Nuestra primera mujer destacada este año es Claudia Marcela Tobón Martínez, una amable y simpática ingeniera agrónoma que ha dedicado toda su vida profesional a la floricultura. Actualmente, nuestra protagonista, quien es la menor de tres hermanos, ávida lectora y – en sus palabras- felizmente soltera, se desempeña como jefe de sanidad en el Grupo Sunshine.   

Médica de plantas

Marcela, quien nació y creció en Manizales, nunca pensó en estudiar agronomía. Ella se inclinaba por disciplinas como la psicología o la ingeniería industrial. Sin embargo, a veces el destino tiene planeado para nosotros otros caminos que, a la larga, resultan ser muy acertados. 

Para las carreras que tenía en mente, los cupos eran limitados en la universidad pública y muy altos los costos en las universidades privadas. Fue así que su padre le planteó las posibilidades de estudiar en la Universidad Nacional o en la de Caldas. Nuestra protagonista decidió estudiar agronomía y la suerte quedó echada. Poco tiempo después ingresaría a la Universidad de Caldas y sería una destacada estudiante. 

En sus 19 años de recorrido agronómico, Marcela jamás se ha arrepentido de la decisión de ese entonces. Hoy en día declara su amor por la fisiología vegetal y compara su profesión con la del médico, con la diferencia que ella se ocupa de la salud de las plantas; a ellas  prodiga sus cuidados y ellas son el motivo de sus afanes y desvelos.  

Debemos decir, en todo caso, que la agronomía no ha sido un obstáculo para que nuestra protagonista explorara sus intereses humanistas. Además de su carrera científica, Marcela ha estudiado alta gerencia y dirección de proyectos (Universidad de los Andes), Coaching gerencial (Universidad de la Sabana) y programación neurolingüística e inteligencia emocional. Todo lo anterior le es útil en su día a día laboral, pues puede aplicar esas habilidades para transmitir sus conocimientos a los demás, trabajar en equipo y potenciar su liderazgo. Como si no fuera poco, ahora tiene el proyecto de seguir estudiando para continuar fortaleciendo su parte humanística y técnica.  

Inicios – propagación

Desde antes de graduarse como agrónoma, Marcela sabía que no quería dedicarse al café, el camino que con mayor probabilidad podría recorrer un agrónomo de la zona cafetera colombiana. De modo que, buscando otras alternativas, encontró una pasantía en flores en el grupo Hosa. Allí empezó todo. 

La decisión fue rápida e improvista. Presentó las pruebas necesarias, le notificaron su éxito en ellas y cuatro días después ya se encontraba en la Sabana de Bogotá bajo la mentoría de otra mujer muy querida para la floricultura colombiana y para Metroflor: Martha Inés Hurtado. A ella Marcela agradece, pues haberle dado esa oportunidad es la causa sin la cual nuestra protagonista probablemente no habría dado los pasos que la han llevado por el sendero de la floricultura en nuestra región sabanera.  

La pasantía, que duró 6 meses, era un estudio de caso en relación con el aumento del botón de rosa en las 72 variedades del grupo. 

Cumplidos los 22 años y terminada la pasantía, presentó entrevista para ser parte de un proyecto de propagación inteligente, también en el Grupo Hosa. Se trataba de un proyecto de rosa en el que toda la tecnología y equipos eran asimilables a los utilizados en Holanda, desde los invernaderos hasta las mesas movibles; en aquella época, un tema de avanzada. El proyecto, que consistía en el montaje (con el acompañamiento de expertos rusos y holandeses) de los procesos necesarios para el enraizamiento, brotación de yema y pegue, endurecimiento y entrega en cultivo de las plantas, duró 4 años, durante los cuales nuestra protagonista trabajó sin descanso y formándose en temas de propagación al lado de los más connotados expertos. 

Cultivo

Durante 16 años, Marcela acumuló una importante experiencia en diferentes áreas del Grupo Hosa. Terminado el proyecto de propagación, fue nombrada jefe MIPE/MIRFE en la finca Innovación Andina, también enfocada en la producción de rosa. Posteriormente fue jefe de finca en El Rosal para pasar de nuevo a Innovación Andina como jefe de cultivo. Después fue ascendida a gerente de finca (en la finca Astro) y pasado un tiempo -habiendo más que comprobado sus capacidades agronómicas – volvió a Innovación Andina como gerente. Para ese entonces hubo un problema de Botrytis que coincidió con una fiesta de Madres con ocasión del cual se le encomendó el cargo de Directora de Sanidad de todas las fincas con las que el grupo contaba en ese momento (6 fincas). Durante su último año y medio con Hosa hubo una alianza estratégica con la Empresa Ipanema, en donde también ocupó el cargo de Directora de Sanidad. Las diferentes oportunidades le dieron una gran base y experiencia en su vida laboral porque pudo estar en todos los campos técnicos y administrativos que tiene una empresa de flores. 

Sunshine

Después de 16 años de trabajo continuo con escasos periodos de descanso, nuestra protagonista quiso dar un giro a su vida. Con seis periodos acumulados de vacaciones y el cansancio propio de ello, Marcela Tobón renunció y se devolvió a Manizales – donde se ocupó en temas de cannabis y aguacate – pensando que no regresaría. 

Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que se le volvieran a ofrecer las oportunidades en la Sabana de Bogotá y en la floricultura, oportunidades que, después de sopesar juiciosamente, decidió tomar. Fue así como, a instancias de Javier Serrano – su anterior jefe – regresó como Directora de Sanidad de un proyecto que él estaba gerenciando en Flores Katama.  

Poco después Sunshine compró a Flores Katama -hace dos años y medio, es decir, el tiempo que Marcela lleva trabajando con Sunshine-. 

Actualmente, Marcela se desempeña como Jefe de Sanidad de varias fincas del Grupo – más de 100 hectáreas- dentro de las que se encuentran El Recuerdo, Santa fe, San Isidro, Macarena, Pueblo Viejo, Yerbabuena y Campo Alegre.  

Las responsabilidades de Marcela son velar por la calidad fitosanitaria de los productos, hacer pruebas de campo, organizar estrategias, buscar alternativas y generar planes de manejo para cada blanco biológico y hacerles seguimiento; y acompañar y capacitar al grupo de monitores e ingenieros de su área, entre otras.

De acuerdo con nuestra protagonista, debido a diversos factores dentro de los que se incluyen fenómenos generales como el cambio climático, los ataques de los diferentes patógenos son cada vez más agresivos y mantener la calidad que se exige (teniendo en cuenta que el objetivo del grupo al que pertenece es ser el número uno a nivel mundial) es un reto cada vez mayor. Esta situación hace necesario pensar en alternativas como las estrategias biorracionales, los productos biológicos y dar mayor atención a los manejos físicos y culturales. En suma, es preciso lograr un buen manejo integrado para disminuir la incidencia de plagas y enfermedades en los cultivos. 

Para terminar…

Para terminar nuestra entrevista, hicimos a Marcela dos de nuestras preguntas acostumbradas. Por una parte, le preguntamos su opinión frente al futuro del sector del agro en Colombia, a lo cual nos respondió sin bacilar que hace falta apoyo por parte del gobierno. En su concepto es difícil hacer agricultura en Colombia. Se necesita aumentar la eficiencia y la productividad y para esto es necesario una política integral amplia que considere a los agricultores y redunde en mayor seguridad alimentaria para el grueso de la población colombiana. Por otra parte, le preguntamos su opinión acerca de la revista Metroflor. Al respecto nos respondió, para nuestro beneplácito, que es una excelente publicación que ha tenido una evolución gigante en la parte técnica. Según Marcela, “se ha creado el hábito de leer la revista para resolver dudas sobre temas puntuales”. Afirma, además, que “la Revista ha hecho que los desarrollos técnicos y científicos se vuelvan más públicos”, una tarea importante de la que Metroflor se ha encargado y realiza muy bien. Por último, destacó que le gusta mucho recibir la revista en su formato físico, pues no hay nada como leer en papel y resaltar, subrayar y colorear la información útil o a recordar. 

A Marcela agradecemos habernos atendido y esperamos que su carrera profesional siga dando frutos y aportando a nuestro querido sector floricultor.