Por: Guillermo Cruz
Especialista en Patología Vegetal
Gerente de Mercadeo
Avgust Crop Protection

 

Si bien es cierto que la caracterización fisicoquímica propia de cada una de las moléculas agroquímicas determina tanto su modo de movimiento biológico (MoA) en las plantas como su comportamiento, presencia y estabilidad en el medio ambiente, ya sea en el suelo, el agua o en el aire, estos son los factores que determinan su vida media (DL50) y, por consiguiente, su degradación.

En cuanto a la aplicación de los agroquímicos para desarrollar los planes de manejo fitosanitario y protección en los cultivos, siempre la gran preocupación son las fases previas a la aplicación (preparación, dosificación, dilución, mezcla), la deposición, cobertura, adherencia y penetración; pero son también igual de importantes las fases de degradación de las moléculas, pues estas determinan la residualidad, el efecto de choque y la persistencia de control.

Las diferentes formulaciones que existen de agroquímicos están directamente relacionadas con la concentración, estabilidad y comportamiento físico y químico del ingrediente activo puro, el cual mediante el uso apropiado de sustancias inertes y/o adyuvantes, le confieren a la molécula una mayor eficiencia y una mejor estabilidad a la mezcla, logrando así llegar a las concentraciones  requeridas y a un muy buen comportamiento físico de la misma.

El comportamiento medioambiental de los agroquímicos determina la persistencia de las moléculas ante variaciones climáticas tales como la temperatura, humedad relativa y luminosidad, pues estas generan una serie de procesos de degradación natural que inducen en algunos casos a la transformación de estas sustancias en metabolitos. Entre estos procesos se pueden determinar la biodegradación, la fotodegradación y la hidrólisis química, las cuales se efectúan mediante diferentes reacciones como son la oxidación, reducción, hidrólisis, ruptura y reorganización de enlaces moleculares y que a la vez involucran actividades enzimáticas de microorganismos, la luz ultravioleta (UV) y el pH del medio.

Como podemos observar, la estabilidad y calidad de las formulaciones de los agroquímicos, son fundamentales para que los mismos no se vean afectados por cambios drásticos medioambientales, no solamente en su fase de almacenamiento, transporte y distribución, sino también en el medio ambiente y por consiguiente en la planta, en el momento de llevar a cabo la preparación y aplicación correspondientes, proporcionándole al Ingrediente Activo condiciones favorables para que tenga una mejor eficiencia y cumpla así con la eficacia propia de cada molécula.