Por: Andrea Sarmiento                                                            
Representante Técnico Comercial
Campofert S.A.S.

Óscar Patiño
Gerente Técnico
Campofert S.A.S.


El objetivo de toda inversión es que tenga un retorno y el sector agrícola no es la excepción. En el ciclo de producción se requieren diversas inversiones, como pago de patentes, nutrición, controles fitosanitarios y riegos, entre otras. Durante el desarrollo del cultivo debemos preguntarnos: ¿tendrán un retorno positivo las diferentes inversiones realizadas?

En un mercado tan exigente como el de la floricultura, que se ha visto tan afectado por las condiciones actuales de precios en los insumos y la diversidad de competidores, es necesario emplear los recursos de una manera eficiente con el fin de generar el mayor retorno posible, ya sea en una mayor producción, mayor calidad o ambos.

La bioestimulación y la fertilización foliar son inversiones cada vez más importantes en la producción agrícola. Aunque no sustituyen la fertilización edáfica, sí podemos suplementar requerimientos nutricionales de aquellos elementos necesarios en mayor proporción en una etapa puntual del ciclo del cultivo o buscar mejorar la absorción de nutrientes por parte de la planta, proceso que en ocasiones se dificulta por las condiciones de pH o diferentes antagonismos que se presentan en el suelo. Cuando se decide complementar el manejo del cultivo con la aplicación de compuestos orgánicos, estos permiten a la planta superar situaciones de estrés. Si se mejoran estas condiciones adversas se garantiza una nutrición balanceada del cultivo, lo que se verá reflejado en mayor rendimiento y calidad de las flores de corte.

Con el fin de obtener mejor resultados de calidad en cosecha, Campofert realizó un ensayo en una finca de la sabana de Bogotá, balanceando en la formulación dos productos: Smart Zinc suspensión concentrada (840 gr/l de Zn) con extractos orgánicos y DKP500 con alto contenido de fósforo y potasio con extractos orgánicos -fuente de antioxidantes, ácido algínico, laminarinas, manitol y metabolitos secundarios.

El objetivo planteado era evaluar el efecto en el diámetro y altura de los tallos, así como el desarrollo de las cabezas florales.

La selección de estos productos se explica a continuación:

Smart Zinc 

Además de participar de diferentes reacciones al activar sus enzimas, promueve la resistencia de los tejidos ante anegamientos (Moore y Patrick, 1988), disminución de especies reactivas de oxígeno (Cakmak y Marschner, 1988c), replicación del ADN (Andreini et al., 2009) y metabolismo de carbohidratos. El Zinc también contribuye a la tolerancia de las plantas a los factores ambientales de estrés. (Cakmak, 2000). Es clave en la síntesis de triptófano y este a su vez en la formación del ácido indolacético, hormona encargada de la generación y elongación de nuevos tejidos (Cakmak et al., 1989).

DKP500

Fósforo: Además de las ampliamente conocidas funciones estructurales y energéticas, el fósforo suplido adecuadamente en la planta mantiene en balance el crecimiento de la parte aérea y de las raíces (Smith et al., 1990a).

Potasio: La extensión celular implica la formación de una gran vacuola central que ocupa del 80% al 90% del volumen celular. Para ello la acumulación de potasio es clave (Stiles y van Volkenburgh, 2004).

El uso de florotaninos, ácido algínico, fucoidanos, manitol y laminaria, presentes en los extractos orgánicos, son ampliamente utilizados para promover el crecimiento de las plantas y superar las condiciones de estrés.

Mediciones

Se realizaron 5 aplicaciones foliares con periodicidad semanal en rosas variedad Freedom (Smart Zn dosis de 0,3 cc/l y DKP 500 dosis 1 cc/l), versus el testigo, realizándose aplicaciones de zinc con otro producto comercial del mercado. Estas aplicaciones iniciaron cuando los tallos marcados estaban en estado palmiche; se midieron 15 tallos marcados en cada tratamiento y se obtuvieron los siguientes resultados: 

Los tallos de las plantas a las que se les aplicó el tratamiento Campofert tienen mayor longitud frente a los del testigo comercial. En el tratamiento Campofert hubo varios tallos que superaron los 100 cm, mientras que en el testigo ningún tallo marcado logró superar los 90 cm. Además, como longitud promedio de los tallos de Campofert tenemos una medida de 90.7 cm mientras que en los tallos del testigo la medida promedio es de 79.8 cm, es decir un promedio de 10,9 cm más por tallo; esto en cualquier temporada se traduce en mayores ganancias.

En cuanto al diámetro de botón, se obtuvieron valores promedio similares, para Campofert de 33,07 mm y para el testigo comercial de 32,94 mm. 

En la medición de longitud del botón, que en rosas es una medida muy importante a la hora de definir la calidad de un tallo, con las aplicaciones del tratamiento Campofert se obtuvieron botones por encima de los 5 cm de largo, a diferencia del rango de medida de los tallos del testigo, con un promedio de 4,89 cm.

El objetivo de hacer fertilizaciones y bioestimulaciones tanto edáficas como foliares es que la inversión tenga un impacto positivo y, por lo tanto, un retorno. Las aplicaciones foliares realizadas en pequeñas dosis de Smart Zinc y DKP-500 en etapas clave del desarrollo del cultivo se traducen en un aumento en la calidad de flor y por supuesto en mayor ganancia de dinero.