Por: Mg. Rubén Alberto Lozano Gil,
Docente del Departamento de Ingeniería Agroindustrial
Uniagraria
La Ingeniería Agroindustrial es una disciplina estratégica que se encarga de transformar materias primas agropecuarias en productos alimentarios y no alimentarios, con el objetivo de satisfacer las necesidades de la población. Para lograrlo, el ingeniero agroindustrial debe comprender y optimizar integralmente los tres sectores que conforman un sistema agroindustrial:
- El sector primario, responsable de la producción de materias primas;
- El sector secundario, encargado de su transformación; y
- El sector terciario, orientado a la distribución y comercialización.
Esta visión sistémica es posible gracias a la formación interdisciplinaria del ingeniero agroindustrial, que abarca áreas como sanidad vegetal sostenible, biotecnología agrícola e industrial, manejo postcosecha, logística, desarrollo rural, gestión de operaciones y calidad, automatización de procesos, mercadeo agroindustrial, entre otras.
Dichas competencias convierten a este profesional en un actor clave para el fortalecimiento de los sistemas productivos del país, especialmente en sectores de gran relevancia económica como el caficultor y el floricultor. Colombia, al ser un país con alta disponibilidad de materias primas y amplia tradición agrícola, requiere profesionales capaces de articular los diferentes eslabones de las cadenas productivas con criterios de efectividad, sostenibilidad e innovación.
En este contexto, el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), a través de su Observatorio Laboral y Ocupacional y la Mesa Sectorial de Floricultura, liderada por el Magister Rubén A. Lozano Gil, docente del programa de Ingeniería Agroindustrial de la Fundación Universitaria Agraria de Colombia-UNIAGRARIA, ha actualizado el mapa ocupacional del sector floricultor, incluyendo por primera vez el perfil del ingeniero agroindustrial. La decisión responde a la necesidad creciente de articular saberes técnicos, científicos y de gestión en los procesos productivos de la floricultura, con el fin de atender las exigencias de los mercados nacionales e internacionales. La inclusión de este perfil marca un hito para una profesión presente en Colombia desde 1985, que ha formado líderes al frente de grandes empresas y emprendimientos que hoy definen el rumbo de la agroindustria en el país.

El ingeniero agroindustrial ha sido identificado como un perfil idóneo para ocupar cargos administrativos y técnicos en los diferentes eslabones de la agrocadena floricultora, particularmente en los siguientes eslabones:
- Planeación de la producción
- Propagación del material vegetal
- Manejo integrado del cultivo
- Acondicionamiento de productos agrícolas
En la planeación de la producción y el acondicionamiento de productos, el ingeniero agroindustrial puede proponer estrategias de mejora continua, estandarización de productos y procesos, diseño de soluciones para hidratación y fertilización, envases para los ramos terminados, productos antifúngicos y antibacterianos, así como la planeación eficiente de procesos productivos. Lo anterior permite optimizar la capacidad de producción, mejorar la calidad, reducir desperdicios y, en consecuencia, aumentar los ingresos y la competitividad de las empresas floricultoras.

En el área de propagación, su formación en biotecnología agrícola lo faculta para diseñar biofertilizantes y sustratos a partir de subproductos o materias primas locales, lo que contribuye a reducir los costos de cultivo y aumentar el rendimiento de cosecha. Adicionalmente, puede desarrollar variedades vegetales más resistentes a plagas y condiciones climáticas adversas. Asimismo, puede implementar metodologías para una transferencia efectiva de estos conocimientos, beneficiando tanto a pequeños como a grandes productores.
En cuanto al manejo integrado del cultivo, el ingeniero agroindustrial puede aportar soluciones sostenibles ante uno de los mayores retos del sector: cumplir con las exigencias fitosanitarias de los países importadores. Una alternativa eficiente y ambientalmente responsable es el uso de biopesticidas, desarrollados a partir de metabolitos secundarios de origen vegetal. Gracias a sus conocimientos, este profesional puede identificar las fuentes vegetales adecuadas, establecer procesos de extracción óptimos, diseñar el biopesticida, y definir su aplicación y medición de eficacia.

La creciente participación del ingeniero agroindustrial en el sector floricultor no es una proyección futura, sino una realidad tangible que ya ha sido reconocida por las empresas del gremio. Muestra de ello es la inclusión recurrente de este perfil profesional en sus convocatorias laborales, ocupando cargos estratégicos como jefe de finca, jefe del área de propagación, director o jefe de postcosecha, jefe de calidad, gerente de procesos, investigador en granjas experimentales, ejecutivo comercial y asesor técnico, entre otros.
Esta diversidad de roles evidencia no solo la versatilidad del ingeniero agroindustrial, sino también la necesidad de contar con profesionales que integren conocimientos técnicos, científicos, administrativos y comerciales para enfrentar los desafíos del sector. Por ello, la actualización del mapa ocupacional que incorpora formalmente el perfil del ingeniero agroindustrial responde de manera coherente a la demanda real del mercado laboral y al rol estratégico que este profesional puede desempeñar en la cadena de valor del negocio floricultor.



