Por: La Directora

Estos últimos días el inquietante panorama arancelario creado por el presidente estadounidense ha estado mejorando. Como recordarán los lectores, Estados Unidos ha impuesto de forma unilateral aranceles desproporcionados a todos sus socios comerciales bajo la lógica de que ese país no debe tener déficit en la balanza comercial con ningún otro. A las importaciones de productos colombianos se les impuso un arancel del 10% a pesar de los Tratados de Libre Comercio que en años pasados se habían acordado entre los dos países. Semejante situación nos preocupa, pues Estados Unidos es el principal destino de las flores y otros productos agrícolas colombianos.

Sin embargo, las semanas pasadas tuvimos dos noticias alentadoras. La primera es que un Tribunal de Apelaciones decidió que las medidas arancelarias impuestas por Trump son ilegales al haber excedido los poderes que le confieren las normas de excepción que invoca para ello. Los aranceles son un tipo de impuestos, y los impuestos solamente pueden ser decididos por el Congreso, de acuerdo con el viejo principio de “no taxation without representation”.

Ahora este tema se ventila en la Corte Suprema de Justicia, quien emitirá el fallo definitivo en los próximos meses. En el entretanto, los aranceles siguen vigentes. No obstante, si la decisión de la Corte confirma la del Tribunal de Apelaciones, las sumas que se hayan pagado en exceso por concepto de aranceles deberán ser reembolsadas a los importadores. Hay quienes apuestan fuertemente porque así va a ser, pues los medios de comunicación están reportando que algunos se están anticipando a comprarles a los importadores su derecho para pedir el rembolso de los aranceles.

La segunda buena noticia es que el pasado 5 de septiembre la Casa Blanca emitió una Orden Ejecutiva por la que se confieren excepciones arancelarias a “aquellos productos agrícolas que no se cultiven o produzcan en los Estados Unidos en cantidades suficientes para satisfacer la demanda nacional”. Voceros del gobierno explicaron que algunos de los productos cobijados por esta orden son el café, el cacao, el aguacate, el banano, la papaya y la piña, entre otros. Estas excepciones empezaron a regir el lunes 8 de septiembre.

Vistas así las cosas, parece despejarse un poco el cielo del comercio internacional, desarrollo que acogemos con optimismo, pero sin dejar de la lado la opinión de que lo más saludable es mejorar las relaciones comerciales con otros países y, con ello, aumentar la resiliencia del país cuando de exportaciones se trata.

Adenda – o de cómo otros países están navegando la tormenta arancelaria:

• Después de más de 20 años de negociaciones, el Acuerdo Comercial entre la Unión Europea y Mercosur finalmente se está moviendo. 
• Europa e India se acercan a China buscando afianzar relaciones comerciales. 

Continuará…