Posiblemente algunos de nuestros lectores aún no conozcan una de las empresas más innovadoras y prometedoras de nuestro país: Grüne Welt. Se trata de una compañía dedicada a la producción de insumos agrícolas cuyo proceso involucra arduas labores de investigación y aplicación de tecnologías alemanas. Grüne Welt es una de las llamadas “empresas de bajo impacto”, es decir, que su producción es limpia y emplea prácticas respetuosas del medio ambiente. De hecho, su nombre significa “Mundo Verde”, lo cual también hace referencia a su compromiso ecológico.

Cuando Grüne Welt empezó, hace ya 12 años, contaba apenas con 5 profesionales de diversas áreas provenientes de universidades públicas, con poco capital pero con mucho conocimiento y ganas de hacer las cosas. Desde entonces el equipo ha sido liderado por el emprendedor agrónomo Germán Venegas Cárdenas, cuyo ánimo ha sido incansable en la meta de sacar adelante la empresa. Hoy en día, Grüne Welt está compuesta por un grupo interdisciplinario de 22 profesionales, de los cuales 12 son agrónomos que ejercen sus labores a lo largo y ancho del país.

Germán Venegas es el gerente y fundador de Grüne Welt. Ingeniero agrónomo de la Universidad Nacional

Propuestas más que productos

El portafolio de Grüne Welt está compuesto, entre otros, por fosfitos de potasio, azufre, ácidos húmicos y fúlvicos y productos para el control de virus a partir de derivados del ácido acetilsalicílico (15 productos y más de 30 referencias). Sin embargo, más que productos, lo que vende Grüne Welt son propuestas. Así es que su mayor área de dedicación es la formulación, a partir de aminoácidos, de productos que se adaptan a las necesidades del campo. Los agrónomos de la compañía (profesionales altamente calificados) mantienen una comunicación continua con los agricultores y los asesoran sobre cómo tener mejores y más eficientes producciones.

Mediante una ilustrativa comparación, Germán Venegas Cárdenas nos explica la importancia del conocimiento en la agricultura: Cuando un ingeniero civil planea una obra, se llena de datos respecto del lugar en el cual se erigirá: cuenta con estudios de suelo, conoce las condiciones ambientales del lugar, estudia las necesidades de acondicionamiento del terreno, cuáles serían las estructuras más adecuadas, etc. En pocas palabras, la obra no se emprende mientras todas las variables no sean bien conocidas. Se construye sobre la base de la certidumbre. En cambio, en la agricultura muchas veces reina el desconocimiento, se emprenden proyectos sin que exista una razonable certeza sobre la viabilidad de los mismos.

Así es que los agrónomos de Grüne Welt visitan a los agricultores y después de hacer un estudio sobre la especie que siembran, el rendimiento por hectárea que persiguen, las características del suelo y sus requerimientos de absorción y riego, generan una propuesta y les proporcionan el producto que más se adecúa a sus necesidades. Es a partir del conocimiento que esta compañía ofrece soluciones.

Los productos de Grüne Welt utilizan una tecnología llamada Reducción Máxima de Partículas -RMP. Gracias a esta innovadora técnica, las partículas de todos sus productos tienen un tamaño de 2 a 4 micras, lo cual permite que haya una mayor solubilidad, cubrimiento, asimilación, así como reacciones mucho más rápidas de la planta. Sumada a las anteriores, hay otra ventaja en la elección de estos productos: su bajo costo. Un gramo de producto de Grüne Welt cuesta alrededor de 50 pesos colombianos. Si se compara el costo por gramo de productos similares, se entenderá sin asomo de duda cuán favorables son sus precios.

Partículas de azufre logradas mediante la aplicación de la tecnología RM

Investigación e innovación

Además del valor que en la compañía se asigna a principios que se podrían sintetizar en las composiciones “trabajo duro”, “las cosas bien hechas”, “pasión por lo que se hace” y “lo bueno no tiene por qué ser caro”, la innovación y la investigación son claves en el éxito de Grüne Welt. En colaboración con la Universidad del Nariño, Grüne Welt trabaja hace dos años en un proyecto en el cual se desarrollan unos sensores de humedad del suelo y un software que permitirá almacenar la información que registren los sensores y facilitará la programación del riego de acuerdo a las necesidades del terreno. El objetivo del proyecto es optimizar el uso del agua gracias al cruce de dos variables: nivel de humedad y requerimiento de ella.

Angélica María Pardo, jefe de redacción de Metroflor, pregunta a Germán Venegas sobre su empresa y actividades

Otro de los proyectos que Grüne Welt desarrolla es la implementación del Sistema Integrado de Diagnóstico y Recomendación -DRIS por sus siglas en inglés. Se trata de una metodología que estudia y compara las características de las plantas con el propósito de ver cómo están las relaciones de los distintos nutrientes en las plantas más productivas y compararlas con las plantas menos productivas. Con esta información se busca llevar las relaciones de las plantas menos productivas a las relaciones de las plantas más productivas para mejorarlas. El objetivo es la obtención de mejores producciones.

La incursión de Grüne Welt en la investigación va más allá de estos interesantes proyectos. La compañía ayuda a la financiación de tesis, destinará una parte importante de las utilidades del proyecto de sensores de humedad del suelo al pago de las matriculas de las maestrías de los estudiantes de agronomía de bajos recursos y acepta en su empresa a los pasantes que culminan sus estudios.

En 10 años…

La proyección de Grüne Welt a 10 años es convertirse en una de las empresas más importantes del país. Además, la empresa proyecta cultivar los mejores técnicos del campo y competir en el ámbito de la comunidad andina de naciones. Aunque estos objetivos no son nada despreciables, tampoco son descabellados ni poco realistas, pues en la actualidad la compañía se puede gloriar de vender hasta el último gramo de su producción. En palabras de su líder “no se vende más porque no se produce más”.