Julio García entrevista Metroflor

Por: Redacción Metroflor

El pasado mes de diciembre asistimos a la cena que organizó la empresa Valagro – hoy Syngenta Biologicals- para despedir al ingeniero Julio García, quien después de 24 años de servicio de esta compañía, hará uso de su buen y merecido retiro. En esta ocasión tuvimos la oportunidad de formularle unas breves preguntas sobre su paso por Valagro y sus opiniones sobre la industria de los bioestimulantes. He aquí lo que nos respondió:

Metroflor: Cuéntanos un poco de tu trayectoria por Valagro

Julio García: Yo empecé en Valagro en 1994: llevo 24 años siendo parte activa de esta compañía. Cuando inició Valagro yo trabajaba para el Punto Agrícola, hoy Duwest, para ese entonces el doctor Luis Fernanado Giraldo ofreció la línea de Valagro al día siguiente don Alfonso Zuluaga me contactó para que me hiciera cargo de la línea de Valagro en el mercado de flores de colombia. 

Fue una experiencia muy agradable, con retos diarios. Cuando empezamos teníamos cuatro productos en nuestro portafolio. Con el pasar del tiempo se fue ampliando hasta llegar a las 23 referencias que tenemos hoy. Somos líderes en el mercado de bioestimulantes en Colombia. Nuestros productos Globalfol, Radifarm, Kendal y Ascho Secha se han convertido en el punto de referencia de muchas empresas que han querido ingresar en el mercado de bioestimulantes y han encontrado un gran avance en el tema, ya que vender bioestimulantes no es tarea fácil, requiere de mucho esfuerzo, dedicación, estudio y persistencia. La competencia que hay en el mercado es constante no solo en ventas – que es un factor importante- sino también en publicidad y alcance. Muchas empresas salen del mercado de bioestimulación en cortos periodos de tiempo al no dar los resultados esperados, abandonan el barco.

Demostrar y cambiar la mentalidad de los ingenieros agrónomos es supremamente difícil. Yo creo que ese es el éxito de Valagro: evidenciar con acciones y resultados. Ese logro se ha alcanzado con el apoyo de un grupo de personas que han dedicado su vida y esfuerzos para lograr los resultados que hoy tiene la compañía. La casa matriz, la gerencia local y los diferentes grupos de ingenieros que laboran en Colombia son los responsables del éxito de Valagro (hoy Syngenta Biologicals).

M: ¿Puedes narrarnos una buena experiencia en tu trayectoria por Valagro?

JG: Muchas. Trabajar en Valagro es una gran experiencia, no solamente para los antiguos, sino también para la gente nueva, hoy por hoy es un gran reto pertenecer a Syngenta Biologicals porque la administración y el modo de acción es completamente diferente.  Syngenta Biologicals es una empresa multinacional que está en constante cambio e innovación. En serio es muy bonito porque mantiene a todos los ingenieros agrónomos en una constante actualización y estudio para poder ofrecer los productos que hoy se han desarrollado. 

M: ¿Qué mensaje le quieres dar a los ingenieros agrónomos?

JG: Que trabajen muy duro y piensen en el futuro personal y profesional; que piensen en el futuro de las empresas en las que trabajan. No es fácil pensar así. Muchas veces las personas trabajan en el día a día, pero hay que pensar en el futuro y hay que ser transparentes, sinceros, honestos y trabajadores, porque la competencia actual es fuerte y el mundo está cambiando rápidamente. Lo que es verdad hoy, mañana debemos rectificarlo. Uno debe poder cambiar de mentalidad y aceptar muchas cosas, nuevas generaciones y nuevos conocimientos. Hay que apoyar a esos muchachos de la nueva generación, ya que son los que tienen el futuro y es la gente que puede lograr realmente un cuidado del medio ambiente. Debemos preservar el medio ambiente porque si sigue cambiando la concentración de dióxido de carbono en el ambiente no va a quedar nada por lo cual trabajar. 

M: ¿Cómo contribuye Valagro a disminuir la huella de carbono? 

JG: Todos nuestros productos provienen de excelentes materias primas. Manejamos excelentes materias primas y los cuatro pilares de la tecnología de Valagro GeaPower contribuyen: El primero es la obtención de excelentes materias primas. El segundo son los métodos de extracción, que se caracterizan por ser eficaces y preservar los ingredientes activos de las plantas; el tercero es el uso de las tecnologías “ómicas”: genómica, proteómica y metabolómica. Por último, la difusión y el cambio constante. 

Tenemos productos para el estrés por frío y calor, por sales, deshidratación, para activar la fotosíntesis, mejorar la textura de los frutos, aumentar los grados brix de los frutos, mejorar el sistema radicular, inducir resistencia a la planta frente a enfermedades y patógenos y mejorar el uso de agua por parte de la planta. Actualmente, trabajamos en prevenir y darle solución a uno de los problemas que afronta la humanidad: la sequía y el estrés por calor. Vivimos el fenómeno del calentamiento global y se dice que las próximas guerras van a ser por agua. La agricultura constituye una preocupación grande porque consume el 70% del agua potable en el mundo. 

M: ¿Cómo lo hace sentir este evento por parte de Valagro para homenajear su labor a lo largo de estos años?

JG: Esto fue un reencuentro donde sentí el cariño de todos mis clientes. No sabía que mis clientes y mis compañeros de trabajo me querían tanto y que mi empresa tenía tantos afectos personales por mí. Sentí que quieren lo mejor para mí. Mis compañeros de trabajo hicieron un gran esfuerzo por hacerme sentir lo mejor posible como un ser humano. Me voy orgulloso de eso. Esas son las cosas que realmente valen la pena. El dinero es importante, pero el cariño y el amor lo llevan a uno estar tranquilo y feliz.  Lo único que yo quiero y deseo es que Syngenta logre explotar todo el conocimiento científico que tiene Valagro y lo ponga al servicio de la naturaleza. A mis compañeros y jefes les deseo que les vaya muy bien en la vida, que se realicen como seres humanos y que tengan muchos éxitos. 

M: ¿A qué se va a dedicar ahora que va a tener más tiempo libre? 

JG: Me voy a dedicar al amor: a consentir a mi familia y dedicarle todo el tiempo que se merece, a quererme a mí y a criar a mis nietos. También a darle amor a mi finca, que es lo que me mantiene con vida.