Uno de los mayores desafíos que enfrentan los floricultores productores de crisantemo es controlar las enfermedades provenientes del suelo en el que crecen sus cultivos. Esta situación es cada vez más alarmante dada la poca o nula oportunidad de rotación, lo que obliga a explotar el sustrato recurrentemente con la misma especie vegetal favoreciendo el establecimiento de los patógenos y el incremento de las tasas de infección (Infoagro, s/f).

Dentro de este grupo de enfermedades fungosas con origen en el suelo, las que mayor impacto negativo causan en la productividad y calidad del crisantemo a lo largo de todas sus etapas de producción son la pudrición de los tallos originada por Fusarium oxysporum f. sp. Chrysanthemi, la pudrición de las raíces causada por  Pythium spp, la pudrición negra de las raíces generada por Thielaviopsis basicola, la pudrición blanca de los tallos producida por Sclerotinia sclerotiorum, la marchitez generada por Rhizoctonia solani, Verticillium dahlie y V. albo-atrum.

La especie Fusarium oxysporum f. sp. Chrysanthemi provoca síntomas que se observan a los 10 días después de la afección, iniciando con el amarillamiento y la aparición de curvaturas de las hojas, secado individual de las ramas inferiores y caída de follaje de manera constante. En infecciones avanzadas se puede observar una necrosis de la base del tallo, pudrición seca del tallo en el tercio medio y superior y una marchitez generalizada de toda la planta (Chandel & Jandaik, 2021).

Una de las estrategias más utilizadas para el manejo de esta enfermedad es el uso de productos desinfectantes de síntesis química a base de activos como dazomet y dicloropropeno. No obstante, es importante destacar que el uso de estos productos puede conllevar riesgos potenciales para la salud humana debido a sus componentes químicos (Ramírez, 2013). También puede generar impactos negativos en el microbioma del suelo (Hirt, 2020), resistencia por parte del patógeno y aumento del riesgo de presencia de residuos químicos en los productos cosechados (Chellemi, 2014).

Otra alternativa para el control de este patógeno es la desinfección de los suelos empleando el vapor producido por calderas. Esta actividad requiere de un gran esfuerzo logístico y económico asociado a movimiento de tuberías, abastecimiento y consumo de gas, carbón o ACPM, largos tiempos de espera y liberación de material particulado a la atmosfera por cuenta del funcionamiento de la caldera, entre otros (University of Missouri, 2020).

Ya sea mediante el uso de productos de síntesis química o empleando vapor, estos dos procesos de desinfección tienen la desventaja de no discriminar entre organismos patogénicos y benéficos del suelo, erradicándolos por igual. La eliminación de los organismos benéficos altera el ciclo de los nutrientes en el sustrato, limitando su disponibilidad para los cultivos. Esto obliga a que, una vez concluido el proceso de desinfección, sea necesario hacer llenados biológicos para repoblar el suelo con organismos benéficos (Chellemi, 2014; University of Missouri, 2020).

Con la intención de abordar esta problemática desde sus dos perspectivas  -(i) la necesidad de controlar los organismos patogénicos, en este caso particular Fusarium oxysporum, y (ii) proteger este recurso, fundamental en cualquier explotación agrícola, que es el suelo-, nos decidimos a identificar un producto que nos permitiera hacer una desinfección efectiva del sustrato al mismo tiempo que favorecer el desarrollo de los organismos benéficos presentes en él.

Hoy nos permitimos presentarles los resultados del desarrollo y las evaluaciones de Econatur Soil, una alternativa vanguardista a base de extractos de equiseto y de mostaza, con efecto desinfectante, alelopático y prebiótico. Este producto se perfila como un pionero en la nueva era de la desinfección y regeneración de suelos agrícolas con problemas de patógenos como Fusarium oxysporum.

El extracto de equiseto (Equisetum spp.), una planta que ha sido valorada por su contenido de compuestos antimicrobianos y antioxidantes, se ha destacado como uno de los componentes fundamentales de este producto innovador. Estudios anteriores han señalado las propiedades antifúngicas de los compuestos presentes en el equiseto, indicando su potencial para inhibir el crecimiento de patógenos del suelo (Smith et al., 2019).

Por otra parte, el extracto de mostaza (Brassica spp.) ha demostrado ser eficaz como agente antifúngico natural debido a la presencia de isotiocianatos y otros compuestos bioactivos. La capacidad de estos compuestos para suprimir microorganismos patógenos en el suelo ha sido documentada en investigaciones previas (Jensen et al., 2021).

La combinación estratégica de estos extractos en la formulación de Econatur Soil garantiza diversos beneficios, entre los cuales se destacan los siguientes:

1. Eficacia en el control de patógenos del suelo o sustrato.
2. Efecto prebiótico que favorece el desarrollo de microorganismo benéficos.
3. Bioestimulación en el crecimiento del cultivo. 
4. Seguridad para su uso en cultivos establecidos.

Econatur Soil tiene una alta capacidad de inhibición de crecimiento de patógenos gracias a la acción complementaria de sus principios activos. En un ensayo desarrollado entre la semana 19 y 24 del 2023, sobre un cultivo de plantas abuelas de crisantemo de la zona de la Ceja (Antioquia), se evaluaron dos esquemas de aplicación de Econatur Soil en comparación con el tratamiento convencional de la finca, como se muestra en la tabla 1. Se implementó un diseño completamente al azar, con cada unidad experimental compuesta por tres camas. Se realizó un análisis microbiológico para determinar los microrganismos presentes en el suelo incluyendo Fusarium sp, evaluando las unidades formadoras de colonias por gramo de suelo (UFC/gr). Las evaluaciones se llevaron a cabo en los momentos de preaplicación, 8 días después de la primera aplicación (8 dd1A), 15 días de después de la primera aplicación (15 dd1A) y 30 días después de la primera aplicación (30 dd1A).

Basándonos en los resultados obtenidos de los análisis microbiológicos de laboratorio, podemos concluir que la población de Fusarium sp (UFC/gr) en los tratamientos de 20 y 15 L/ha de Econatur Soil, siempre fue significativamente menor en comparación con la población de este patógeno presente en las camas del testigo finca (Gráfico 1 y 2).

En el análisis realizado a los 8 días después de la primera aplicación (8 dd1A), se observó una reducción significativa en las poblaciones de Fusarium sp, en los tratamientos de Econatur Soil con 20 L/ha frente al testigo finca. Los valores disminuyeron de 2200 UFC/gr de suelo a 0 UFC/gr de suelo, lo que representa una eficacia del 100% en el control de la población (Gráfico 3). Esta misma tendencia se mantuvo para el tratamiento de Econatur Soil con 15 L/ha, donde los valores disminuyeron de 2200 UFC/gr de suelo a 330 UFC/gr de suelo, lo que equivale a una eficacia del 85% (Gráfico 4).

La tendencia en el control se mantuvo para las evaluaciones  posteriores. En la evaluación realizada a los 15 días después de la aplicación, el tratamiento de Econatur Soil a 20L/ha, registró una población  de Fusarium sp de 330 UFC/gr de suelo, mientras que el tratamiento finca obtuvo 12000 UFC/gr de suelo. Esta diferencia representa una eficacia del  97 % (Grafico 5).

Así mismo, Econatur Soil a 15 L/ha registró una población de 2200 UFC/gr de suelo en el mismo periodo de evaluación. Al comparar este resultado  con las  12000 UFC/gr de suelo del tratamiento finca, se puede inferir que la eficacia en el control de Fusarium sp lograda por este tratamiento fue del 82% (Ver Gráfico 6).

Estos resultados respaldan la eficacia de Econatur Soil en el control de patógenos de suelo como Fusarium sp.

Es muy importante destacar que en los esquemas de aplicación de Econatur Soil, además del control del patógeno, observamos una tendencia ascendente de Trichoderma sp (Gráfico 7 y 8).

Los resultados previos evidencian la capacidad prebiótica de Econatur soil, ya que favorece el crecimiento del hongo benéfico Trichoderma sp.  contribuyendo así a restaurar el equilibrio microbiológico del suelo. Esta cualidad es especialmente favorable en suelos sometidos a alta presión productiva. 

Econatur Soil no solo desinfecta y regenera el suelo gracias a su acción prebiótica que favorece el desarrollo de microorganismos benéficos. Además, bioestimula el desarrollo del cultivo, mejorando el crecimiento radicular y foliar, como se observa en la fotografía 1.

Finalmente, el ensayo demostró que Econatur Soil puede ser utilizado de manera segura en cultivos ya establecidos (Fotografía 2). Este hallazgo es notable, ya que los métodos tradicionales con dazomet o dicloropropeno requieren de 3 a 4 semanas para surtir efecto y no son aplicables en cultivos ya establecidos (no obstante, como con cualquier otro producto, es fundamental hacer las debidas pruebas de fitotoxicidad antes de su aplicación).

Los múltiples beneficios de Econatur Soil lo convierten en una excelente herramienta para la desinfección y regeneración de suelos agrícolas. 

Es relevante señalar que el esquema de aplicación de desinfección y regeneración del suelo con Econatur Soil es el siguiente:

Aplicación en la etapa previa al establecimiento del cultivo a una dosis de 15-20 L/ha.

Aplicaciones de mantenimiento una vez que el cultivo esté establecido: 3 L/ha (por lo menos 3 aplicaciones separadas 15 días entre sí).

Pasos para la aplicación adecuada:

• Preparar el suelo mediante un laboreo superficial para lograr una textura adecuada (evitar compactación).
• Regar hasta alcanzar la capacidad de retención de agua del suelo utilizando riego localizado.
• Aplicar el producto mediante riego localizado, aspersión o microaspersión.
• Realizar un riego adicional para asegurar la incorporación y distribución del producto en el suelo.
• Dejar actuar el producto durante 1 semana antes de plantar.

Dado que existen diversos tipos de cultivo y especies ornamentales, se recomienda realizar pruebas de fitotoxicidad a pequeña escala para aplicaciones en cultivos ya establecidos.

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