Por: Ing. Agrícola Héctor Miguel Jara Restrepo
Especialista en Fertirrigación y Nutrición Vegetal

La agricultura moderna enfrenta retos como la escasez de agua, la necesidad de aumentar la productividad y la presión por reducir el impacto ambiental. En este escenario, el fertirriego surge como una herramienta clave. La floricultura en particular enfrenta el reto de mantener altos estándares de calidad con sostenibilidad ambiental y eficiencia en costos.
En regiones como la Sabana de Bogotá, Antioquia, el Eje Cafetero y Boyacá, los sistemas de fertirriego bajo invernadero constituyen la base técnica de la producción de flores de corte y otros cultivos de exportación. Sin embargo, la variabilidad en las condiciones hidráulicas, la calidad del agua y la gestión de nutrientes puede generar inconsistencias significativas en la producción.
El fertirriego permite integrar el suministro de agua y nutrientes de manera controlada, eficiente y adaptada a las necesidades del cultivo. El aseguramiento de procesos, respaldado por el acompañamiento técnico de Haifa, surge como una respuesta estructurada para garantizar uniformidad, trazabilidad y rentabilidad en la fertirrigación moderna.
Marco conceptual del aseguramiento en fertirriego
El concepto de aseguramiento proviene de la gestión de calidad industrial (ISO 9001, HACCP, BPM). En fertirriego, se adapta a través de Puntos Críticos de Control (PCC), Procedimientos Operativos Estandarizados (SOP) e Indicadores Clave de Desempeño (KPI).
Haifa, como empresa líder en nutrición vegetal, ha incorporado estos principios en sus programas de soporte, combinando fertilizantes puros, tecnología y capacitación continua.
El objetivo es que cada variable del sistema —presión, caudal, pH, CE, temperatura— se mantenga dentro de rangos establecidos, garantizando un flujo homogéneo y predecible.
Desarrollo técnico
Principios del aseguramiento aplicado al fertirriego
El aseguramiento transforma la gestión del fertirriego en un proceso científico y medible. Cada parámetro tiene un rango aceptable y un responsable de verificación. Con el acompañamiento de HAIFA, los productores establecen protocolos SOP que estandarizan mediciones, calibraciones y tiempos de reacción ante desviaciones.
El aseguramiento de procesos surge como una respuesta estructurada para garantizar la uniformidad del fertirriego a través del control de puntos críticos, la estandarización de procedimientos (SOP) y la medición continua mediante indicadores de desempeño (KPI). Esta metodología no solo optimiza los recursos hídricos y nutricionales, sino que también promueve una cultura técnica basada en la trazabilidad y la mejora continua; “Cultura de hechos y datos”
Estos elementos permiten medir, corregir y verificar las condiciones del sistema de riego y fertilización con base en datos objetivos.
Los KPI no solo cuantifican el desempeño técnico; permiten comunicar resultados a la dirección y justificar decisiones de inversión. En la experiencia de campo, la reducción del coeficiente de variación hidráulica (CV <10%) se correlaciona directamente con una mejora en la homogeneidad floral y una disminución del desperdicio de fertilizantes.

2. Flujo crítico del fertirriego
Un flujo crítico bien asegurado se comporta como una cadena donde cada eslabón depende del anterior. La turbidez del agua (NTU) condiciona la vida útil de los emisores; la calibración del inyector define la precisión del programa nutricional; la presión uniforme garantiza la entrega equitativa del fertirriego.
Un sistema asegurado no improvisa: cada parámetro tiene un rango, una frecuencia de control y un responsable definido.
El flujo crítico de aseguramiento comprende cinco etapas fundamentales:
Cada fase presenta riesgos que pueden comprometer la calidad del fertirriego, desde la contaminación del agua hasta la de calibración de los inyectores o la obstrucción de emisores.
3. Tecnología aplicada al aseguramiento
Hoy, la automatización permite registrar en tiempo real cada riego, dosis y lectura de CE. Los sistemas SCADA generan alertas automáticas ante desviaciones mayores al 5% respecto al punto de referencia (Set Point), evitando pérdidas antes de que ocurran.
Esta trazabilidad digital convierte la fertirrigación en un proceso auditable, alineado con certificaciones internacionales como Global G.A.P. y Rainforest Alliance.
La integración tecnológica ha transformado la forma de gestionar el fertirriego. El uso de sensores de pH, conductividad eléctrica (CE), presión y caudal permite un control continuo del sistema, mientras que las plataformas SCADA y software de gestión facilitan la visualización y el análisis de datos. Estas herramientas proporcionan trazabilidad completa, alertas automáticas ante desviaciones y reportes de desempeño por válvula o sector.
Determinar día a día la lámina de riego a aplicar y la frecuencia de riego son aspectos difíciles de decidir. Posiblemente haya días donde las láminas y la frecuencia de riego fueron acertadas, otros días podríamos estar regando en exceso; otros días podríamos regar con deficiencias con estrés en las plantas. Instrumentos confiables ayudan a tomar estas decisiones en términos de cantidad y oportunidad.
Resultados y beneficios observados
La implementación del aseguramiento en fertirriego ha mostrado mejoras tangibles en diferentes cultivos bajo invernadero. En flores de corte, los registros indican incrementos del 10–20% en la eficiencia de uso de agua y fertilizantes, así como una reducción de hasta el 15% en variabilidad de CE entre sectores. Los cultivos de tomate y arándano también han reportado una mayor uniformidad de crecimiento y una reducción significativa de obstrucciones en los emisores.
Conclusiones
El aseguramiento de procesos convierte el fertirriego en una herramienta de gestión inteligente, medible y reproducible. Su aplicación en flores de corte y otros cultivos tecnificados bajo invernadero ha demostrado beneficios consistentes en eficiencia, uniformidad y sostenibilidad. La incorporación de tecnología y protocolos de control eleva la competitividad de la producción y fortalece la trazabilidad exigida por los mercados internacionales.
Más allá de un procedimiento técnico, el aseguramiento representa una filosofía de gestión agrícola basada en la precisión, la mejora continua y la responsabilidad con el uso del agua y los nutrientes.

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