Por: La Directora

“Guerra internacional”, “invasión”, “armas nucleares” y “ruptura de relaciones diplomáticas”, entre otras, son algunas de las palabras con las que muchos de nosotros no teníamos ninguna familiaridad más allá de los libros.  Sin embargo, con los recientes sucesos en Ucrania, estas expresiones resuenan constantemente, esparciendo el miedo y la preocupación alrededor del mundo. 

Aunque las complejidades de este conflicto vienen de vieja data y, estando en esta parte del mundo es difícil entender a cabalidad las razones que motivan los enfrentamientos, al menos una cosa ha quedado clara en estos pocos días. 

Se comprueba, una vez más, que no se puede confiar en los medios de comunicación que nos transmiten las noticias de carácter político. He estado siguiendo varios periódicos como Reuters, The Associated Press, Deutsche Welle, Kathimerini, Russia Today, The New York Times y BBC, y he encontrado, para mi sorpresa, que no hay claridad en la información; hay incluso algunas contradicciones grotescas, lo cual claramente obedece al bando por el que cada medio se decanta. 

Un ejemplo de ello es que el domingo 27 de febrero Russia Today escribía en uno de sus titulares que el gobierno ucraniano había aceptado iniciar diálogos con Rusia sobre su neutralidad, mientras que ese mismo día, la cadena Deutsche Welle decía que Ucrania había rechazado tajantemente la propuesta. Dos informaciones contrarias el mismo día. ¿Qué se puede creer? 

Otro ejemplo tiene que ver con la financiación para armamento que Estados Unidos ofreció a Ucrania. Algunos medios hablaban de USD 300 millones y otros de USD 600 millones.

Por otra parte, navegadores de Internet como el “Edge” categorizan la página de Russia Today en español como “insegura”, impidiendo al usuario común conocer la información que procede de aquella orilla sin tener que pasar por la incomodidad de cambiar una configuración nada fácil de manipular por la mayoría. ¿Por qué iba a ser “insegura” informáticamente hablando una fuente noticiosa rusa?  

También han circulado cientos de videos e imágenes de inusitada crueldad que, correspondiendo a tiempos pasados o a otros lugares, se atribuyen falsamente a los sucesos actuales. Otro de los ejemplos escandalosos de la falta de seriedad de la prensa internacional es que videos, supuestamente periodísticos e informativos -en suma “neutrales”- como los de Associated Press vienen acompañados de música y, peor aún, música que evoca sentimientos de tristeza o miedo y desolación. 

Así mismo, sintonizar la emisora pública rusa “Sputnik” (disponible en varios idiomas, entre ellos, el español) es exponerse a un sinfín de informaciones tan parcializadas que, en definitiva, no es posible creer. 

¿Qué les están diciendo a los rusos los medios? ¿Qué les están diciendo a los ucranianos? ¿Qué nos cuentan a nosotros? No se puede creer nada. En esta época, a pesar del avance de las comunicaciones, es difícil confiar en lo que se dice y comprender lo que ocurre. 

Termino esta nota con la esperanza de que las diferencias encuentren una solución en los próximos días y que las duras sanciones económicas que la comunidad internacional ha impuesto a Rusia -como la restricción de vuelos, su exclusión del sistema bancario internacional, etc. – no terminen afectando relaciones comerciales importantes de terceros que nada tienen que ver como, por ejemplo, quienes envían flores y otros bienes a esas lejanas tierras. 

Adenda: ¡¡Feliz día de la mujer trabajadora a todas las participantes del sector del agro colombiano, especialmente a las de la floricultura!!