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El turno de la mujer destacada de la floricultura esta vez le tocó a Mausy Lorena Torres Ramírez, microbióloga industrial orgullosamente javeriana y salesiana que se desempeña hace más de ocho años como jefe de Laboratorio de Horticultura de la Sabana (HOSA-Ipanema).

Mausy Lorena es una mujer supremamente alegre, empática, extrovertida, agradable, agradecida y creyente. La entrevista transcurrió sin que apenas nos diéramos cuenta del paso del tiempo, pues eran tantas las anécdotas y reflexiones de la protagonista, que sin duda lo que nos faltó fue tiempo para charlar más extensamente.

Para comenzar, debemos contar a nuestros lectores que Mausy Lorena es bogotana, la mayor de tres hermanos, tutora de un gato llamado Bissig, cantante coral, hija de crianza de un agrónomo alemán y sobreviviente de un accidente de tránsito del que, entre 45 personas, solo se salvaron, milagrosamente, ella, su hermano y su madre. Contamos esto porque es un evento que ha forjado su carácter y que nos refirió varias veces, por ejemplo, para subrayar la fortaleza de su madre al haberse recuperado de la grave y prolongada situación de salud en la que quedó a raíz de ello, haber levantado a sus aún muy pequeños hijos y haber continuado con su vida de forma valerosa. Su madre, Gladys, su hermano, Álvaro, y su hermana, Margareth han sido puntos de apoyo en su vida.

Primeros contactos con el agro

Como decíamos, nuestra protagonista es hija de crianza de un agrónomo alemán llegado de Nuremberg en la posguerra. El padre de Mausy Lorena era un técnico muy destacado en su área que se dedicaba a temas de pasturas. Era además asesor de Fedepapa e importador de mostaza para empresas prominentes como Colanta y Kiska. Desde pequeños, Mausy Lorena y sus hermanos acompañaban a su padre a los cultivos y se familiarizaron con el campo, su maquinaria y sus procesos.

Sin embargo, cuando llegó el momento de decidir por una carrera profesional, nuestra protagonista se enroló en la Facultad de Química de la Universidad Javeriana, donde desde el principio estuvo muy involucrada en toda clase de actividades universitarias, desde el grupo de canto, los cursos de extensión de astronomía y el liderazgo de los grupos estudiantiles. Hacia el cuarto semestre de la carrera se dio cuenta de que su inclinación estaba más hacia la parte ambiental, por lo que homologó las materias y se pasó a la Facultad de Microbiología.

La redacción del trabajo de grado tuvo sus dificultades; aunque el tema era muy interesante, Mausy Lorena no dedicaba tanto tiempo como requería, pues además de participar, como decíamos, en múltiples actividades universitarias, trabajaba en paralelo en la empresa de su padre comercializando especias. Y aunque ganaba habilidades en negociación, ventas, administración y liderazgo, hacía falta dar más foco a la tesis.

Su directora de tesis, Janeth Arias, jugó un papel muy importante al motivar a nuestra protagonista a terminar su tesis y la carrera. Además de prestarle su inestimable apoyo académico, Janeth infundía ánimo y valor en Mausy Lorena. Una de las cosas que le dijo con ese propósito fue que “las mujeres tenemos que demostrar que sabemos y que podemos hacer las cosas”, algo que no olvida hoy después de largos años. Poco después, el trabajo de grado, titulado “Análisis microbiológico de materias primas utilizadas en la elaboración de productos naturales en una industria colombiana” fue culminado con éxito. Nuestra protagonista nos cuenta muy emotivamente que cuando se graduó, su querida profesora Janeth estaba muy conmovida y que lloraba incluso más que su propia madre.

El mundo laboral – un péndulo de lo agropecuario a las ventas

La primera experiencia laboral de Mausy Lorena fue en Colibri Flowers, donde hizo su pasantía y trabajó durante dos años. Allí participó en el proceso de montaje del laboratorio prácticamente desde el principio y trabajó mucho en la fermentación de hongos. Terminado este periodo, nuestra protagonista pasó a RTL, una compañía colombiana dedicada a la comercialización de equipos de biotecnología y sistemas de filtración. Lo que hacía allí era vender, principalmente a universidades, equipos de laboratorio como reactores, fermentadoras, máquinas centrífugas, microscopios y otros equipos muy importantes en materia de investigación y desarrollo.

Después de RTL, Mausy Lorena se vinculó con Qbiol, una empresa dedicada a la fabricación de bioinsumos. En esa época había empezado el auge del control biológico y su trabajo le sirvió mucho para aprender de ello, pues se ocupaba principalmente -de nuevo- en la producción de hongos y otros insumos agropecuarios, tramitar registros ante el ICA y velar por que los procesos y productos de su empresa cumplieran con las normas técnicas de calidad, seguridad, sostenibilidad y buenas prácticas.

Al terminar su camino en Qbiol, nuestra protagonista se fue a trabajar en Eurodent en la venta de equipos dentales de alta tecnología. Su idea era seguir en áreas más enfocadas al agro, pero cuando apareció esta oportunidad se sintió confiada por su experiencia en ventas, su conocimiento técnico y, sobre todo, por su carácter entrador, insistente y desenvuelto, muy conveniente para quienes desarrollan trabajos comerciales. Las ventas se le dieron de maravilla y aún recuerda cuando, con champaña, celebró junto con su equipo su cuantiosa primer venta.

Todo iba muy bien hasta que su padre falleció, por lo que la vida de Mausy Lorena se desestabilizó y tuvo que replantearse muchas cosas. Estando en el trance de procesar el triste suceso, la llamó una colega a contarle que el puesto de jefe de laboratorio de HOSA quedaría vacante y que si quería podría presentarse. Probó suerte y poco después empezó a trabajar allí. De eso hace ya 8 años.

HOSA – Ipanema

Como jefe de laboratorio en HOSA, Mausy Lorena llegó a poner mucho orden y, en sus palabras, mucho corazón. El laboratorio está creciendo y sus demandas son cada vez mayores. Algunas de las actividades que desarrolla allí son nematología, producción de insumos biológicos a partir de la fermentación de materias sólidas y líquidas, producción de hongos controladores y entomopatogénicos, investigación y diseño de metodologías para futuras pruebas de eficacia, entre otras. Las labores de nuestra protagonista en el laboratorio están enfocadas a la mejora del manejo en las fincas, a la reducción de la carga química y la actuación preventiva (no curativa). También se hace cargo de capacitaciones internas en MIPE y de los controles medioambientales en las fincas. Desde la parte administrativa, técnica, de relacionamiento social, hasta la capacitación, liderazgo y ventas, el trabajo en HOSA le ha permitido integrar sus diversas habilidades, lo que ha dado excelentes frutos a nivel laboral y a ella la llena de satisfacción. Mausy Lorena ama su trabajo y está muy agradecida con HOSA por haber confiado en ella y apreciar el orden que ha ido poniendo a los procesos a su cargo.

Sobre las mujeres del sector floricultor

Para terminar, hablamos un poco de las mujeres y de su rol en la floricultura. En las palabras de nuestra protagonista, “las mujeres del sector son santas regadas en cada cultivo, en la salas de postcosechas, en los invernaderos…”, mujeres valerosas que se levantan desde muy temprano y trabajan, crían hijos, sostienen hogares, forman gente, se educan y salen adelante. “Nosotras somos las flores”, afirma. Nos manifestó, así mismo, que les quisiera transmitir el siguiente mensaje: “Mujer de valor: todo empieza dentro de ti. El amor, la abundancia, el honor y la admiración”.

Agradecemos mucho a Mausy Lorena el habernos recibido tan calurosamente y le deseamos que su camino profesional siga dando frutos y que siga compartiendo con colegas, amigos y familiares su alegría y entusiasmo.