Por: I.A Juan Esteban Echeverri Ortiz
I.A. Francisco C. Yepes Rodríguez
Profesor Asociado. Universidad Nacional
Sede Medellín.

Introducción

Las frutas y las hortalizas son componentes muy importantes en la dieta alimentaria de los humanos y el crecimiento poblacional en Colombia ha contribuido al aumento de su consumo. 

El mercado de las frutas tropicales se extiende a todos los países del  mundo y debido a la ampliación de la frontera productiva en los países en vía de desarrollo, las exportaciones son cada año más dinámicas.

Como todos los sistemas de producción, las plantaciones de frutales y sus cosechas están amenazadas por artrópodos fitófagos, algunos de los cuales se consideran en la literatura agraria como plagas claves.

Entre las plagas claves se destacan las llamadas moscas de la fruta (Diptera: Tephritidae), cuyas larvas alojadas en su pulpa consumen, degradan y causan pérdidas considerables, dependiendo de los siguientes factores: zonas ecológicas donde se establecieron los cultivos, condiciones de manejo agronómico, variedades sembradas y desconocimiento o inexperiencia en la aplicación de las buenas prácticas determinadas en consonancia con su paquete tecnológico.

Estas prácticas de manejo de los sistemas de producción incluyen el mínimo uso de plaguicidas orgánicos de síntesis, los cuales se están aplicando en los cebos tóxicos programados en la ejecución de programas de manejo integrado de las especies de Anastrepha, género asociado a las pérdidas de un gran porcentaje de las cosechas.

Hechas las anteriores consideraciones, es importante notar que no sobran los estudios relacionados con el uso de trampas para detección y monitoreo de poblaciones de los mencionados dípteros y la incorporación de las sustancias atrayentes acompañantes de aquellas y dosificadas en los respectivos cebos tóxicos. 

Revisión de literatura 

Las moscas de las frutas pertenecen al Órden Diptera, Familia Tephritidae, que comprende aproximadamente 4.000 especies descritas, de las cuales más de 400 se encuentran en el continente americano (Núñez, 2000).

En algunas trampas se utilizan líquidos como agentes letales. Cuando se usan atrayentes de proteína líquida, se mezcla bórax al 3% para preservar las moscas de la fruta capturadas. Existen atrayentes de proteína formulados con bórax, por lo que no se requiere de cantidades adicionales de este último. Cuando se utiliza agua en climas cálidos, se añade 10% de propileno glicol para prevenir la evaporación del atrayente y para conservar las moscas capturadas (FAO, 2017).

La descripción de la trampa Mcphail publicada por FAO (2017) es la siguiente: 

La trampa McPhail (McP) convencional es un contenedor invaginado en forma de pera, de vidrio o plástico transparente. La trampa mide 17,2 cm de alto y 16,5 cm de ancho en la base y puede contener hasta 500 ml de solución. Consta, además, de un tapón de corcho o tapa de plástico que sella la parte superior  y de un gancho de alambre para colgar de las ramas (figura 1).

Figura 1. Modelo de trampa usada para la captura de moscas de la frutas.

Esta trampa utiliza un atrayente alimenticio líquido, basado en proteína hidrolizada o tabletas de levadura torula/bórax. Se mezcla la proteína hidrolizada y el bórax (si no se ha añadido ya a la proteína) en agua hasta llegar a una concentración de 5 a 9% del primer producto y 3% del segundo.

Según el ICA (2017), los atrayentes para capturar hembras de mosca de la fruta se basan en alimentos o en olores del huésped. Históricamente los cebos de proteínas líquidas se han usado para capturar un amplio número especies de mosca de la fruta. En las capturas se evidencia la presencia de ambos sexos (Figura 2). 

Buenos resultados se han obtenido cuando cada trampa McPhail se ceba con 250cc de proteína hidrolizada, ampliando la captura a las  siguientes especies: A. striata, A. obliqua, A. grandis y A. fraterculus (Gordillo y Pizarro, 2016). Las moscas ingresan al recipiente por la parte inferior (invaginación) atraídas por el olor de la sustancia atrayente. En su afán por evadirse de este cautiverio mantienen su vuelo internamente hasta cuando agotadas por el cansancio, caen al líquido de la solución de proteína para morir por esta inmersión (Figura 2).

Figura 2. Trampas cebadas con solución de proteína hidrolizada de maíz, mostrando su invaginación.

Objetivos

General

Evaluar la capacidad atrayente del producto comercial Cebofrut, para el monitoreo y captura de las especies de moscas de la fruta, con énfasis en Anastrepha en un cultivo comercial de mango M.  indica.

Específicos

  1. Evaluar el poder atrayente de cuatro tipos de proteínas, cada uno en tres concentraciones.
  2. Identificar las especies de moscas de las frutas capturadas en el cultivo de mango por medio de trampas McPhail cebadas con las concentraciones del cebofrut.

Materiales y métodos

El ensayo se realizó en la estación agraria Cotové, ubicada en el municipio de Santa Fe de Antioquia, vereda El Espinal. Clasificación ecológica bs-T, a una altura de 540 msnm, temperatura promedio de 27°C y una precipitación anual de 1100 mm.

Para la realización del ensayo se aprovechó el momento de cosecha de mango, con el fin de hacer el monitoreo sobre las diferentes especies que atacan al cultivo en su momento más susceptible (Figura 3). 

Figura 3. Frutos afectados por larvas de Anastrepha obliqua.

Materiales:

  • Proteína hidrolizada (Cebofrut).
  • Trampas McPhail acrílicas.
  • Frascos con tapa y alcohol.
  • Cinta de enmascarar y marcador.
  • Cedazo y probeta.
  • Alambre y pinzas.

Para el ensayo se escogió un lote en producción y se seleccionaron 9 árboles en fructificación. En cada uno de ellos se pusieron cuatro trampas McPhail, cada una con una concentración igual pero con una proteína hidrolizada con diferente composición. En total se instalaron 36 trampas, las cuales se recebaron cada semana. Las moscas atrapadas se separaron en frascos con alcohol comercial, con el fin de hacer la respectiva identificación en el laboratorio. Se pretendió conocer a que concentración y cual formulación tenía  mayor capacidad de atracción y de captura. 

Diseño experimental 

Para el desarrollo del ensayo, se utilizó un diseño de bloques al azar, con tres repeticiones. 

Tratamientos 

Para la realización de la prueba se tuvieron cuatro tratamientos del producto Cebofrut. Con cada una se prepararon tres dosis (Tabla 1).

Tabla 1. Tratamientos evaluados en el cultivo de mango (Tommy atkins).

Resultados

En la tabla 2  y figuras 4 y 5 se pueden ver los resultados obtenidos con las concentraciones de 15%, 30% y 60% de cada uno de los tratamientos en cuanto al número de capturas de moscas pertenecientes a tres especies, con predominio de la especie A. obliqua (97%), llamada la mosca de las Anacardiaceae, familia a la cual pertenece el mango.

Tabla 2. Registro de las capturas de las moscas de la fruta del mango, discriminadas por especies insectiles.

Los resultados obtenidos después de 10 semanas de lecturas se ven consignados en la siguiente tabla 3, convertidos en porcentajes. Se observa claramente las mayores capturas correspondientes al tratamiento 3, superiores a los demás en casi todas las semanas evaluadas. De acuerdo con el análisis estadístico, se presentó diferencia significativa con el 2, 4 y 5.

Tabla 3. Porcentajes de capturas de las moscas de la fruta asociadas al cultivo de mango de la variedad Tommy atkins.
Figura 4. Porcentaje de capturas semanales por tratamiento (10 semanas en total).
Figura 5. Capturas por dosis del producto en cada tratamiento.

Conclusiones

  • Con los datos obtenidos y basados en los resultados del ANOVA, se puede concluir que la formulación que mejor se comportó para la captura de moscas de la fruta, fue la 3. 
  • La mejor dosis  para la captura de moscas de la fruta en el cultivo de mango, es la de 30 cc de Cebofrut 3, completado con 220 cc de agua (250 cc de la solución/ trampa McPhail).
  • La mayor cantidad de moscas atrapadas(97%) perteneció  A. obliqua, reconocida como la mosca del mango

Bibliografía