Por: I.A. Jhon Morales
Soporte Técnico Syngenta

Peronospora sparsa, conocido comúnmente como mildeo velloso, es uno de los patógenos más limitantes en los cultivos de rosa bajo invernadero en el mundo. Peronospora sparsa causa daños significativos en países tropicales y subtropicales como Brasil, Colombia, Israel, Egipto y Nueva Zelanda (Horst, 1983; Arbeláez, 1999; Walter et al., 2004). En Colombia existen registros de la ocurrencia del mildeo velloso desde la década de los 70’s (Arbeláez, 1999) y, actualmente, la enfermedad es uno de los principales problemas fitosanitarios en el cultivo de rosa en la Sabana de Bogotá, causando una disminución hasta del 100% de los tallos exportables en las variedades susceptibles cuando las condiciones ambientales son favorables para el desarrollo epidémico de esta enfermedad (Castillo, et al., 2010). 

P. sparsa no presenta síntomas visibles en las primeras etapas de infección puesto que es un patógeno biótrofo cuyo periodo de latencia es más corto que el periodo de incubación (Kamoun, 2003). P. sparsa posee micelio intercelular en el tejido del hospedero; presenta esporangios producidos en los ápices de los esporangióforos  erectos y dicotómicamente ramificados en ángulos agudos (Wheeler, 1981) (Fig. 1). Los primeros síntomas de esta enfermedad son un leve cambio en la coloración y entorchamiento de los foliolos jóvenes. En algunas variedades se puede evidenciar defoliación de las plantas afectadas y la aparición de lesiones de bordes angulares de rojo violáceo a marrón oscuro en hojas muy afectadas (Wheeler, 1981; Aergerter, 2002). 

Figura 1. Ciclo de vida de Peronospora sparsa. Adaptación Agrios, 2005.

El control del mildeo velloso en el cultivo de rosa no es una tarea fácil debido a la alta susceptibilidad de la mayoría de las variedades cultivadas (Gómez y Arbeláez, 2005); por lo que se requiere un adecuado manejo integrado, mediante el uso de todas las herramientas disponibles. Dentro de las estrategias de manejo se destacan prácticas culturales, como la remoción y destrucción de material infectado como tallos, hojas y flores sintomáticas; el adecuado manejo de las condiciones ambientales dentro de los invernaderos mediante la apertura y cierre de ductos y cortinas; la ejecución de prácticas adecuadas de riego (Quitian, 1995; Restrepo, 1996) y el manejo consciente de moléculas químicas disponibles para control de Oomycetes (Quiroga y Arbeláez, 2004). Es por ello que Syngenta tiene a su disposición una innovadora herramienta para el control de P. sparsa: Segovis® Flora. Segovis® Flora es el resultado de la combinación de dos potentes ingredientes activos Oxathiapiprolin y Mandipropamid (Syngenta 2020) (Fig. 2). Oxathiapiprolin® pertenece al grupo químico Piperidinyl- Thiazoleisoxazolines, que ataca la oxysterol binding protein (OSBP) perteneciente a la célula Oomycete. Por otro lado, Mandipropamid, perteneciente al grupo químico de las amidas del ácido carboxílico, inhibe la biosíntesis de fosfolípidos y deposición de la pared celular, siendo altamente efectivo en la prevención de la germinación de Oosporas y Esporangios y deteniendo el crecimiento de P. sparsa al prevenir el crecimiento del micelio e inhibiendo la formación de haustorios (estructura primaria de alimentación). Segovis® Flora, es un producto que ofrece sistemicidad y actividad biológica más allá del área tratada.

Figura 2. Mecanismo de acción de Oxathiapiprolin (OXTP) y Mandipropamid (MPD) en una hifa tratada y sin tratar de Peronospora sparsa.

El objetivo de este trabajo fue evaluar la eficacia de Segovis® Flora para el control de Peronospora sparsa.

Para ello se realizaron 10 ensayos, comparándonos con otros estándares comerciales en siete diferentes variedades de rosa. Estos ensayos se realizaron en nueve fincas diferentes distribuidas en la Sabana de Bogotá.

Se marcaron tallos sanos y tallos donde se evidenciaban síntomas de la enfermedad en cada uno de los tratamientos (Tabla 1); se realizaron tres evaluaciones: 1. Pre-aplicación, 2. Siete días después de la primera aplicación (7dd1a) y 3. Siete días después de la segunda aplicación (7dd2a) donde se contaban el total de foliolos y el número de foliolos afectados por tallo. De esta manera se obtuvo la tasa de crecimiento del patógeno; para obtener la incidencia de la enfermedad al final de cada ensayo se contaron 80 tallos al azar por tratamiento, descartando la presencia o ausencia de la enfermedad (Tabla 1).

Tabla 1.  Tratamientos comerciales utilizados en la validación de eficacia de Segovis® Flora.

Se realizaron dos aplicaciones, cada una con 6 días libres. El volumen de agua usado para cada aplicación fue el recomendado por la finca (8 a 10 litros de agua/cama). Para los ensayos se utilizaron diferentes coadyuvantes a la dosis recomendada en su etiqueta. Las aplicaciones de Segovis® Flora se realizaron a 700 cc/Hec. 

A nivel preventivo y curativo, estos ensayos realizados en campo con Segovis® Flora mostraron un menor número de foliolos afectados por la enfermedad comparado con los testigos comerciales. Segovis® Flora mostró un 23.42% en la evaluación curativa y un 8,80% en la evaluación preventiva, mientras que para los testigos comerciales un 38.23% en la evaluación curativa y un 16.25 % en la evaluación preventiva; estos datos son consistentes en las diferentes variedades y localidades evaluadas (Fig. 3).

Figura 3. Incidencia de foliolos afectados sobre el total de foliolos, en los tallos marcados para cada tratamiento (tasas de crecimiento del patógeno).

Con Segovis® Flora, siete días después la segunda aplicación, se pudo observar una menor incidencia de la enfermedad con un 23 % vs los testigos comerciales con una incidencia del 37% (Fig 4). Esto se debe a la potente acción del fungicida, que nos permite tener una mayor cantidad de brotes nuevos sanos; en aquellos tallos en los cuales ya se observaba presencia de la enfermedad, se logró controlar el avance de P. sparsa, logrando así evitar pérdidas en la producción a corto y a mediano plazo.

Figura 4.  Incidencia en 80 tallos por tratamiento seleccionados al azar (presencia/ ausencia).

En conclusión, con estos ensayos realizados en campo se demostró la contundente eficacia de Segovis® Flora para el control de P. sparsa en el cultivo de rosa.

Las aplicaciones de Segovis® Flora son consistentes en los 10 ensayos realizados, donde se observan resultados superiores en las evaluaciones preventivas y curativas versus los diferentes estándares comerciales utilizados en la Sabana de Bogotá.

En las evaluaciones realizadas en campo, Segovis® Flora demostró ser un producto confiable al ser compatible en las variedades evaluadas y no presentar síntomas de fitotoxicidad (seguir las recomendaciones de la etiqueta).

Bibliografía 

  • Aegerter BJ, Nuñez JJ and Davis RM. 2002. Detection and management of downy mildew in rose rootstock. Plant Disease 86:1363-1368.    
  • Agrios GN. 2005. Plant pathology. Fifth. Ed. Academic Press Inc. New York. USA.
  • Arbeláez G. 1999. El mildeo velloso del rosal ocasionado por Peronospora sparsa Berkeley. Acopaflor 6: 37-39.   
  • Castillo CF, Álvarez E, Gómez E, Llano GA y Castaño J. 2010. Mejoramiento nutricional de la rosa para el manejo de Peronospora sparsa Berkeley, causante del mildiu velloso. Rev. Acad. Colomb. Ciencias Exactas, Físicas y Naturales 34: 137-142. 
  • Gómez SM y Arbeláez G. 2005. Caracterización de la respuesta de tres variedades de rosa a la infección de Peronospora sparsa Berkeley, bajo condiciones de invernadero. Agronomía Colombiana 23: 246-255.  
  • Horst RK and Cloyd RA 2007. Compendium of rose diseases. The American Phytopathological Society. St. Paul, Minessota, USA. Pp. 16-18.  
  • Kamoun S. 2003. Molecular genetics of pathogenic Oomycetes. Eukaryotic Cell. 2:191-199.    
  • Quiroga N y Arbeláez G. 2004. Evaluación de la eficacia de fungicidas aplicados al suelo y al follaje para el control de mildeo velloso, ocasionado por Peronospora sparsa en un cultivo comercial de rosa. Agronomía Colombiana 22: 110-118. 
  • Quitian A. 1995. Algunos aspectos sobre mildeo velloso y su manejo. Acopaflor 2: 25-26.   
  • Restrepo L F. 1996. Susceptibilidad de las rosas a los mildeos. Acopaflor 3: 3-6.     
  • Walter M, Harris VP, Thomas W, Tate G, Waipara NW and Langford G. 2004. Agrochemicals suitable for downy mildew control in New Zealand boysenberry production. Crop Prot. 23: 327-333. 
  • Wheeler B. 1981. Downy mildew of ornamentals. Chapter 22 In: Spencer, D.M. (ed.). The Downy Mildews. Academic Press, London. England. 476-477.