Por: I.A. Yaned Estela Zapata
U. Nacional. Sede de Medellín

Francisco C. Yepes R. 
Profesor Asociado
U. Nacional. Sede de Medellín

Introducción

Las escuelas de campo de agricultores (ECA) se han venido imponiendo en el mundo como vehículos expeditos para la verdadera adopción de la transferencia de tecnología dirigida a los pequeños empresarios agrícolas. Se anteponen a la extensión paternalista de la mayoría de las instituciones gubernamentales, la cual registró miles de personas participantes en sus reuniones, donde se abordaron muchos temas de diversa índole, la mayoría de ellos sin trascendencia para las comunidades involucradas en sus proyectos, ya que cuando no se consultan las necesidades sentidas de los participantes la adopción es mínima.

La escuela de campo requiere su facilitador, como conductor y animador de los procesos de la marcha de las actividades programadas en cada evento de capacitación. Por tanto, es pieza fundamental en el proceso de extensión y de adopción de las enseñanzas compartidas, pues se comparten las sabidurías de los participantes.

Varios departamentos del país están promoviendo las escuelas de campo de agricultores dejando de lado la ideología de las mismas, encarnada en la participación de los campesinos de principio a fin. De esta manera,  incurrirán en  millonarios gastos sin obtener la verdadera adopción, que no aparece en los informes de los profesionales a cargo de la ejecución de los proyectos; pues lo que aparecen son las alegres cifras de los asistentes. 

El presente documento da cuenta de las prácticas programadas y ejecutadas en el proceso de formación de facilitadores de una ECA sobre las moscas de la fruta (Diptera: Tephritidae), teniendo como actores a los estudiantes universitarios.

1. Fabricación de trampas McPhail artesanales

Este tipo de trampa es la reconocida mundialmente como la mejor para capturar varias especies de moscas de la fruta, de las familiasLonchaeidae, Otitidae, Drosophilidae, RicardiidaeTeprhitidae. Este implemento se puede comprar en los almacenes de insumos y materiales recomendados para trabajar en programas de manejo integrado de moscas de la fruta, pero es costosa y de difícil adquisición por los pequeños empresarios. Por esta razón, se llevó a cabo este taller práctico en el Aula taller de entomología, localizado en el bloque 11, primer piso, del campus universitario. Para lograr este propósito, se desarrollaron los siguientes pasos:

  • Se cortaron varios recipientes desechables de gaseosas, de 3.5 litros de capacidad, con el fin de separar su parte superior (cuello). El corte se realizó aproximadamente en su parte media, quedando en forma de embudo (Figura 1).
Figura 1.Preparación de los envases para iniciar la fabricación de las trampas.
  • Un embudo se introdujo con su punta dirigida hacia el pico (Cuello) del  otro embudo (Figura 2).
Figura 2. Modo de preparación de la trampa para pegarle la próxima.
  • De esta manera quedó en la parte inferior una cavidad o invaginación para dar entrada a las moscas de la fruta, atraídas por el olor de la proteína hidrolizada que se deposita en el interior de esta trampa.
  • Antes de realizar el ajuste perfecto de los dos embudos, se ensayó con tres pegantes que se tuvieron a la mano para realizar esta operación: Pega de pvc, barritas de póximas y silicona líquida.
  • Al final del taller se concluyó que el adhesivo de silicona y el de pvc son buenos y resultaban pegadas las trampas con mayor fortaleza cuando se reforzó esta unión con  las póximas (Figura 3).
  • A los 8 días se probaron con agua estos recipientes y se comprobó que no presentaron fugas. Estas trampas conservaron en parte superior la tapa original, la cual impide la salida de las moscas capturadas.
Figura 3. Proceso de pegado de las trampas McPhail artesanales.

2. Confección de implementos para la protección del rostro

Al cortar la botella de 3 litros y cuarto en su parte inferior y en la superior para usar el cuello para la invaginación de la trampa Mc Phail, quedó un cilindro transparente el cual se abre longitudinalmente. Sobre esta lámina traslúcida se dibujaron las gafas por medio de un marcador, luego se recortaron con la ayuda de unas tijeras, se les colocó esparadrapo en su borde, con el fin de no causar alguna cortadura en el rostro de los operarios y se amarró una cinta elástica que permitiera atarse por detrás de la cabeza del operario (Figura 4). 

Figura 4. Dos damas exhibiendo sus rostros protegidos por gafas y viseras.

Con la lámina completa, sin dibujar nada, se confeccionó la visera, la cual se sujetó por detrás de la cabeza de la dama que la está luciendo en la figura 4.

3. Confección de implementos para la protección corporal

Se tomó un saco (costal de fibra sintética) de polipropileno y en el extremo cerrado con la ayuda de un marcador, se dibujaron las aberturas para la introducción de la cabeza (en su centro) y de los brazos del operario. De esta manera quedó fabricado un chaleco protector del tronco de la persona programada para la aplicación de los plaguicidas (Figuras 4 y 5).

Con otro saco del mismo material se confeccionó un delantal, perforando las dos puntas  del extremo cerrado, con el fin de colocarles las cuerdas que permitieron  atarlo a la cintura de la dama que lo exhibe (Figura 5).

Figura 5. Dama con el atuendo de protección del rostro y del cuerpo.

Como este material sintético es impermeable, protege  a la persona dedicada a la aspersión con los plaguicidas, corrigiendo la inapropiada costumbre de hacerlo sin camisa, sin botas, sin gorra, sin protección facial y en pantaloneta.

4. Colocación de las trampas en los árboles de guayabo (Psidium guajavaL)

Esta actividad se inició con la preparación del cebo atrayente consistente en la mezcla de proteína hidrolizada de maíz (cebofrut) al 10%, en agua (90 cc de agua más 10 cc de proteína hidrolizada) (Figura 6).

Figura 6. Trampa cebada con la solución de proteína hidrolizada de maíz.

Esta sustancia atrayente se introdujo en cada trampa y luego se procedió a colgarla de la parte media de la copa de cada árbol de guayabo (en producción) elegido. Esta plantación está establecida en el campus de la Universidad Nacional de Colombia, sede de Medellín (Figura 7).

Figura 7. Trampa en el proceso de postura en la parte media de la copa del guayabo.

5. Revisión de las trampas instaladas

  • Desde el aula taller se llevó al campo la solución de proteína hidrolizada al 10%, suficiente para recebar las trampas (4) que se revisarían.
  • Se llevó el implemento de madera (vara de 3 m de largo) con el fin de bajar las trampas, sin necesidad  de trepar al árbol de guayabo).
  • Se tuvo a disposición el paño de tela para recibir el líquido vaciado de las trampas.
  • Se contó con la ayuda de una pinza para retirar y contabilizar las moscas atrapadas.

El resultado de la captura de esta fecha y el total consolidado se registra en la tabla 1.

Tabla 1. Registro de las lecturas de las trampas McPhail en árboles de guayabo del campus de la Universidad Nacional de Colombia, sede de Medellín.

6. Cálculo del índice MTD

Con la ayuda de la información de la tabla 1 se pudo calcular este índice tan útil para determinar la oscilación poblacional de las Anastrephaen cualquier cultivo de frutales.  Resulta de dividir el número de moscas capturadas (30 en el primer conteo), por el producto entre el número de días que estuvieron las trampas instaladas en el lote cultivado y el número de trampas colocadas (8x 3= 24). O sea, 30/ 24= 1.24. 

La información de la mencionada tabla indica que con todas las lecturas semanales se calculó un MTD mayor que 1, por tanto, se concluye que la población  de esta plaga en el cultivo es muy alta y amerita ajustar las medidas de control integrado (recolección y destrucción de las frutas afectadas en el árbol y las caídas al suelo, aplicar un  cebo tóxico y otras que indica la literatura).

7. Preparación de las cámaras de cría.

  • Se buscaron los frutos maduros caídos dentro de la gotera del árbol, en proceso de descomposición, se abrieron con el fin de confirmar la existencia de larvas (tienen coloración crema, son ápodas y acéfalas) (Figura 8).
  • Se tomó la parte  inferior de la botella (es una coca) recortada para la fabricación de las trampas Mc Phail), se cubrió con suficiente  cantidad de periódico, con el fin de facilitar la deshidratación de su fondo, se hizo un tendido de frutas con larvas (4 o 5 frutos grandes, encima del periódico) y a continuación se extrajeron las larvas del resto de fruto y se agregaron a la cámara de cría en construcción. Se recomienda  que  cada facilitador  deposite un mínimo de 30 larvas en cada recipiente, ya que se presentará sin duda alguna mortalidad del material biológico debido a la manipulación y al cambio de hábitat (Figura 8).
Figura 8. Recolección de larvas de la frutas en el suelo y preparación de la cámara de cría.

8. Seguimiento del ciclo de vida de las larvas recolectadas y puestas en cámaras de cría

En el aula taller de entomología  se revisaron las cámaras de cría y se hallaron pupas y adultos emergidos.

Las pupas o tercer estado de desarrollo,  son del tipo coartata, en forma de barrilitos de color café claro. Al momento de su formación y posteriormente se fueron oscureciendo, presagiando  el momento de la emergencia de los adultos. También se hallaron algunos adultos, hembras y machos, correspondiendo a la misma especie, denominada la mosca de las Myrtaceae(Guayabas, Feijoa).

9. Identificación de la especie

Los especímenes obtenidos en las cámaras de cría correspondieron a Anastrepha striata Schiner (Diptera: Tephritidae), una de las especies más comunes en los ecosistemas de Colombia. Los principales caracteres taxonómicos son los siguientes:

Las bandas o manchas del escudo ocupan siempre la región presutural, medioterguito con manchas negras bien definidas. Las alas con  la banda “S” completa en su porción media y la banda “V”, posee su brazo proximal con un  desarrollo normal, separado de la banda “S” y su brazo distal, por lo menos, formado parcialmente. Terguitos abdominales amarillos (Hernández, 1992).

10. Propuesta de manejo integrado de las poblaciones de Anastrepha striata

Con el fin de redactar una buena propuesta en este sentido es necesario tener en cuenta el manejo integrado del cultivo. Con base en esta consideración, se registra lo siguiente:

  • Sembrar el cultivo en su verdadera zona ecológica. Por ejemplo, la feijoa establecida entre los 2000 y los 2100 m.s.n.m (oriente antioqueño), tienen más problemas con este insecto que los sembrados en el municipio de Nuevo Colón (Boyacá), a mayor altura y en diferente zona de vida. El mango cosechado en el occidente de Antioquia y localizado entre 500 y 600 m.s.n.m., resulta más afectado por A. obliquaque el procedente del municipio de  Anzá, a 880- 1200 m.s.n.m.
  • Sembrar una variedad menos susceptible. Ejemplo: Tommy Atkin es el mango más afectado en relación con Keith.
  • Programar las podas de formación y de sostenimiento, con el fin de darle la arquitectura adecuada a cada árbol, permitirle menos sombreamiento y disminuir la posibilidad de que las moscas usen su copa para refugiarse.
  • Suministrar la nutrición oportuna y balanceada del cultivo, con base en su edad, la fertilidad del suelo y los requerimientos de la variedad del frutal.
  • El cultivo establecido deberá tener la posibilidad del  suministro del  riego, especialmente en la etapa fenológica de la reproducción.
  • Instalar las trampas McPhail (para la detección y monitoreo de las moscas de la fruta: Anastrepha sp.) y la Jackson (para la detección de la mosca del mediterráneo,Ceratitis capitata)
  • Tener en cuenta el índice MTD, con el fin de programar el control químico si se requiere.
  • Programar y determinar la frecuencia de la recolección de las frutas afectadas y caídas al suelo, con el fin de romper el ciclo de vida del insecto. Este material atacado se le puede suministrar como alimento a los animales (vacas, caballos, cabras, cerdos) o llevarse a fosas abiertas dentro del territorio del cultivo, cubiertas con una tapa de zarám, o anjeo, que permita la evasión de los parasitoides y retenga las moscas que puedan emerger.
  • Asperjar algunos árboles seleccionados en el cultivo, con un cebo tóxico (proteína hidrolizada más un plaguicida órgano fosforado de categoría toxicológica ligeramente peligroso). Estas aplicaciones se realizan en manchones (se asperja solamente unas ramas de la planta elegida), sobre  un espacio del follaje sin flores ni frutos. Para tomar esta decisión, se consultan los registros del índice MTD.
  • Llevar a cabo el embolsado de las frutas que faciliten este proceso, tal como se procede  con las guanábanas y el banano. Siguiendo este ejemplo, se podría hacer lo mismo con las guayabas de las variedades pera y manzana y algunas papayas.

Bibliografía

  • Hernández-Ortiz, V. El género AnastrephaSchiner en México (Diptera: Tephritidae). Taxonomía, distribución y sus plantas huéspedes. Instituto de ecología. Xalapa, Veracruz. Publicación N° 33. México. 1992.