Una de las atracciones turísticas de Amsterdam durante todas las épocas del año es el mercado de las flores. Con sus puestos flotantes a lo largo del canal Singel, este mercado recibe miles de visitantes cada día.
El Bloemenmarket – como es conocido por los locales – está abierto desde 1862 y allí se encuentran flores cortadas de todos los tipos todos los días de la semana. Al principio, las flores llegaban en botes desde los campos; hoy en día todos los medios de transporte están involucrados en el aprovisionamiento de este lugar comercial.
Desde flores cortadas y matas, hasta semillas, insumos para jardinería y bonsáis se pueden adquirir en este agradable paseo.
El tulipán es, no obstante, el protagonista del mercado de las flores. No es de extrañarse, pues la producción holandesa de esta especie es inmensa. Más de 4 billones son los bulbos de tulipán que florecen en ese país al año, de los cuales más del 53% tienen como destino el florero. Desde que los tulipanes llegaron a Holanda provenientes del Oriente (Turquía principalmente) han estado presentes en la vida de los neerlandeses.
Otra curiosa forma en que se ofrecen las flores es la lata. Las instrucciones para su uso son las siguientes: refrigerar durante 3 a 4 horas, a continuación destapar la lata, regar la tierra y ponerla en un lugar con suficiente luz solar. En un periodo de 3 a 4 semanas la flor debe estar germinando
Tulipanes de todos los colores se pueden conseguir a precios bastante razonables por unidad o por bouquet. Se venden además los bulbos para la siembra en casa. Rosas, gérberas, claveles, dalias, asteres, orquídeas e innumerables otras flores están disponibles para la venta.