto positivo de nuestra mezcla MPAs vs fertilizante, como demuestra el hecho de que la producción de las plantas tratadas con una combinación de MPAs vs fertilizante fuese mayor que las de las plantas tratadas exclusivamente con fertilizante.

Las mejoras en suelo con MPAs de CEBE afecta la absorción de los recursos y son determinantes para un mayor desarrollo, crecimiento y producción de las plantas.

La adición de MPAs: mejora del crecimiento y de la producción vegetal

Encontramos que, por lo general, las especies en las que se han aplicado nuestras MPAs han respondido muy positivamente, produciendo hojas con mayor área foliar.

Es complicado determinar qué factor o factores son los más importantes para justificar el aumento de la producción de los cultivos. Nuestra experiencia sugiere que la mejora en la compactación y el aumento del contenido de oxígeno en el suelo son los principales factores.

Así mismo, encontramos que nuestras MPAs aumentaron la producción tanto en número de frutos así como los kilos obtenidos por planta.

Las MPAs juegan un papel importante en la agricultura y en la floricultura. Hoy en día, un aspecto clave del que depende la aplicación de MPAs y su uso como corrección de suelos es evaluar su rentabilidad económica. La mayoría de estos estudios coinciden en aquellos aspectos que aportarían a los MPAs de CEBE mayor valor económico:

  1. Tratar de dilucidar los aspectos beneficiosos de las MPAs.
  2. La obtención de MPAs, como CEBE ha conseguido dentro de la denominada “química verde”, y así reducir los costes del proceso.

En las zonas enriquecidas en MPAs de CEBE, la compactación del suelo disminuyó mientras que la capacidad de retención hídrica y el contenido de nutrientes del suelo aumentaron, lo que aumentó el crecimiento y la producción del cultivo.

En resumen, nuestras MPAs mejoran la calidad del suelo, la producción de un amplio rango de cultivos y la calidad de sus frutos.

Conclusiones

  1. La adición de MPAs de CEBE en suelo reduce su densidad aparente y compactación.
  2. El efecto de las MPAs de CEBE aumenta la disponibilidad de oxígeno y la absorción de nutrientes del suelo. Estos efectos dependen en gran medida de las características del suelo y de sus condiciones.
  3. Los cambios provocados por las MPAs en el suelo son claves para explicar los efectos de las MPAs sobre la raíz.
  4. La mejora inducida en la raíz tiene una gran importancia sobre el desarrollo de la planta en su conjunto pues promueve el crecimiento vegetal, incrementa la producción de frutos al facilitar un mayor acceso a los recursos (agua y nutrientes) presentes en el suelo y mejora la calidad de lo producido, aumentando la vida útil/poscosecha del fruto.
  5. Nuestra experiencia acredita que nuestras MPAs, con sus NÚCLEOS CEBE, son una solución viable para mejorar las propiedades del suelo y aumentar el crecimiento y la producción de los cultivos. En este sentido, cabe señalar como aspectos clave para asegurar la eficacia agronómica de las MPAs: una buena selección de las MPAs que se empleen, adecuando sus características a las propiedades del suelo y condiciones de cultivo, evitando la utilización de aquellas MPAs que, en su fabricación, empleen productos dañinos o perjudiciales para el suelo o, incluso, que hayan sido fabricados para un uso industrial.