Microorganismos aplicados al suelo

Por: I.A Maribel Benavides

Microbióloga UCM 

Gerencia BIO-CROP SAS

El consumo de fertilizantes y plaguicidas ha aumentado en las últimas décadas, por la necesidad de lograr mayor rendimiento de los cultivos y la aplicación de modelos productivos intensivos. Sin embargo, el uso continuado de estos productos ha tenido impactos ambientales indeseados sobre los microorganismos naturales presentes en el suelo, generando un desequilibrio y efectos adversos en los nutrientes disponibles para las plantas, especialmente nitrógeno (N) y fósforo (P), (Adesemoye & Kloepper, 2009; Tilman et al., 2002).

Las plantas y los microorganismos han vivido en simbiosis desde siempre; relación que tardó decenas o incluso cientos de años en desarrollarse; pero la agricultura, sin que nos demos cuenta, ha alterado (y sigue alterando) balances que tardaron mucho tiempo en establecerse naturalmente. Por tal razón se volvió necesario implementar prácticas de inoculación con microorganismos benéficos al suelo.

En la actualidad, gracias a la tecnología, podemos ofrecer aliados microbianos seleccionados por sus propiedades agronómicas de forma mucho más rápida, acelerando un proceso que la naturaleza tardaría mucho más en completar. El uso de bioinoculantes, biofertilizantes, es una alternativa eficaz en la solución integral de problemas medio ambientales generados por la producción agrícola, teniendo en cuenta que los microorganismos poseen características que ayudan a la toma de nutrientes por la planta, promueven el crecimiento vegetal contribuyendo a disminuir la fertilización química y degradan agroquímicos, disminuyendo su carga ambiental.

Los microorganismos mesófilos viven y se multiplican en los suelos agrícolas en temperaturas entre 170C Y 350C, son los responsables de acelerar los procesos químicos del suelo y aumentan la germinación y brotación de semillas. A estas temperaturas se descompone muy bien la materia orgánica sin que se afecte la calidad de los nutrientes y del carbono orgánico. Además, con la presencia de microrganismos, el suelo muestra una mayor CIC y una mejor solubilización del fósforo.

Las bacterias digieren y aprovechan nutrientes y fermentos; estimulan defensas en la planta, producen vitaminas, transforman sustancias y estimulan la producción de fitohormonas.

Los hongos aumentan la biodisponibilidad de P, producen glomalina, un compuesto que promueve la formación y estabilización de los agregados ralentizando la descomposición de la materia orgánica.

Las levaduras son las encargadas de fermentar y descomponer carbohidratos. Las levaduras cumplen un papel importante en los suelos agrícolas debido a su capacidad para influir en diferentes procesos biológicos y químicos, que son fundamentales para la salud y productividad del suelo.

Actualmente y gracias a la investigación constante, se cuenta con productos de alta tecnología con una eficacia notoria y con efectos altamente positivos en los cultivos:

Biofertilizantes

Microorganismos que proporcionan a la planta los nutrientes necesarios para su desarrollo y mejoran la calidad física y química del suelo. Ejemplos: compost, microorganismos eficientes como Nufosol, abonos orgánicos fermentados, cachazas, humus de lombriz, etc.

Su efectividad la desarrollan mediante la fijación de nitrógeno atmosférico o mediante la mineralización de la materia orgánica, papel que desempeñan las bacterias nitrificantes.  Además, otro grupo de microorganismos son los solubilizadores de fosfatos mediante la exudación de ácidos orgánicos, que se unen al metal Fe o Al, liberando el fósforo para ser absorbido por las plantas.

Descomponedores de materia orgánica

Mediante el proceso de descomposición y mineralización de la materia orgánica, los microorganismos aportan gran cantidad de nutrientes a las plantas y ayudan a la reducción de la contaminación ambiental tanto en gases, olores y lixiviados; al acelerar y aprovechar al máximo los resultados de la descomposición de residuos de cosecha.

BIO-CROP, una de las empresas líder en Colombia en la producción masiva de biofertilizantes como Nufosol  + Trombo, cuya composición combinada de cepas altamente eficaces como Azotobacter chroococcum, Azospirillum brasilense, Penicillium janthinellum Trichoderma harzianum, T, viride, T, koningii, T, lignorummás la levaduraSaccharomyces cerevisiae, aseguran en los cultivos raíces sanas, equilibrio para el establecimiento y desarrollo de las plantas y potencialización en los elementos nutricionales para la planta. Además, apoya el proceso de descomposición de residuos y materia orgánica, logrando la conservación de suelos vivos, sanos y productivos.