Por: Álvaro Gonzalez O.

I. A. -MBA Tel. 318 816 88 67

Un planteamiento propio

Después de mi experiencia en mercadeo y ventas en compañías nacionales y multinacionales, en las que me formé profesionalmente, me he sentado a analizar por qué un alto porcentaje de las empresas de estos sectores no han escalado y han perdido mercado o, en el mejor de los casos, se han mantenido sin avanzar.

Esta situación me ha hecho reflexionar sobre el hecho de que los planes y proyectos han sido elaborados a muy corto plazo y la improvisación permanente se ha convertido en pan de cada día. Además de lo anterior, muchas de estas empresas, en la búsqueda de un resultado inmediato, han reducido sus servicios complementarios. Como consecuencia de esto, se trabaja con el personal justo y se les asigna a los trabajadores cargos multifunciones, por lo que las habilidades y fortalezas deben ser duplicadas e incluso triplicadas para poder llegar a la meta. Por consiguiente, se pierden en este proceso el foco y valores que seguramente podrían representar el factor diferencial, el valor agregado, o en pocas palabras, la formula del éxito para alcanzar las metas y objetivos.

Yo parto del hecho de que todas las compañías tienen y han tenido proyectos que de una u otra forma terminan encajonados en la gaveta de algún escritorio, o sumergidos en nuestro inconsciente a manera de sueños por carecer del personal idóneo o por tener el personal desempeñándose en multitareas. Esto hace que se pierdan de vista o se entierren oportunidades de negocio que podrían ser desarrollos para lograr una mayor permanencia de la empresa a mediano o, inclusive, a largo plazo.

Hoy, de una manera estratégica, he iniciado mi planteamiento basado en esta teoría y reuniendo dos conceptos históricos que fueron exitosos en el pasado. Se trata de las teorías de reingeniería de los años 80 – 90 y la de la innovación de los 90.

Lo nuevo de estas dos teorías está en la combinación justa de nuestros productos o servicios y el desarrollo del personal calificado aplicable al momento y entorno histórico del mercado. Esto es lo que ocurre desde hace algunos años con los agroquímicos: se mezclan dos activos que se han aplicado durante mucho tiempo, y se crea un nuevo producto que muy seguramente es más eficiente y eficaz que aplicar los activos solos.

De esta misma manera, mi propuesta es hacer el replanteamiento de la reingeniería con imaginación para poder crear valor a las compañías. Es necesario generar valor aplicable justo en estos momentos históricos en que el mercado es tan competido. Se demanda un cambio en la estrategia inmediatista que pretende actuar unicamente a través del factor precio. En esta teoría no hay matrices y protocolos de ordenamiento para seguir enumerando los pasos. Simplemente se inicia con la aceptación de la miopía que existe en creer que únicamente el precio es lo que define el éxito de la operación. Este proceso requiere el trabajo en equipo y la decisión de cambio, sabiendo que de trata de un proceso de madurez y de aceptación. Solo existe el convencimiento de que se debe replantear la meta y tener las agallas de iniciar el cambio para que se generen los resultados que todos esperamos.

Para terminar, adjunto algunos apartes sobre la teoría de la reingeniería como punto de partida para un nuevo renacer.

Teoría de la reingeniería

La Reingeniería es una teoría comúnmente aplicada en la actualidad en los procesos de las empresas. Independientemente del término que se le asigne, significa modernización, trasformación y reestructuración. El objetivo perseguido al aplicarla es el mismo: aumentar la capacidad para competir en el mercado mediante la reducción de costos, ya sea en la producción de bienes o en la prestación de servicios.

Definición formal según Hammer & Champy:

“Reingeniería es la revisión fundamental y el rediseño radical de procesos para alcanzar mejoras espectaculares en medidas críticas y contemporáneas de rendimiento, tales como costo, calidad, servicios y rapidez”.

Espero que estas cortas ideas hayan sido de interés para los lectores y si alguna compañía o persona desea ampliar el planteamiento o  iniciar un proceso de asesoría sobre cómo podría implementar estos conceptos,  puede contactarme para realizar una primera revisión, hacer un diagnóstico de los procesos y,  así mismo, poder trazar un plan de acción de acuerdo a las necesidades de la empresa que hayan surgido de este primer análisis.