En días pasados, la empresa Sunshine Bouquet fue galardonada por Asocolflores con el premio Lucie de Vélez. En su categoría ambiental, este premio es un reconocimiento al desarrollo de políticas, programas y/o proyectos destacados para mitigar los impactos ambientales inherentes a la operación de las empresas floricultoras. Estefanía Nieto, la Directora de Sostenibilidad Ambiental de la compañía nos cuenta sobre la intervención:
Metroflor: ¿Cómo tomaron la iniciativa de recuperar los terrenos aledaños al humedal Gualí? ¿En qué año empezó?
Estefanía Nieto: La iniciativa de recuperar los terrenos aledaños al humedal Gualí surgió a finales del año 2018, con la formulación de un plan de restauración forestal para un área inicial de 1,11 hectáreas, donde se proyectó la siembra de 1.600 árboles nativos. Este plan fue impulsado dado el alto estado de degradación del suelo, lo que llevó a implementar acciones como la delimitación del área, la aplicación de tierra negra, compost y microorganismos eficientes para su restauración.
El proyecto inició formalmente en 2019 y se ha venido ampliando progresivamente con la adquisición de terrenos adicionales en los años 2020 y 2021, hasta alcanzar un total de 4,6 hectáreas intervenidas en las fincas El Tesoro y Altamira, ubicadas en el municipio de Funza, Cundinamarca.
Este proceso no respondió únicamente a un cumplimiento normativo ambiental vigente (Código de Recursos Naturales y el Acuerdo CAR 11 de 2017 mediante el cual se adopta el PMA del Humedal Gualí), sino que fue impulsado por una convicción profunda de la empresa en la importancia de proteger y restaurar los ecosistemas terrestres aledaños a los cuerpos hídricos estratégicos como lo es el Humedal Gualí. Aunque existen normativas ambientales, este compromiso trasciende el cumplimiento legal y refleja una apuesta genuina por la sostenibilidad, la biodiversidad y coexistencia que queremos promover entre la actividad floricultora y el entorno natural.
Metroflor ¿En qué condición se encontraba la zona del humedal antes de la intervención y qué efectos han observado en él después? ¿Qué acciones concretas tomaron y de qué magnitud?
Estefanía Nieto: Antes de la intervención, el terreno presentaba alta degradación, dado que se llevaban a cabo actividades agrícolas a menos de 5 metros del espejo de agua, actividades ganaderas e inadecuada disposición de residuos sólidos, es decir esta área no contaba con cobertura forestal y una baja recarga hídrica.
Acciones concretas tomadas y su magnitud:
- Restauración ecológica activa: intervención de 4,6 hectáreas con la siembra de más de 7.000 árboles nativos propagados en nuestros viveros internos.
- Erradicación manual de especies invasoras, como el retamo espinoso y el ojo de poeta.
- Recuperación de suelos.
- Protección de la franja de protección del humedal, de acuerdo con el PMA.
- Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), promoviendo el almacenamiento de carbono por parte de los árboles plantados (se ha estimado un almacenamiento de 224.296 kg de CO₂ al año).
- Sensibilización de la comunidad: más de 800 trabajadores propios y 200 estudiantes del I.E.D Técnico Agropecuario San Ramón de Funza han sido capacitados mediante actividades educativas ambientales.
- Estudio de aves: en el año 2018 cuando se adquirió el primer predio no se podían avistar aves en la zona del humedal, el año pasado (dic. 2024) de acuerdo con un estudio realizado por la ABO para actualizar uno de los proyectos insignia de Asocolflores “Las Aves de las Flores”, se realizó un avistamiento e identificación de la avifauna de la zona, entregando un maravilloso resultado el cual fue la identificación de más de 37 especies de aves, incluidas dos en peligro (Pato Rufo y Polla Sabanera) y más de 240 individuos como el Copetón, el Barranquero Aliazul, la Focha Americana, la Golondrina Plomiza, y el Pellar Teru-teru; lo anterior es una muestra que las actividades de restauración llevadas a cabo desde el 2019 han generado un hábitat propicio para que las especies de fauna regresen a estos ecosistemas y encuentren en las fincas de flores un aliado para su protección.
Efectos observados después de la intervención:
- Incremento de la cobertura forestal, mejorando el microclima y la biodiversidad.
- Mejora en la calidad del aire y agua.
- Mayor presencia de fauna local y migratoria.
- Mayor conciencia ambiental en la comunidad involucrada.





