Por: Panagiotis Karanikas
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Una empresa japonesa va a abrir la primera “granja robot” del mundo. La agricultura es uno de los sectores de la economía que intenta cubrir la escasez de mano de obra creada por el rápido envejecimiento de la población del país.
Spread, una empresa productora de verduras, explica que a partir del año 2017, los robots industriales llevarán a cabo casi todas las tareas necesarias para el cultivo de las decenas de miles de lechugas que produce cada día en su inmensa granja de interior en Kameoka, en la prefectura de Kyoto.
Los robots van a hacerlo todo, desde la re-siembra de plántulas jóvenes, hasta el riego, la poda y la cosecha de los cultivos.
La introducción de la robótica impulsará la producción de lechugas. Se pasará de 21.000 a 50.000 lechugas al día, dice la firma. Agrega también que planea elevar esa cifra a medio millón de lechugas diarias dentro de cinco años.
Las semillas continuarán siendo plantadas por los seres humanos. A partir de ahí, desde el trasplante de las plántulas jóvenes a espacios más grandes a medida de que crecen y hasta su cosecha, el proceso se hará de forma automática.
La nueva granja mejorará la eficiencia y reducirá los costos de mano de obra a la mitad. La finca, de unos 4.400 metros cuadrados, tendrá estantes del suelo al techo, donde se cultivará el producto. El uso de la iluminación LED significará que los costes energéticos se reducirán en casi un tercio, y se reciclará alrededor del 98% del agua que se necesita para que crezcan los cultivos.
La firma, que suministra las lechugas a alrededor de 2.000 supermercados en Japón señala que los robots no serán androides, es decir que no se parecerán a los seres humanos: no serán vestidos con chaquetas ni tampoco llevarán gorras. Las máquinas se parecerán más a cintas transportadoras dotadas de brazos robóticos, de modo que puedan transferir las plántulas de lechuga sin dañarlas.
El sistema automatizado no sólo se encargará de las lechugas, sino que también controlará los niveles de temperatura, humedad y CO2, así como de esterilizar el agua y controlar las fuentes de luz.
El cultivo de lechuga no es el único sector agrícola en Japón que está acudiendo a los robots para hacer frente a una fuerza de trabajo que disminuye y envejece. La firma de maquinaria agrícola Kubota es una de las varias empresas japonesas que están desarrollando “trajes musculares” para su uso por los profesionales, obreros y campesinos de edad. Un robot desarrollado por la firma Shibuya Seiki y la Organización Nacional para la Agricultura y la Investigación Alimentaria puede recoger fresas a razón de una cada ocho segundos.
El Instituto de Investigación Nomura predijo en un informe reciente que casi la mitad de todos los puestos de trabajo en Japón podría ser realizada por robots para el año 2035. Los robots ejecutarán muy probablemente las tareas “no creativas”.