Por: I.A. MSc Camilo Ernesto Bohórquez S.
Director técnico Eurofert Colombiana S.A.S.

I.A. Ricardo Andrés Sánchez
Asesor técnico comercial Flores Norte 
Eurofert Colombiana S.A.S.

La aplicación de fertilizantes de síntesis química, aunque efectiva en su propósito de suministrar nutrientes minerales a las plantas, muchas veces resulta ser ineficiente dadas las altas pérdidas que se generan en el sistema suelo-planta. Lo ideal de un programa de fertilización de cultivos es que la totalidad de los nutrientes aplicados sean absorbidos por la planta; sin embargo, la realidad es otra, pues se estima que entre el 20% y el 80% de los nutrientes contenidos en los fertilizantes puede perderse o pasar a formas no disponibles para su absorción a través de transformaciones químicas, físicas o biológicas (Halpern et al. 2015; Bindraban et al. 2015).

La promoción de sistemas de radicales más robustos y, consecuentemente, con alta tasa de absorción de nutrientes, constituye una estrategia adecuada para aumentar la eficiencia de la fertilización de los cultivos. En este contexto, la bioestimulación vegetal se proyecta como una estrategia con gran potencial, resaltando que su uso en cultivos ornamentales viene en franco aumento. El término bioestimulante es relativamente nuevo en la producción agrícola. Según du Jardin (2012), un bioestimulante se puede definir como “una sustancia o compuesto, con excepción de los nutrientes minerales, que una vez aplicado a plantas, semillas o sustratos de crecimiento, tiene la capacidad de modificar procesos fisiológicos en plantas de tal forma que beneficia su crecimiento, desarrollo o respuesta al estrés”.

Existen varios compuestos reportados como bioestimulantes en la producción agrícola. Ácidos húmicos y fúlvicos, aminoácidos, extractos de algas marinas, extractos vegetales y microorganismos promotores de crecimiento son algunos de ellos (du Jardin, 2012). En el caso de los extractos de algas marinas, estos pueden ser encontrados en forma de polvo o como extractos líquidos. Su aplicación ya sea vía foliar o vía raíz, incluso a bajas concentraciones, ha sido reportada en numerosos estudios como benéfica en la fisiología de los cultivos. La acción conjunta de nutrientes, carbohidratos, hormonas de crecimiento, compuestos orgánicos nitrogenados y esteroles presentes en las algas marinas, particularmente las marrones (Phaeophyceae), puede generar efectos positivos que se ven reflejados en una rápida germinación y establecimiento de plántulas, fomento del crecimiento de raíces y parte aérea, mejora en la absorción de nutrientes, incrementos en floración, elevada resistencia a estrés biótico y abiótico, retraso de senescencia, aumento de productividad y mayor vida poscosecha (Stirck y Van Staden, 2014; Khan et al. 2009).

La mayoría de zonas de explotación de algas marinas se encuentran ubicadas en los océanos Atlántico, Pacífico y Antártico, lugares de donde son extraídas especies de uso en la producción agrícola como Ascophylum nodosum, Ecklonia maxima, Durvillea potatorum, Durvillea antarctica, Fucus serratus, Himanthalia elongate, Laminaria digitata, L. hyperborea, Macrocystis pyrifera, y Sargassum spp (Sharma et al. 2013). Ecklonia máxima, comúnmente conocida como “bambu de mar”, es un alga marina que domina la costa oeste sudafricana y que en las últimas dos décadas ha sido ampliamente documentada por su efecto promotor de crecimiento en plantas, dada la presencia de reguladores endógenos de tipo poliaminas, giberelinas, ácido abscísico, brasinoesteroides, citoquininas, auxinas, entre otros (Rengasamy et al. 2014).

El Basfoliar Kelp es un bioestimulante a base del extracto del alga Eklonia máxima y en cuya fabricación se emplean únicamente procesos físicos, lo que permite por medio de altas presiones generar ruptura celular en el alga y extraer su contenido soluble. Se trata de un método diferente al método convencional de extracción, donde se usan soluciones alcalinas y ácidas a altas temperaturas, lo que claramente puede desnaturalizar algunos de los componentes celulares (Stirk et al. 2013). El proceso empleado en la obtención del Basfoliar Kelp resulta clave para conservar el componente hormonal biológicamente activo de Eklonia máxima, especialmente el referente a las auxinas, presente en altas concentraciones y del  cual se han identificado plenamente en el producto el ácido indol acético (AIA), ácido indol-3-carboxílico (AIC), N,N-dimetiltriptamina (N,N-DMT), indol-3-aldehido (IAld) y N-hidroxietilftalimida (Sharma et al. 2013).

Las auxinas, reguladoras clave de casi todo proceso de crecimiento y desarrollo vegetal, están involucradas en la división, elongación y diferenciación celular, la dominancia apical, la promoción de crecimiento de raíces, el desarrollo vascular y las fases de floración y senescencia de las plantas (Mano & Nemoto, 2012). La sinergia existente entre las auxinas y los carbohidratos durante la formación de raíces, donde las auxinas inician el proceso formativo y los carbohidratos constituyen la fuente energética para continuar su crecimiento, ha sido muy bien aprovechada para la formulación del Basfoliar Kelp. Trabajos comparativos entre Basfoliar Kelp y otros productos comerciales normalmente utilizados para promover enraizamiento en esquejes de clavel, han evidenciado marcadas diferencias en la generación y desarrollo de raíces, lo que ha permitido disminuir tiempos de trasplante a cultivo y aumento de eficiencia de absorción de nutrientes (Figura 1).

Figura 1. a) Esqueje de clavel variedad Pedro antes de realizar los tratamientos para la producción de raíces. b) Plántula con 22 días después de aplicación de tratamiento convencional y evidencia de desarrollo de raíz insuficiente para trasplante a cultivo. c) Plántula con aplicación de 5cc/L de Basfoliar Kelp al cabo de 22 días; se observa un volumen de raíces óptimo para el trasplante final cultivo.

Los rizotrones son herramientas muy utilizadas en cultivos ornamentales para obtener datos descriptivos y semicuantitativos de los cambios en el desarrollo de raíces. En ensayos realizados en el cultivo de rosa para evaluar el efecto de la aplicación edáfica de Basfoliar Kelp, se pudo observar, por medio de la instalación de rizotrones, claras diferencias en la generación de raíces nuevas en comparación con el manejo convencional del cultivo (Figura 2).  El tratamiento planteado consistió en 4 aplicaciones de 1cc/L de Basfoliar Kelp con intervalos de 15 días entre aplicación, y su efecto en el tiempo sobre la ocupación de raíces en el rizotrón se puede apreciar en la figura 3.

Figura 2. Efecto de la aplicación de Basfoliar Kelp (a) versus el tratamiento convencional (b) sobre el desarrollo de raíces en el cultivo de rosa 65 días después del inicio de tratamientos.

Figura 3. Efecto de la aplicación de Basfoliar Kelp sobre el crecimiento de raíces en rosa evaluado mediante el uso de la técnica del rizotrón.

La rizogénesis permanente, o constante generación de raíces, es promovida en gran parte por las auxinas y constituye un proceso deseable en todo sistema de cultivo. La síntesis de citoquininas y giberelinas en los ápices de las raíces, así como la mayor absorción de fósforo, magnesio y calcio en esta zona radical, son sólo algunas de las justificaciones para que dentro de la estructuración de todo plan de manejo de flores de corte, la promoción continua de “raíces blancas” sea uno de los objetivos a alcanzar. Una constante renovación del sistema radical hará que las plantas sean más resilientes ante prácticas de cultivo como las podas efectuadas antes de San Valentín, pues el intenso corte de tallos genera una considerable pérdida de hojas y, consecuentemente, disminución de la llegada de asimilados a las raíces, generándose deterioro o muerte de tejidos. La aplicación de Basfoliar Kelp permitirá recuperar adecuadamente el sistema radical de las plantas, y por ende, hará que estén mejor preparadas para recibir la época más importante del año en el sector floricultor.

Bibliografía

  • Bindraban, P.; Dimkpa, C.; Nagarajan, L.; Roy, A. y Rabbinge, R. 2015. Revisiting fertilisers and fertilisation strategies for improved nutrient uptake by plants. Biol Fertil Soils, 51, 897-911.
  • du Jardim, P. 2012.  The science of biostimulants – A bibliographic analysis. P. 37 
  • Halpern, M.; Bar-Tal, A.; Ofek, M.; Minz, D.; Muller, T. y Yermiyahu, U. 2015. The use of Bioestimulants for enhancing nutrient uptake. Chapter two. Advances in Agronomy, 130, 141-174. 
  • Khan, W.;  Rayirath, U.; Subramanian, S. Jithesh, M.; Rayorath, P.; Hodges, M.; Critchley, A.; Craigie, J.; Norrie, J. y  Prithiviraj, B. 2009. Seaweed Extracts as Biostimulants of Plant Growth and Development, 28, 386-299.
  • Mano, Y., & Nemoto, K. 2012. The pathway of auxin biosynthesis in plants. Journal of Experimental Botany, 63, 2853–2872. 
  • Rengasamy, K.; Kulkarni, M.; Stirk, A. y Van Staden, J. Eckol – a new plant growth stimulant from the brown seaweed Ecklonia máxima. J Appl Phycol. DOI 10.1007/s10811-014-0337-z
  • Sharma, S.; Fleming, C.; Selby, C.; Rao, J.R. y Martin, T. 2013. Plant biostimulants: a review on the processing of macroalgae and use of extracts for crop management to reduce abiotic and biotic stresses. Journal Appl Phycol. DOI 10.1007/s10811-013-0101-9.
  • Stirk, A.; Tarkowská, D.; Turečová, V.; Strnad M. y Van Staden, J. 2013. Abscisic acid, gibberellins and brassinosteroids in Kelpak®, a commercial seaweed extract made from Ecklonia máxima. J Appl Phycol. DOI 10.1007/s10811-013-0062-z
  • Stirk, A. y Van Staden, J. 2014. Plant Growth Regulators in Seaweeds: Occurrence, Regulation and Functions. Chapter five. Advances in Botanical Research, 71, 125-159.