Por: I.A. Maribel Benavides Ramírez

ESP Microbiología Industrial

Bio-crop

Cultivo de gerberas rojas, bajo invernadero, tratados con Nufosol para la absorción de fósforo por medio de las raíces.

El fósforo es un nutriente esencial para los seres vivos. Hace parte de moléculas fundamentales como los ácidos nucleicos y los fosfolípidos en las membranas celulares. Además, actúa en funciones como la división celular de las plantas. El fósforo se encuentra en el suelo y llega a las plantas mediante la absorción de sus raíces.

En el suelo existen diferentes fuentes de fósforo que pueden ser categorizadas como fósforo inorgánico y fósforo orgánico.  La distribución de las diferentes formas de fósforo en el suelo depende de factores que incluyen el tipo de suelo, pH, tipo de vegetación, actividad microbiana y entradas de fertilizantes (Rooney et al., 2009).

Aunque los análisis de un suelo muestren la existencia de gran cantidad de fósforo, este elemento está cada vez menos disponible para las plantas – realmente solo un 5% – y fijado o no disponible, un 95%. La disponibilidad de este elemento para las plantas es reducida por causa de diversos procesos químicos que fijan o inmovilizan el P soluble en formas insolubles no disponibles para las plantas (Espinoza, 1998).

Algunos microorganismos, especialmente los asociados con las raíces, tienen la habilidad de incrementar el crecimiento de las plantas y su productividad; son reconocidos como PGPM por sus siglas en inglés (Microorganismos Promotores del Crecimiento Vegetal) (Rosas et al., 2006). Los microorganismos solubilizadores de fosfato (MSF) constituyen un grupo importante de PGPM, pues están involucrados en un amplio rango de procesos que afectan la transformación del fósforo.

Cuando hablamos de Nufosol, que contiene Penicillium Janthinellum, hablamos de unos de los principales hongos con capacidad de ubicarse en la rizosfera de las plantas. Facilitan la absorción del P por la planta debido a sus procesos metabólicos, son capaces de solubilizar el P que se encuentra fijado o inmovilizado en el suelo y lo dejan en formas químicas que pueden ser absorbidas por las plantas. A estos microorganismos se les ha denominado microorganismos solubilizadores de fosfatos (MSF) (Rashid et al., 2004).

Hay un sinnúmero de microorganismos que tienen la capacidad de mineralización o de solubilización, pero los estudios han demostrado que uno de los más especializados en el proceso de solubilización es Penicillium janthinellum, que hace parte del bioinsumo Nufosol.  A nivel agrícola, Penicillium janthinellum se ha encontrado vinculado a la rizosfera de múltiples cultivos y, a partir de aislamientos, se ha descrito su potencial como solubilizador de fosfatos. Así mismo, ha sido evaluado en diversos cultivos como biofertilizante (Scervino et al. 2010, Wakelin et al. 2007, Ñústez y Acevedo 2005, Pandey et al. 2001).

Esquema gráfico de Nufosol por la empresa Bio-crop.

Penicillium janthinellum produce ácidos orgánicos que liberan protones que solubilizan el fósforo. Esto genera la disminución del pH del suelo mediante la excreción de ácidos orgánicos como el fórmico, acético, propiónico, láctico, glicólico, fumárico y succínico y el incremento del P en solución al suelo a través de la quelación de Ca, Fe y Al y solubilización de sales poco solubles (Gadd, 1999).

En la actualidad, y teniendo en cuenta los incrementos de los fertilizantes convencionales, se ha abierto una gran posibilidad para biofertilizantes con ingredientes como Penicillium   janthinellum.

Estos biofertilizantes se producen en Colombia por empresas o centros de investigación serios, con años de experiencia e investigación que le proporcionan al sector agrícola la posibilidad de disminuir el uso de fertilizantes convencionales, granulados y similares, logrando resultados positivos en la producción y una mayor rentabilidad en los cultivos.