
Como bien saben nuestros lectores, es tradición de la Revista Metroflor dedicar su edición de fin de año al homenaje del ingeniero agrónomo, cuyo día se celebra en nuestro país el 24 de noviembre. Esta vez quisimos retomar el premio que desde hace décadas se conoce por el nombre del “mérito agronómico” entrevistando a una persona que por sus muchas virtudes agronómicas y personales se destacara de manera importante. La metodología que seguimos fue preguntar a nuestra audiencia, a través de un formulario virtual, a quién le daría el mérito agronómico. La respuesta de nuestros lectores fue gratamente abrumadora. Cientos de personas participaron en nuestra convocatoria y postularon a muchos agrónomos y agrónomas por muy variadas razones. El que más adeptos generó, sin embargo, fue el querido colega Daniel Durán, cultivador de gerberas con toda una vida dedicada a la floricultura y al campo, a quién nos acercamos para hacer esta pequeña entrevista con el propósito de reconocer su labor y hacer un merecido homenaje. No obstante, cabe aclarar que en las páginas que vienen, nuestros lectores podrán encontrar, también, otros profesionales nominados y las razones por las cuales los postulantes creen que su trabajo y trayectoria es digna de halago.
En el caso de nuestro entrevistado, Daniel Durán, nuestros lectores lo postularon repetidamente por las siguientes razones:
“Por su conocimiento, experiencia y logros obtenidos por una constancia incansable a través de los años”
“Por su generosidad al compartir conocimientos”
“Yo no me pierdo sus artículos.”
“Porque es el que más tiempo lleva, el que tiene los mejores escritos y aportes para la floricultura.”
“Porque ha impulsado un cultivo diversificado. Si uno piensa en gerberas, piensa en Daniel Durán.”
“Porque es el referente de las gerberas.”
“Porque se ha ganado muchos premios.”
“Por su trayectoria y humildad. Por compartir conocimientos.”
“Por su extensa trayectoria en la floricultura, siempre dando ejemplo de profesionalismo.”
“Porque, por su sapiencia, es el referente de la floricultura.”
“Daniel Durán es un mago en el tema de las gerberas y porque comparte el conocimiento.”
“Porque a pesar de todos su conocimientos es humilde y nunca ha tratado mal a nadie.”
Ahora sí. Sin más preámbulos, la entrevista…
Metroflor: ¿Por qué estudiaste agronomía?
Daniel Durán: Estudié agronomía porque desde pequeño me gustaban las plantas y yo vengo de tres generaciones dedicadas al campo. Muchos de mis tíos eran ingenieros agrónomos. Tengo además muchos familiares que cultivan el campo, caña de azúcar, café, algodón, maíz. Mi papá era agricultor. Cultivaba algodón, caña de azúcar, maíz y hacía algo de ganadería.
De alguna manera, yo me crie siempre en un medio con contacto con la agricultura y me fui apasionando por el tema. Estudié en la Universidad Nacional y salí en el año 1970. La primera mitad de la carrera la hice en Palmira, luego nos vinimos a vivir acá a Bogotá, así que pedí el traslado y terminé la carrera en la sede de Bogotá.
Metroflor: ¿Por qué te dedicaste a las flores y específicamente a las gerberas?
Daniel Durán: Yo me relacioné con las flores por medio de un amigo, de Peter Hannaford, que en paz descanse. Él me llamó a colaborar en Floramérica, que era una de las empresas más adelantadas tecnológicamente de Colombia. Ahí trabajé cinco años, me fue muy bien, con ellos estuve en Estados Unidos: una muy buena experiencia.
Comencé trabajando en propagación. Me tocaba todo lo que era la parte de pompones, crisantemo y claveles, que era lo que teníamos en esa época. Entonces ellos me enviaron a México a que abriera una finca de pompones (estoy hablando del año 73). Fui con un supervisor colombiano y un maestro de obra que sabía de todo; me ayudó muchísimo. Sin ellos seguramente no hubiera podido salir adelante en ese proyecto; pero fue todo un éxito, la finca todavía existe. Unos tiempos muy memorables, de mucho aprendizaje.
Cuando salí de Floramérica, comencé a dar asesoría, tanto en claveles como en pompones. Fui aprendiendo de otros cultivos, como rosas, astroemelias y limonium. Después, en el grupo Bochica, trabajé 10 años asesorándolos. Ellos cerraron la finca cuatro años después de que yo saliera. No sé por qué dejaron morir esa empresa tan hermosa. Después me salieron unas asesorías con el grupo Agrodex, que tenía en esa época muchas fincas (como 20 fincas asociadas), y a todas esas fincas yo les ayudaba en lo que podía.
Tengo una experiencia muy amplia en varios cultivos. Trabajé con rosas, astroemelias, limonium, ruscus, tanto plantas de flor como plantas de follaje. Unas experiencias muy hermosas y enriquecedoras desde el punto de vista de mi profesión, desde el punto de vista agronómico.
Después trabajé con gerberas. Abrí una finca en Tocancipá, – ya tenía varios años de experiencia en el grupo Bochica trabajando con gerberas en Piendamó, en Cauca y en Antioquia, entre La Ceja y Río Negro, en una finca que tenían ellos allá. Comencé a trabajar las gerberas y después me di cuenta que se daban muy bien en La Sabana, incluso en una finca mediana o pequeña se podía cultivar gerberas y resultaba económico y factible desde el punto de vista de la empresa: podía funcionar con un área no tan grande.
Desde ahí abrí la finca y he tenido unas experiencias muy positivas. Las plantas han respondido muy bien. Las cultivamos en un sustrato que es cascarilla de arroz quemada, 85%, y escoria coquizada, una mezcla 60-40%, y en bolsas de polietileno con fuelle de 10 litros de capacidad.
Las plantas se han dado muy bien; producen supremamente bien, flores muy bonitas, flores largas. De hecho, no tenemos problema con la longitud de los tallos, inclusive tenemos casi que un exceso de longitud. Hasta ahora, con la ayuda de Dios, todas las cosas se han dado bien.

Metroflor: ¿Cuánto tiempo lleva tu finca de gerberas?
Daniel Duran: La finca en este momento tiene 18 años. Con las gerberas hemos aprendido mucho, consultando muchos libros sobre la materia y sumando la experiencia de varios grupos de flores como son Selecta, Schreurs, Hilverda, Dummen Orange y Danziger. Trabajamos con todos ellos, les hacemos pruebas a sus variedades, pruebas de adaptación a la Sabana de Bogotá. Ellos después toman esa experiencia y las van llevando a sus respectivos portafolios de plantas que se dan bien en la región.
Metroflor: ¿Y los colaboradores de la finca? ¿Cómo ha sido tu experiencia con la gente? ¿Cuánta gente trabaja contigo?
Mi experiencia con los trabajadores ha sido muy buena. Desde que uno tenga el respeto, los trate con afecto y como seres humanos con todos sus derechos y obligaciones y establezca una relación con ellos respetuosa y digna, siempre habrá una respuesta positiva.
La compañía cuenta con 35 trabajadores, todos ellos laboran con la mayor eficiencia y entrega, ya que se sienten tratados como verdaderos seres humanos y se crea una relación cordial entre empleado y empleador.
Metroflor: Hoy en día los jóvenes que están saliendo del bachillerato al decidir sobre los estudios superiores se inclinan mucho por temas de tecnología y de comunicación. ¿Tú les recomendarías que estudiaran agronomía?
Daniel Durán: Yo pienso que la agronomía en un país como Colombia sigue teniendo mucho futuro. Todas las ciencias biológicas tienen futuro porque Colombia, ante todo, es un país verde que depende mucho de la agricultura. Algunas de las ramas del sector agrícola, como las flores, tienen mucha tecnificación. Estoy seguro de que es algo que puede atraer mucho a estos jóvenes y ellos podrían también aportar. La aplicación de la tecnología en la agricultura es fascinante. Inclusive ya se están utilizando drones en muchas partes, con lo que se puede determinar, por ejemplo, si los niveles de fertilización son o no adecuados, en qué parte el suelo se compacta y toda una serie de variables cuyo conocimiento preciso ayuda mucho en el trabajo.
Yo pienso que si los jóvenes tienen vocación para estar en el campo, si les gustan las plantas, van a tener un futuro muy bueno.
Metroflor: ¿Qué características tú crees que sean indispensables para un agrónomo?
Daniel Durán: Que tengan confianza en lo que están trabajando. Que les guste. Que se apasionen por el trabajo que tienen.
Metroflor: Tú has visto seguramente muchos cambios a lo largo de todos estos años en el ejercicio de la profesión. ¿Has visto algún cambio que valga la pena destacar?
Daniel Durán: Yo pienso que las fincas cada día se han sofisticado más en su manejo, sobre todo en los sistemas de información frente a todas las variables que se producen en las relaciones suelo, planta, hombre, y que cada vez se intensifica de una manera más concreta y permanente.
Metroflor: Después de tantos años, muchos agrónomos reconocen haber aprendido mucho de ti en la finca, y ¿las aulas? ¿Has sido alguna vez profesor?
Daniel Durán: Yo tuve un tiempo en que di algunas conferencias en la Universidad Nacional. inclusive en la escuela de postgrado di algunas conferencias y serví de jurado para varias tesis de la Facultad de Agronomía de acá de Bogotá. Siempre me ha gustado enseñar.
Tengo varias publicaciones. De la Tadeo, de Socolen y, por supuesto, en Metroflor tengo varias colaboraciones.

Metroflor: Muchos te admiran mucho por tu capacidad de compartir el conocimiento, por tu generosidad…
Daniel Durán: Mira, siempre fui así. Desde la época de colegio y de la universidad me gustaba mucho compartir mis conocimientos, porque me gustaba sentirme útil. Además, yo pienso que uno no tiene que temerle a la competencia.
Más vale trabajar con la competencia y todo termina yendo bien. Si uno comparte sus conocimientos con otras personas, las personas también son generosas con uno y le comparten su experiencia, entonces de esa manera uno se enriquece muchísimo. Esto ha sido una constante en mi vida profesional.
Metroflor: ¿Cuál consideras que es el mayor reto en la agricultura hoy en día?
Daniel Durán: El mayor reto en la agricultura es que siga siendo lo más técnica posible y que abra sus conocimientos a otros tipos de cultivos, con otros tipos de experiencias, en otros países, porque no todo es igual. Lo más importante es aumentar la productividad de una manera sostenible para no contaminar el planeta.
Metroflor: ¿Y qué oportunidades ves?
Daniel Durán: Yo pienso que entre la Sabana de Bogotá y Antioquia se podría alimentar a toda Colombia. Así de sencillo. Entonces, quedarían muchas áreas libres para otro tipo de actividades agronómicas que también pueden ser intensivas, como son todo el cultivo de hortalizas bajo el invernadero.
Ahora se cultiva mucho, inclusive en sistemas cerrados y verticales. En Europa ya se usa mucho. Hay un campo infinito para que la agricultura sea cada vez más rentable y ecológicamente amigable con el ambiente.
Metroflor: ¿Un agrónomo o agrónoma que tú admires?
Daniel Duran: ¡Son tantos! Yo admiro mucho a mis colegas por lo tenaces que son, porque son capaces de aguantar muchas críticas que muchas veces son injustas y son muy comprometidos con el trabajo. Les gusta que sus fincas estén bien, que sean tecnológicamente avanzadas. Hay mucha gente con muchos méritos para tener una posición mejor en el manejo de las fincas; porque a veces ponen personas que no tienen mucha comunicación con el agro, y esto resulta inconveniente para el manejo de las plantas.
Yo pienso que las fincas, entre más las manejen los ingenieros agrónomos, mejor. Tanto en lo técnico como en lo administrativo.
Metroflor: Bueno, ¿y un mensaje que le quieras mandar a los agrónomos en su día?
Daniel Duran: Pues a todos, que muchas felicitaciones, que sigan así dedicados, que sigan progresando en sus conocimientos, que nunca se den por vencidos ante las dificultades y que sigan siendo muy felices en lo que trabajan. Sus aportes profesionales contribuyen a la economía colombiana.



