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Por: John Alejandro Rojas Alfonso
Gerente LATAM protección de cultivos
DISAN AGRO

La producción agrícola enfrenta retos crecientes, entre ellos las regulaciones sobre ingredientes activos usados en el manejo de plagas. Las restricciones o disminución de LMR´s en mercados destino obligan a flexibilizar esquemas e incorporar nuevas herramientas en la rotación. Así, el uso de macroorganismos, extractos vegetales y microorganismos se vuelve más frecuente, optimizando la vida útil de los agentes de control.

Las plagas chupadoras requieren especial atención por su alta capacidad de transmitir virus, viroides, bacterias, molicutes y otros patógenos, lo que demanda umbrales de intervención muy bajos o acción inmediata ante su presencia. Thrips, mosca blanca (Bemisia tabaci y otras especies), escamas, cochinillas, saltahojas y áfidos (Aphididae) destacan por su rápida adaptación genética y desarrollo de resistencia frente a la presión química.

En este contexto, la rotación de mecanismos de acción (MoA) es esencial en el manejo integrado de plagas (MIP), pues ralentiza la evolución de la resistencia, prolonga la eficacia de las herramientas y protege los cultivos de daños directos e indirectos, como la transmisión de virus. Aunque la resistencia nunca puede eliminarse, sí es posible extender la vida útil de los MoA y reducir su impacto en el mediano y largo plazo.

¿Qué es un mecanismo de acción y por qué es crucial conocer los que están involucrados en una estrategia de manejo?

El mecanismo de acción (MoA) de un insecticida corresponde a la forma específica en que actúa sobre el organismo objetivo, generalmente a nivel molecular o celular. Productos con el mismo MoA afectan las mismas estructuras o procesos fisiológicos. Por ejemplo, los neonicotinoides (Grupo IRAC 4A) actúan sobre receptores nicotínicos de acetilcolina, mientras que las spinosinas (Grupo 5)16 modulan canales de cloro mediados por GABA.

El uso repetido de un mismo MoA ejerce fuerte presión de selección en las poblaciones: los individuos con mutaciones de resistencia sobreviven y se reproducen, hasta que la población entera se vuelve resistente. Esto ocurre con frecuencia en plagas chupadoras, caracterizadas por ciclos de vida cortos, alta tasa reproductiva y mecanismos genéticos eficientes, como la partenogénesis en áfidos, Bemisia tabaci y algunas especies de ácaros.

Chupadores: plagas con alto riesgo de resistencia

Algunas plagas clasificadas dentro de este grupo tienen características biológicas que las hacen especialmente propensas al desarrollo de resistencia:

Thrips (T. tabaci, T. palmi, F. occidentalis, entre otras): Son polífagos; además de su daño mecánico, pueden ser vectores de virus como el TSWV (virus del bronceado del tomate), y tienen múltiples generaciones por ciclo de cultivo. Se ha documentado resistencia a piretroides, organofosforados, neonicotinoides y espinosinas.

Mosca blanca (Bemisia tabaci): Uno de los insectos más difíciles de controlar. Además de causar daño directo por succión de savia, transmite virus devastadores como el TYLCV en tomate. Ha desarrollado múltiples resistencias, incluyendo a insecticidas de los grupos 1B, 3A, 4A y 28 (IRAC, 2024).

Áfidos (como Myzus persicae, Aphis gossypii): Son vectores clave de virus como el PVY, CMV y TuMV. Su gran capacidad de reproducción y clonación favorece la rápida fijación de alelos resistentes y con sus altas tasas reproductivas permiten una rápida diseminación de estos.

Saltahojas: Son un grupo diverso de especies que incluye entre otras a Dalbulus maidis, Tagosodes oryzicolus y Bactericera cockerelli (paratrioza) caracterizadas estas especies por ser vectores de microorganismos responsables de complejos y desórdenes fisiológicos de alto impacto en la disminución de la producción de cultivos como maíz, arroz y solanáceas.

Por tanto, estas plagas requieren una gestión basada no solo en aplicaciones químicas, sino también en una estrategia consciente de rotación de MoA e inclusión de otras alternativas de manejo, para evitar perder herramientas críticas de control.

¿En qué consiste la rotación de mecanismos de acción?

Rotar mecanismos de acción consiste en alternar insecticidas de distintos grupos MoA durante o entre ciclos de cultivo, evitando exposiciones repetidas a un mismo tipo de acción.

Por ejemplo:


• Control de mosca blanca: iniciar con un neonicotinoide (Grupo 4A), luego un regulador de crecimiento como piriproxifén (Grupo 7C) y después una spinosina (Grupo 5).
• Control de thrips: alternar entre diamidas (Grupo 28), spinosinas (Grupo 5) y un inhibidor de la acetilcolinesterasa (Grupo 1B), según la plaga predominante y el estado fenológico.

Esta estrategia interrumpe la selección continua de individuos resistentes, dificultando la fijación genética. Además, la clasificación de IRAC incluye herramientas no solo químicas, como extractos vegetales (Grupo IRAC UNE*) y microorganismos, que actúan por colonización o producción de toxinas, ofreciendo alternativas bioquímicas de eficacia comprobada en campo.

Evidencia técnica de la efectividad de la rotación

Diversos estudios muestran que la rotación de MoA mantiene la eficacia de los productos frente a plagas:

• En Bemisia tabaci en Asia y América Latina, el uso continuo de neonicotinoides generó resistencia en menos de cinco ciclos. En cambio, parcelas con rotación entre 4A, 5 y 7C conservaron mayor susceptibilidad (Horowitz et al., 2020).
• En Thrips, ensayos en invernaderos de ornamentales en EE. UU. demostraron que la rotación de MoA controló a Frankliniella occidentalis por más de cinco años, mientras que sin rotación hubo fallos en menos de dos temporadas (Bielza et al., 2017).
• Áfidos como Myzus persicae presentan resistencia múltiple (metabólica, mutacional y conductual). Sin embargo, programas con alternancia de productos (ej. pirimicarb – flonicamid – pymetrozine) han mantenido bajos niveles de resistencia incluso bajo alta presión (Bass et al., 2015).

Principales grupos de mecanismos de acción utilizados contra estas plagas

IRAC dentro de su clasificación de mecanismos de acción resume algunos de los mecanismos de acción más usados en el manejo de plagas chupadoras y se pueden consultar en el siguiente enlace:  https://irac-online.org/documents/sucking-pests-moa-poster/ 

La variedad de alternativas químicas incluidas es amplia, basta con entender el momento de intervención de las poblaciones problema para elegir la alternativa que mejor se adapta al manejo.

Buenas prácticas para la rotación de MoA

Para implementar la rotación de forma efectiva se debe:

  1. Identificar la plaga: No todos los insecticidas son eficaces en todas las especies; también importa el estado de la población (adultos, huevos, ninfas).
  2. Consultar la clasificación IRAC: Verificar que los productos pertenezcan a grupos distintos, ya que diferente nombre comercial no asegura diferente MoA. Varias empresas ya marcan en etiquetas el mecanismo de acción, práctica adoptada en el portafolio Best Protect de Disan Agro.
  3. Evitar aplicaciones consecutivas del mismo grupo: Aunque el producto cambie, si el MoA es igual la presión selectiva continúa. Algunos autores sugieren aplicaciones en bloque, pero depende del ciclo de la plaga y estrategias asociadas.
  4. Usar combinaciones con criterio técnico: Los productos con dos MoA pueden ser útiles si se aplican correctamente, pero no reemplazan la rotación.
  5. Monitorear continuamente: Evaluar eficacia en campo y detectar signos tempranos de resistencia como fallas de control o necesidad de re-aplicaciones.

Disan Agro en línea con las necesidades cambiantes del mercado ha incursionado en la oferta de Best Protect, un portafolio integral de alternativas en el manejo de este tipo de plagas, combinando alternativas biológicas, extractos vegetales y productos de síntesis química: poder abastecer diferentes soluciones con el mismo respaldo se convierte en una opción de alta relevancia en el manejo.

Entre las novedades propuesta de rotación BEST PROTECT aparecen:

Nitempyram incluido en GRUNT 700 WG (IRAC 4A). Un ingrediente activo nuevo y exclusivo en el mercado colombiano con enfoque en el control de este tipo de plagas y con bajo impacto en polinizadores.

Pimetrozine incluido en GRUNT 700 WG (IRAC 9B). Aunque se ha estado comercializando como ingrediente activo por algunos años en el país, había estado centrado en el mercado de flores. Nuestra oferta de alta concentración permite alcanzar otros mercados donde este mecanismo de acción es novedoso y con bajo impacto en especies no objetivo.

Flonicamid incluido en LATIFA 500 WG (IRAC 29). Esta es una molécula excepcional por su efecto directo en el control de chupadores de cuerpo blando, pero también por sus efectos subletales que afectan el establecimiento de las poblaciones.

Extracto triple Neem, Karanja y Canela incluidos en NEEMFIRST (IRAC UNE). Esta exclusiva combinación de extractos vegetales de alta calidad y concentración confiere 5 diferentes rutas de ataque a las poblaciones de chupadores y ácaros, afectando procesos de muda y capacidad de alimentación, ofreciendo repelencia y emisión de feromonas asociadas al establecimiento de las poblaciones y la reproducción.

Tecnología POLTECH incluida en Jaspe SL. La formulación patentada de Jaspe SL permite que sus ingredientes activos se distribuyan mejor en los tejidos vegetales y los mantiene disponibles por más tiempo vs formulaciones convencionales, mejorando el control de plagas chupadoras y ácaros.

Advance In (IRAC N-UNF). La formulación líquida de los productos biológicos de nuestra oferta permite un mejor desempeño de los microorganismos y sus metabolitos en el control de las plagas objetivo.

Para más detalle del perfil del portafolio BEST PROTECT, por favor contacte a nuestro equipo en la zona.

Bibliografía

  • IRAC (Insecticide Resistance Action Committee). (2024). Mode of Action Classification Scheme
  • Bielza, P., et al. (2017). Insecticide resistance in Thrips. Journal of Economic Entomology, 110(5), 2064–2071.
  • Horowitz, A. R., Kontsedalov, S., & Ishaaya, I. (2020). Managing resistance in Bemisia tabaci: A global challenge. Crop Protection, 125, 104919.

Bass, C., Puinean, A. M., Zimmer, C. T., et al. (2015). The evolution of insecticide resistance in the peach potato aphid, Myzus persicae. Insect Biochemistry and Molecular Biology, 51, 41–51.