Protestas Green deal en Europa

Por: Angélica María Pardo López
angelicamaria30@gmail.com

Desde mediados del mes de enero varias ciudades europeas han sido bloqueadas por los agricultores, quienes han acudido con sus tractores a las concentraciones. Las protestas, que empezaron en Francia, se han extendido a países como Alemania, Holanda, Bélgica, España y Grecia. Al momento de la escritura de este artículo (mediados de febrero) solamente se han alcanzado algunos acuerdos parciales en Francia.

La queja principal que esgrimen los agricultores que protestan es que las medidas previstas por el Pacto Común Agrario y el Pacto Verde Europeo o “Green Deal” – aprobado en 2020 y que persigue la neutralidad climática de aquí al 2050 – son excesivas y nos les permiten tener ganancia alguna. Argumentan, además, que la producción bajo esos parámetros no es competitiva frente a los productos agrícolas importados desde Asia y Latinoamérica, por lo que exigen la suspensión de los tratados de Libre Comercio o, cuando menos, que se exija que los productos provenientes de dichas geografías cumplan con los mismos requisitos que se les piden a los europeos.

Algunas de las medidas de dichos instrumentos son: la obligación de disminuir el uso de fertilizantes y de pesticidas, restricciones en el uso del agua y la obligación de dejar el 4% de sus tierras en barbecho con fines de biodiversidad, entre otras. Además, se duelen del levantamiento del subsidio al diesel, que aumentará sus costos de producción. Dicen que las medidas para la transición climática no son realistas y que “Europa sufrirá hambre”.

Sea como fuere, está claro que la sostenibilidad ambiental empieza en la agricultura y que el cambio de paradigma es inminente de cara a la supervivencia del género humano y de gran parte de las otras criaturas terrestres.

En Colombia no tenemos un Pacto Verde de momento, pero los agricultores están llamados a anticiparse a la producción ecológica antes de que desde el gobierno se impongan medidas que resultarán asfixiantes e irrazonables. Para ello, es necesario abrazar la innovación, la ciencia y la tecnología aplicada al campo. En este medio se han publicado un sinfín de artículos que ilustran sobre muchas de aquellas alternativas.

Creemos que la humanidad cuenta con los conocimientos y técnicas para hacer posible lo que parece un absurdo: alimentar a la población respetando (e incluso limitando) las fronteras agrícolas y utilizando menos recursos para ello. El cambio, sin embargo, no puede ser radical, sino incremental, por lo cual hay que empezar a dar los primeros pasos. 

Esta historia continuará…